tag:blogger.com,1999:blog-21129819376583218162024-02-19T03:21:27.319-03:00La Granja del Magoel blog de opinión de Inti Målai PerduraboUnknownnoreply@blogger.comBlogger54125tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-26588139608490148162014-12-29T20:29:00.000-03:002014-12-29T23:41:32.029-03:00El mundo a través de mis ojos<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">"<i>Now let your mind do the walking</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>And let my body do the talking,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Let me show you the world in my eyes...</i>"</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">DEPECHE MODE</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=fArx9p6oOOU" target="_blank">The World in my eyes</a></span></div>
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Hace unos
seis meses pasé una experiencia muy entretenida con unos Testigos de
Jehová. Contrario a lo que muchas personas piensan, los Testigos de
Jehová no son como otros cristianos que se saben las cosas a medias
y defienden su punto de vista con sentimentalismos baratos. En
general me ha tocado la grata experiencia de descubrir que al menos
éstos estudian muy en profundidad no sólo la Biblia sino también
otros textos, y a veces, cuando no son muy viejos y no andan en
grupos muy numerosos, se pueden sostener conversaciones bastante
interesantes con ellos.</span></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Ese día yo
venía saliendo de una consulta médica y ya estaba atrasado para ir
a una clase que, de todas formas, no me estimulaba demasiado, así
que tenía toda una mañana para llenar. Ahí fue cuando dos jóvenes
que al parecer tampoco tenían clases ni trabajo a esa hora me
abordaron con una serie de complejas preguntas. Aunque estaba
leyendo, consideré que la lógica paraconsistente seguiría ahí
para cuando terminara, así que los invité a que nos apartáramos
del paso de los transeúntes y comencé a responder sus preguntas.</span></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Esa breve
experiencia (cerca de cincuenta minutos de una mañana que no podría
haber sido utilizada de mejor manera) fue sumamente grata para mí
por dos motivos; primero, me recordó que detrás de todo intelectual
mediocre siempre puede existir una persona con genuino interés en
aprender y en cultivarse, y que muchas veces no es culpa de ellos
mismos sino de quienes les enseñan y sobre todo, de quienes los
felicitan más de lo que los critican (cosa que en los últimos meses
he aprendido yo también a valorar); y segundo, porque me ofreció
una oportunidad empírica y sumamente intensa (la charla no fue para
nada superficial) de mirarme a mí mismo y darme cuenta de la
consistencia que ha ido adquiriendo mi propio sistema de creencias.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Puede sonar
como la cosa más pretenciosa del mundo, pero creo que no está
tan mal alardear de algo que, a fin de cuentas, es mérito no
heredado, sino que es el resultado de un profundo y cuidadoso
trabajo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No quiero
decir que se me vaya la vida en construir mi visión del mundo,
porque en un estudiante de filosofía puede aparecer como lo más
<i>cursi</i> que hay. Pero, sin
duda, durante los últimos... once años ha sido para mí, si no una
preocupación o una angustia, sí un pasatiempo entretenido y una
ocupación emocionante, esto de revisar una y otra vez las cosas que
creo y preguntarme por qué las creo y en qué sentido alteran la
forma en que me comporto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
“Once años” es mi cálculo más aproximado, porque en efecto
creo que como a eso de los doce años tomé ciertas decisiones,
empecé a leer ciertas cosas y me familiaricé con ciertas actitudes
que de forma relevante sirvieron para constituir a la persona que hoy
se presenta en mi nombre.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Las
personas que me conocieron en esos años tal vez vieron con algo de
humor mi paso desde el monoteísmo cristiano hacia el panteísmo, y
de seguro con triste desilusión mi reciente paso desde el panteísmo
hacia lo que primero llamé teísmo lógico y que hoy es, a secas,
agnosticismo crítico. O cuando vieron que dejé de escribir poesía,
que cambié la literatura maravillosa por la ciencia-ficción y que
ya no revuelvo los estantes de esoterismo en las librerías (en busca
de algún volumen de valor entre toda la porquería <i>new
age</i>)
sino los de ciencia (en busca de algún volumen de valor entre toda
la porquería de divulgación) y los de filosofía (en busca de algún
volumen de valor entre toda la porquería continental).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Por otra parte, quienes me han conocido más recientemente se
sorprenden y han tenido la oportunidad hasta de burlarse por mi
costumbre de preguntarle a la gente su signo del zodiaco o por leer
las cartas del Tarot. Parece sorprendente, o tal vez sólo es un
episodio aislado en una lenta transformación hacia el mundo real -me
han dicho a veces- que una persona tan minuciosa en la lógica y tan
crítica de las supersticiones (lo dicen ellos, no yo) todavía haga
y diga cosas así. Cierto es que entre los filósofos analíticos que
he conocido todos tienen alguna fantasía romántica que les calienta
el corazoncito por las noches (la filosofía oriental, los
videojuegos o el socialismo), pero lo mío es lo menos cercano a la
seriedad y, por otra parte, lo más peligrosamente próximo a la
estafa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Es cierto que desde los quince años me dediqué a leer y estudiar
con mucha más profusa atención y sincero entusiasmo todo lo
relacionado al ocultismo, a la magia y a la religión comparada que
cualquier otra cosa que tuviera que estudiar en el colegio. También
es cierto que por mucho tiempo y en muchos contextos diferentes he
defendido los fenómenos paranormales y las experiencias numinosas,
los misteriosos poderes de la intuición y la precognición. Siempre
he tenido respeto al concepto de Dios aun cuando no me afiliara a
ninguna religión, y siempre me he cuidado de burlarme menos de
Cristo que de los cristianos. Y todas estas cosas, al parecer, casan
mal con mi predilección por los métodos empíricos de la ciencia,
con mi afición por la lógica y mi defensa férrea del racionalismo
y la visión crítica de las creencias de los demás.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Sin embargo, esta combinación tampoco es tan extraordinaria, porque
es un hecho que hay personas en el mundo de la ciencia y de la
filosofía que no abandonan sus inclinaciones románticas por lo
místico y lo sublime, y tienen lugares comunes desde los cuales
defender sus puntos de vista. Precisamente por eso al principio de
este artículo mencioné mi encuentro con los Testigos de Jehová,
porque ese día no sólo pude defenderme contra quienes piensan muy
distinto a mí, sino todo lo contrario, hallé posturas que son muy
parecidas a la mía pero fatalmente distintas, y es sobre aquellas
que quiero escribirles hoy. ¿Por qué hoy? Tal vez haya cierto
sentimentalismo en el hecho de que estoy terminando mi licenciatura y
eso me hace sentir un poco más “filósofo”, pero quizás no,
quizás es sólo porque hoy en la mañana leí las primeras ciento
cincuenta páginas de un libro de matemáticas que me compré para
Navidad (okey, no, me lo regaló el viejito pascuero) y tuve, como se
dice, múltiples “experiencias religiosas”, que me hicieron
volver a valorar lo hermoso que es el mundo visto desde mis ojos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La simplicidad es signo de la verdad</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dicen
que Albert Einstein dijo una vez: “Hay dos maneras de ver este
mundo: pensar que nada es un milagro, o pensar que todo es un
milagro” (vaya uno a saber si es cierto o no, después de todo,
está en Internet...). Esta frase me gustó mucho en algún momento
de mi vida, en un tiempo en el que, inspirado por la lectura de
Crowley, estaba convencido de que todo acto de voluntad es mágico
(un acto de <i>MagicK</i>),
o que toda creación (cualquiera sea) es poética, inspirado sobre
todo por mis malas lecturas de Huidobro y mi fascinación por el
dadaísmo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Más tarde, sin embargo, mi fría y calculadora cabeza me hizo notar
un hecho nada despreciable, y es el que con algo de oscura parsimonia
suelo enunciar así: “si todo, entonces nada” (no sé si lo saqué
de alguna parte, pero al menos así está en mi cabeza desde hace
algún tiempo).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Si todo es magia, entonces nada es magia. Si todo es poesía,
entonces nada es poesía. Si todo es un milagro, entonces nada es un
milagro.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Es,
en definitiva, una aplicación de la navaja de Occam, instrumento
mental maravilloso con el que vine a toparme sólo un par de años
después de que mi “si todo, entonces nada” ya estuviera en mi
cabeza (y fue decepcionante descubrirlo, porque quería decir que mi
<i>dictum</i>
en realidad no era un gran descubrimiento como yo pensaba).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Para los que no lo sepan, la navaja de Occam es un criterio de
decisión racional que dice que entre dos explicaciones igual de
buenas de un mismo fenómeno siempre la más simple es la correcta.
El ejemplo del mismo Guillermo de Occam es la ilustración perfecta.
Un día el señor Guillermo de O. notó que no encontraba su navaja
en el lugar donde la había dejado. Entonces pensó: “puede haber
entrado un ladrón a robarse mi navaja. O pude haberla dejado en
algún lugar distinto sin que me haya percatado. Ambas posibilidades
son igual de plausibles, pero ciertamente es más complicado pensar
que entró un ladrón, por lo que la correcta debe ser la segunda”
(esto por supuesto no debe entenderse como que, sin más, esa vaya a
ser la explicación verdadera. Por supuesto que si fue el ladrón,
entonces no es cierto que fue Occam quien perdió la navaja; pero en
ese caso otras pruebas en su casa terminarán avalando la tesis del
ladrón (por ejemplo, cuando luego de revisar todos los lugares
conocidos de su casa no encuentre la navaja)).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Esto
aplica maravillosamente bien, por ejemplo, en el caso de <i>MagicK</i>.
Cuando Crowley dice que todo acto de voluntad es <i>MagicK,
</i>y
concluye luego que es indudable que la magia existe porque hacemos
actos de voluntad todo el tiempo (cuando nos sonamos la nariz, por
ejemplo), pues sí, es cierto, pero no ha hecho más que cometer una
vulgar petición de principio. <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://static.tvtropes.org/pmwiki/pub/images/Aleister_Crowley_1310.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://static.tvtropes.org/pmwiki/pub/images/Aleister_Crowley_1310.jpg" height="320" width="268" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Aleister Crowley</td></tr>
</tbody></table>
</span><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> De igual forma, cuando más adelante
explica que la única diferencia entre un acto de </span><i style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">MagicK</span></i><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
vulgar y un acto de </span><i style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">MagicK</span></i><i style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">
</i><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">ceremonial
(el que incluye las velas y los bailes y, en su caso, probablemente
alguna vejación sexual al asistente del rito) es que este último
llama a concurso a los “espíritus” de los planos elevados. Esto
lleva a otra vulgar falacia, mucho más sutil pero a la vez más
difundida entre los pseudocientíficos (y sobre todo en los magos,
bien y mal intencionados) que dice que sólo el éxito en la
operación es garantía de que la operación misma fue exitosa.
Ilustremos esto último con un ejemplo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Yo quiero hacer una complicada operación para obtener el amor de una
señorita que apenas me conoce (los actos de Magia suelen tener esta
clase de objetivos, para todo lo demás esforzarse mucho o
desembolsar dinero basta). Leo a cabalidad la forma de los ritos,
consigo los materiales y en las noches que la astrología me indica
propicias, hago una quíntuple invocación a la diosa egipcia
correspondiente. Al final del ritual, se espera que la señorita la
próxima vez que me vea se acercará a mí y me hablará, y que
cuando yo le proponga un idilio amoroso ella se verá incapacitada a
negarse. Bueno, dejo pasar el tiempo y veo qué pasa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Resulta que la próxima vez que la veo, ella me saluda, pero no pasa
nada. Todavía confiando en el rito, voy y le ofrezco que seamos
amantes, con lo que me gano un buen merecido puñetazo en la cara o
una patada en el entrepiernas, dependiendo del tono de mi propuesta.
Enojado, concurro al grimorio utilizado para ver qué fue lo que
salió mal.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Al
parecer hice todo bien, pero si lo creyera sería un iluso, porque he
pasado por alto uno de los más importantes teoremas de <i>MagicK
</i>(de
hecho, el tercero) según el cual, si no obtengo el resultado
deseado, es <i>porque</i>
hice algo mal, o la diosa invocada estaba de mal humor, o
sencillamente no es mi destino tener a esa mujer. Como en el mundo de
la magia el universo está poblado de seres caprichosos y
omnipotentes, en realidad es poco lo que puedo hacer al respecto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
La falacia implícita en este argumento es evidente. Si el ritual A
está destinado a causar B y B ocurre, entonces el ritual funciona;
pero si B no ocurre, entonces no es que A no funcione, sino que yo
hice algo mal. El ritual A es infalible, es cierto; pero da lo mismo
hacerlo o no hacerlo porque no me da ninguna seguridad respecto a la
ocurrencia de B, ya que sus motores están fuera de mi control; y por
lo tanto, mejor no hacerlo (por navaja de Occam).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">También
funciona en el caso de la poesía. Mi ejemplo favorito viene,
precisamente, de la poesía misma. En los manifiestos DADA Tzará da
las instrucciones para escribir un poema dadaísta. Lo que hay que
hacer es recortar las palabras de una columna del diario, ponerlas
dentro de una bolsa y luego irlas sacando de a una y pegándolas en
una hoja. Al final, en palabras del autor, “el poema
se parecerá a usted. Y es usted un escritor infinitamente original y
de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida por el vulgo”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Tardé mucho
tiempo en darme cuenta que esto no probaba que todo era poesía sino
todo lo contrario, o en realidad, lo que se sigue lógicamente de
esta idea, y es que en realidad, si todo es poesía, entonces nada es
poesía. Puedo, en efecto, programar computadores para que escriban
poemas sacando palabras al azar de un artículo escrito, pero eso no
hará poeta al computador, ni a quien haya escrito el artículo. Ni
siquiera yo, que habré programado al computador para hacer la tarea.
En realidad, la poesía tiene que ser algo más que sólo palabras
puestas una delante de la otra en renglones quebrados.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En realidad
la crítica desde las vanguardias menos radicales que la de Tzará
(que, a mi parecer, es la única que ve con claridad el problema) es
hacia el academicismo teórico que, como en la cómica escena al
principio de <i>La Sociedad de los Poetas Muertos</i>, intentaba
hacer gráficos con la fuerza expresiva y la calidad estética del
poema. Pero eso tiene la contrapartida no siempre sana de volver
inútil toda crítica, y lleva a las personas mediocres a decir:
“bueno, no es que yo sea un mal escritor (músico, filósofo,
pintor, etc.) sino que los demás no comprenden mi poesía”. Yo en
particular defendí una visión así en algún momento, y cuando me
di cuenta de esto, bueno, dejé de escribir poesía.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">De igual
forma, cuando digo que todo es poesía, de alguna forma le quito a la
poesía su valor. Porque si todo es poesía, entonces no es necesario
que venga en renglones quebrados, ni siquiera que venga escrita. Pero
entonces todo lo que todos hacen es poesía, y yo vivo dentro de un
museo vivo de arte, pero precisamente por eso, todo lo que hacen los
artistas en realidad no tiene ningún valor especial, sólo es una
cosa más dentro del todo. Quizás a alguien esto le guste, suena
lindo, pero no, un papel en el suelo no es poético, sólo es un
papel en el suelo. Si yo lo miro y yo lo encuentro bello, y yo
escribo una égloga al respecto, mi égloga puede ser poesía, pero
la poesía está en mi égloga, no en el estúpido papel. La escena
de la bolsa de plástico atrapada por el viento es hermosa sólo
dentro de la película, afuera es sólo una estúpida bolsa de
plástico atrapada por el viento. Si piensan con cuidado lo que estoy
diciendo, se darán cuenta de que tengo razón.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/VKtdcDbBNi0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Por lo
tanto, cuando decimos que todo es un milagro, ¿exactamente qué
queremos decir? Yo miro mi mano y me asombro de que exista, de que
esté aquí, en lugar de la nada, y sí, realmente puede asombrarme,
apenas por un momento y una vez en la vida, cuando me doy cuenta de
ello. Pero ese asombro, ¿qué es lo que significa? Si todo en el
mundo, si el mundo mismo es un “milagro”, ¿qué es un milagro?
¿existir? Si un milagro es sólo existir, entonces sí, convenido,
todo es un milagro, pero ocurre que un papel en el suelo no es menos
milagroso que el que una señora cure de cáncer de la noche a la
mañana sólo rezando. No hay nada de especial en lo segundo que lo
haga radicalmente diferente a lo primero. En realidad, si todo es un
milagro, entonces paradójicamente todas las cosas que no existen
serán las cosas triviales, las no-milagrosas, como los unicornios o
los carpinteros que caminan por encima de las aguas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Yo puedo
tener una visión optimista respecto de la vida, respecto del cosmos
y de la naturaleza. Pero no creo que existir sea un milagro, porque
de hecho existimos. Y precisamente porque existimos, en realidad
<i>existir</i> es lo más trivial de
todo, lo menos extraordinario.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El diseño inteligente</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Cuando, en Estados Unidos, ocurrieron los litigios legales por la
enseñanza del creacionismo en las clases de ciencias naturales (una
práctica nefasta que en algunos colegios de Chile también se usa) y
los creacionistas -gracias a Dios- perdieron, sus “científicos”
comenzaron a elaborar versiones más digeribles de sus doctrinas y
crearon lo que hoy se conoce como la tesis del “diseño
inteligente”. Este consiste, básicamente, en afirmar que la
belleza de la naturaleza, las proporciones y el equilibrio ecológico
son pruebas (vestigios) de la existencia de un diseñador inteligente
que condujo todos los fenómenos físicos hacia su estado de máximo
balance posible. Y ese diseñador inteligente es, por supuesto, el
tatita Dios.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
La tesis del Diseño Inteligente en realidad es más antigua. La
verdad es que casi todas las escuelas esotéricas del mundo
sostuvieron ideas parecidas inspiradas en lo mismo, los famosos
“vestigios” (este es el nombre que utiliza San Buenaventura) en
la perfección de la creación; cabría decirse que es la forma más
simple de justificar algo que, de otra manera, no pasa sino por ser
una acumulación absolutamente innecesaria de entidades (o al menos
una) en nuestra ontología (suponer que existe un Dios... porque sí).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Este argumento me lo sacaron ese día
los Testigos de Jehová, porque es de sus favoritos. Quienes lo
sostienen se estrechan de manos y se sonríen, porque creen haber
llegado a la prueba máxima de la existencia de Dios. Dicen, en
efecto: “un mundo tan perfecto, con regularidades tan precisas, no
puede ser el resultado fortuito de procesos aleatorios”. Luego
sacan a colación varias teorías científicas que, con el sesgo
suficiente, consiguen avalar su postura (como la segunda ley de la
termodinámica). Pero yo les pregunto: ¿dónde dice que
regularidades de alto nivel no pueden surgir a partir de procesos
inferiores aleatorios y cambiantes? Y ellos responden: “es obvio,
es <i>imposible </i>que un
mundo tan complejo se haya formado completamente al azar por la
interacción libre de partículas que se movían sin orden ni
dirección”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Su respuesta, por supuesto, es completamente falsa, y hace un tiempo
encontré un ejemplo simple y elegante para demostrarlo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Imaginemos una cuadrícula que se extiende infinitamente en todas
direcciones (una hoja de cuaderno infinita). En ella puedo pintar
algunos cuadrados. Luego, jugaré conmigo mismo a lo siguiente: en
cada turno, revisaré todos los cuadrados que he pintado. Si un
cuadrado en blanco está junto a tres cuadrillas pintadas, lo pintaré
a él también. Por otra parte, si algún cuadrado pintado está
junto a dos o tres cuadrados en blanco, lo borraré. El juego sigue
por turnos, haciendo sólo esto, tanto como yo quiera.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Toda la óntica de este universo consiste en dos estados, pintado y
no-pintado. Su física es absolutamente simple, sólo tiene dos
reglas, y el estado inicial puede ser perfectamente aleatorio, si
pinto aquí y allá sin preocuparme de lo que pasará cuando empiece
a jugar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Este sistema que he descrito fue propuesto por primera vez por John
Conway en 1970, y se llama “el Juego de la Vida”. La razón de
este nombre tan sugerente es que, cuando hacemos que un computador
juegue y hacemos correr los turnos lo suficientemente rápido, vemos
cosas como ésta:</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ZOkm867AleM?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El ejemplo, espero, es ilustrativo por sí mismo. Demuestra, en
definitiva, que fenómenos de alta complejidad, estabilidad y hasta
armonía estética pueden surgir de forma espontánea y no
premeditada de reglas sumamente simples y ónticas sumamente
reducidas. En particular, no es para nada imposible (aunque sí,
ciertamente, asombroso, y en eso estoy de acuerdo) que a partir de
una simple y casual singularidad física surja un universo completo
en el que yo esté aquí escribiendo este artículo para ustedes, o
estén ahora mismo ustedes leyéndolo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Por lo demás, y como le dije a los Testigos de Jehová ese día,
también hay que tener cuidado con la forma en que se toma razón de
las apreciaciones estéticas. Muchas de esas experiencias que se
aducen como “vestigios” no están tanto en la naturaleza sino
dentro de nosotros mismos. Un buen ejemplo son los fenómenos óptimos
estudiados por la psicología de la Gestalt. <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a7/Gestalt_Principles_Composition.jpg/560px-Gestalt_Principles_Composition.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a7/Gestalt_Principles_Composition.jpg/560px-Gestalt_Principles_Composition.jpg" height="244" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Psicología de la Gestalt. En realidad, es nuestra mente <br />
la que cierra las formas</td></tr>
</tbody></table>
De
igual manera, las proporciones áureas sólo se encuentran <i>en</i>
las caracolas y en los girasoles si creemos, como los antiguos
místicos, que los números son realidades subyacentes a la realidad
y no son en cambio, como yo estoy dispuesto a sostener, un aparato
conceptual que nos hemos fabricado para comprender y estudiar el
mundo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Esto de las proporciones áureas es
bien sugerente, pero quisiera utilizar un ejemplo más sencillo,
aunque ciertamente relacionado con él: la secuencia de Fibonacci.
Como es mundialmente conocido hasta para los más incultos (luego de
la popularidad de la película de <i>El Código Da Vinci</i>)<i>,
</i>la secuencia de Fibonacci se
obtiene partiendo de 1 y agregando cada vez la suma de los dos
números anteriores. Así, los primeros términos son:</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55...</span></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Y se puede seguir tanto como se quiera.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Algunas personas piensan que el
hecho de que esta secuencia aparezca en el orden de los tallos de las
plantas, en las medidas de una concha de mar o en la dirección de
las dendritas de las hojas de algunos árboles es cosa que prueba que
dichos números fueron colocados ahí por un ingeniero con muy poca
imaginación, que utilizó un mismo esquema para fabricar todas las
cosas. Esta idea está también íntimamente relacionada con otro
mito <i>new age</i>, cada día
más popular, que atribuye a la geometría fractal ciertos
significados místicos por el hecho de “encajar” perfectamente
con muchos fenómenos de la naturaleza.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Pero esto, nuevamente, es poner la carreta delante de los bueyes. O,
por usar una comparación más elegante, es como el tirador que
primero dispara las balas y después dibuja los blancos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El hecho de que la secuencia de Fibonacci funcione muy bien en muchos
casos de la naturaleza no es, realmente, más sorprendente que el
hecho de que nuestro número cinco funcione tan bien que siempre
sirva para contar conjuntos de cinco cosas. El hecho de que haya
patrones en la naturaleza no tiene que ver (necesariamente) con la
existencia de un plan divino, sino con el hecho científico
demostrado y avalado por la experiencia de que las formas de vida y
los procesos naturales en general pasan por procesos de adaptación,
y que los medios en los que se enfrentan son diferentes en lo
particular pero muy parecidos en lo general. Si es cierto que todos
venimos de un antepasado común que fue acuático, eso explica
bastante bien por qué tenemos ojos cóncavos. Lo mismo pasa con las
plantas y con las piedras y con casi cualquier otra cosa sobre la
tierra; es muy raro que alguna de las cosas que existen hoy, incluso
las fabricadas por el hombre, no esté emparentada estructuralmente
con ninguna otra, si al fin y al cabo venimos todos de las emisiones
de gases de una enorme roca caliente girando alrededor de una joven
estrella.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
La única dignidad especial de la secuencia de Fibonacci sobre otras
secuencias numéricas y otros modelos matemáticos es que resulta muy
útil para observar una enorme cantidad de procesos. Nada de raro,
puesto que su idea básica (toma los dos últimos resultados y
agrégalos. Hazlo tantas veces como quieras) puede replicarse sin
problema en infinidad de procesos recursivos, implementados en
muchos, muchos soportes físicos distintos. Y no es raro que si una
planta logra adaptarse al medio siguiendo un crecimiento ordenado
recursivamente de acuerdo a dicho algoritmo, sus descendientes lo
hagan también. Contra más primitiva es dicha planta, más plantas
en nuestro universo conservarán ese rasgo, tan hermoso pero sobre
todo tan útil para la supervivencia.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://rtdibermatica.com/wp-content/uploads/2011/10/Fibonacci-en-Naturaleza.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://rtdibermatica.com/wp-content/uploads/2011/10/Fibonacci-en-Naturaleza.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fibonacci en las plantas</td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Pero incluso aceptando que los aducidos vestigios fueran,
efectivamente, vestigios que hablan de la mano de un creador, ello no
es suficiente para afirmar nada acerca de dicho creador. Identificar
ese arquitecto universal con cualquier personaje de cualquier mito es
un paso completamente ilegítimo; lo mismo podría tratarse de JHVH,
de Odín, de Arceus o de Tuberculón el Terrible.</span><br />
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">(El argumento del Diseño Inteligente tiene también mucho que ver con lo de las probabilidades que ya comenté en un artículo anterior de este blog. Algunas personas piensan que, como es altamente improbable que por el puro azar este universo tan perfecto haya llegado a existir, entonces es imposible que no haya sido creado por Dios. Pero este argumento es devastadoramente erróneo, y se debe a una comprensión incorrecta del concepto de probabilidad. Cada mano posible de doce cartas en el carioca tiene una probabilidad de 1 sobre 2.788.629.694.000.605 (un número ampliamente mayor que la cantidad de años que lleva existiendo el universo) de aparecer; pero el que sea improbable o muy poco probable no lo hace imposible, o tendríamos que aceptar que es imposible recibir cualquier mano de carioca, lo que es evidentemente absurdo).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Re-evolución</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Y ya que sacamos a colación la evolución, vamos ahora a ese otro
tema, que también suele causar polémica entre creyentes y
cientificistas (yo no me considero ninguno de los dos, recuérdese).
Se ha dicho en algunas ocasiones, y yo no lo percibí como un error
sino hasta hace muy poco tiempo, que la evolución bien podría ser
“la forma en la que Dios creó a las especies”; esta por supuesto
una forma bastante vulgar y poco ingeniosa de salvar el problema y
darle pega al tatita Dios. Esto es en esencia como decir que la
Evolución creó a las especies y Dios creó la Evolución (como si
“Evolución” fuera el nombre de una deidad menor).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Aquí viene bien al caso una anécdota que ya conté en otro artículo
de este blog. Escuché un día a un periodista que estaba en un
zoológico decir lo siguiente: “Las cebras tienen rayas gracias a
un proceso evolutivo que les permitió esconderse de los
depredadores”. Debo haber escuchado muchas veces frases como esa,
pero sólo en ese momento (hará más o menos un año de eso) me di
cuenta del profundo error conceptual que implicaba. Así como está
enunciado, pareciera ser que el proceso evolutivo fue <i>para que</i>
la cebra pudiera esconderse de los depredadores. Es como si hubiera
habido, en la aparición de las rayas, un acto de voluntad, o al
menos de intencionalidad, que quiso <i>procurarle</i> a la cebra un
camuflaje.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Esto me demostró con prístina claridad por qué, aunque la
evolución se enseña en los colegios y suena mucho en nuestro medio,
la gente no logra imaginarse cómo funciona y sólo aprende que el
mito del Génesis se reemplaza por una salvaje carrera por la
supervivencia a lo largo de los eones. Desde este punto de vista
hasta el error de creer que la evolución fue <i>inventada </i>por un
diseñador inteligente hay sólo un pequeño y no tan descabellado
paso, como resulta evidente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El error está, como podrán haber adivinado, en la forma misma en
que se ha enunciado la oración. Los “procesos evolutivos” no
describen transformaciones uniformes y direccionadas, como podría
ser el paso desde un Charmander hasta un Charmeleon. El concepto de
“proceso evolutivo” es de alto nivel, describe cambios en la
especie, no en los individuos. Así, no puede decirse:</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
“La cebra tiene rayas <i>para</i> protegerse de los depredadores”</span></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Sino esto otro:</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
“La cebra tiene rayas <i>porque </i>a las que no tenían rayas ya
se las comieron”</span></div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Este hecho es crucial. En realidad el hecho de que la cebra sea el
resultado de un proceso evolutivo implica necesariamente que no hubo
un plan de cebra, una idea de cebra preconcebida al comienzo del
desarrollo universal, de la misma forma como no hay, a lo largo de la
vida de una persona, uno solo de sus momentos, de sus cualidades
físicas o sus estados de ánimo, que pueda decirse que es su
ser-en-totalidad. Todo en el universo se transforma, la permanencia
sólo es relativa al poco tiempo que tenemos para mirar, pero todo en
la naturaleza seguirá inevitablemente su curso igual como todos
nosotros; igual como yo, que hace seis años creía en el Diseño
Inteligente y hoy lo rechazo enérgicamente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El Dios de los agujeros</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El último subterfugio del romanticismo teísta está en esta última
afirmación, increíblemente oscura y nada inspiradora: “al final
tienes que reconocer que la ciencia no lo sabe todo. Hay cosas que
nunca llegará a saber. Ese misterio eterno es Dios”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
En primer lugar, yo no creo que la ciencia sea una sola institución,
un dogma que viene a instalarse sobre otro dogma. La ciencia es una
ocupación, una forma de enfrentar algunos problemas y de explicar
las cosas, una actividad que nos descubre ciertas cosas acerca del
mundo que nos rodea y que nos permite comprenderlo mejor. Yo no creo
que la ciencia lo “sepa” todo, porque en realidad la ciencia no
“sabe” cosas, la ciencia no es un nuevo dios artificial que
estemos intentando entronar en el lugar del antiguo Señor de los
Ejércitos. Siempre me ha parecido que confrontar a la ciencia con la
religión es, por esta misma razón, un error categorial; es casi
como querer comparar a los buenos modales con la literatura
fantástica. Sencillamente no hay categorías comunes donde
contrastarlas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Pero entonces vienen y me dicen: “¿Pero qué dices? ¡Si la
ciencia y la religión sí se invaden una a otra, desde el momento en
que la ciencia con sus teorías pretende decir algo <i>verdadero</i>
acerca del mundo, y rechaza por consiguiente la <i>verdad revelada</i>
de las sagradas escrituras!”. Bueno... sí y no. Tomemos por
ejemplo la ley de gravedad. Yo creo que la “ley” de gravedad es
verdadera, pero no porque la ciencia, la institución científica
respaldada por las sacrosantas academias de física del mundo, lo
haya prescrito. Yo creo que la ley de gravedad es cierta porque sé
lo que dice, porque he visto el universo y porque creo que sí, que
en realidad explica de forma uniforme e integral una serie de
fenómenos que me llaman bastante la atención, como por ejemplo que
las cosas caigan. ¿Y el Big Bang? Bueno, no lo sé, pero confío en
que si hombres tan inteligentes consideran que es una buena
explicación del origen del tiempo y del universo, bueno, tendrán
sus razones. Pero, ¡cierto! Se me olvidaba, esa idea choca con la
versión de la Biblia. Bueno, no lo sé, un día conocí a un niño
que defendía que el universo se expandía para poder comprar muchos
juguetes. Es una hermosa idea, pero creo que los físicos deben tener
más razones que él para sostener sus ideas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Si nos olvidamos del principio absolutamente caprichoso de creer que las Sagradas Escrituas son ciertas <i>porque</i> un Dios las
inspiró, veremos que ninguna de las tesis defendidas allí (al menos
en lo concerniente al mundo y la naturaleza) puede sostenerse por sí
sola. Ni siquiera las crónicas de los pueblos son acertadas, y se
supone que las escribieron personas que vivieron esas cosas en carne
propia. No hay ninguna prueba arqueológica o histórica, en la
crónica de Egipto o de Roma, que avale muchos de los hechos
mencionados en los dos Testamentos; para qué hablar del relato del
Génesis, tan fantástico como cualquier otro mito creacional de
cualquier otra cultura. Razón de sobra para creer que incluso en
esas cosas hay errores sustanciales.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Bueno, después salen con otra que es muy divertida: “es que la
Biblia es un libro para iniciados. Lo que tú tienes que hacer es
leerla de tal forma que desaparezcan todas las contradicciones e
inconsistencias, y allí comprenderás su verdadero sentido”. ¡Muy
bien! ¡Otra petición de principio! Esto es casi tan absurdo como
decir: “en esta sopa de letras está escrito el nombre de tu madre.
Si ordenas las letras de tal forma que den el nombre de tu madre,
entonces verás que era cierto lo que yo te decía”. Salvo que a la
sopa de letras le falte una letra o no tenga suficientes repeticiones
de cada una, veo difícil que eso pueda no ser cierto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Esta idea de que Dios es todo lo que la ciencia no puede explicar, o
que es lo que nunca explicará, es una versión más bien disminuida
y bastante patética del Dios omnipotente y creador de todo lo que
existe. Incluso yo, que en algún momento tuve una idea de muy alta
calidad de Dios, lo considero ofensivo. El “Dios de los agujeros”,
como se le ha llamado recientemente, la idea de que Dios permanece en
lo oculto, en el amor o en la sinceridad, es como vestirlo de mendigo
y confundirlo entre una multitud para que no lo tomen preso.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El mundo a través de mis ojos</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Pese a todo esto, yo no vivo en un mundo frío regido por las
macabras leyes implacables y poco románticas de la ciencia tal como
éstas suelen ser presentadas por los fanáticos religiosos y los
corazones sensibles. Siempre me ha dado un poco de pena cuando veo
que personas de espíritus encantadores e inquietos se quedan estancados y toman
los caminos más fáciles hacia las respuestas menos racionales,
utilizando argumentos a medio camino entre el sentimentalismo y la
soberbia poética. Es como si creyeran que un mundo de números es un
mundo triste y sin color; pero se equivocan. El mundo a través de
mis ojos es, en realidad, mucho más hermoso de lo que ellos piensan.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Así como yo lo entiendo (de acuerdo a su primera definición), ser
agnóstico significa no aceptar nada acerca del mundo sin antes mirar
al mundo; mirar siempre dos veces, desconfiar siempre de toda
doctrina extranjera, de toda verdad demasiado clara o demasiado
evidente. En definitiva, nunca comprar un sistema de creencias
prefabricado sino darte siempre a la misión de construirlo con tus
propias manos sobre el terreno firme de tu experiencia y tus
sentimientos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Por eso, como les decía más arriba, estoy realmente muy conforme
con el sistema de creencias que al cabo de todos estos años he
diseñado; porque ha sido el fruto cuidadoso de una muy ardua
reflexión y contrastación. Por supuesto, no son respuestas lo que
tengo, no he reemplazado dogmas por otros dogmas, sino más bien he
ampliado mi perspectiva y he aprendido a mirar las cosas de una forma
diferente, más integral, más realista. Precisamente, y al igual que
hice ese día con los Testigos de Jehová, me permitiré compartir
con ustedes algunas de las más bellas imágenes de mi visión, a ver
si logro convencerlos o no de las maravillas que me rodean.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Hay un antiguo precepto filosófico y esotérico que manda que “todo
es uno”. A lo largo de estos años he comprendido esta unidad de
maneras más bien diversas, primero en su sentido más vulgar y
superficial, es decir, que todas las cosas son una sola cosa: todo es
mental, todo es poesía, todo es magia, todo es un milagro, etc. Sin
embargo, con el paso del tiempo he ido decantando esta idea y he
llegado a una versión un poco más sofisticada, y que sería ésta:
“sólo hay una naturaleza, una misma realidad y una única forma de
verdad detrás de todas las apariencias”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Así fue como comprendí finalmente el primer principio de Levi, que
durante años leí y que sólo hace poco llegué a comprender: que lo
sobrenatural no existe, y que lo “paranormal” es sólo una forma
arbitraria de llamar a fenómenos con los que no tenemos costumbre
(que no son, en definitiva, “normales”). Con sus bellas palabras,
él lo dice así: <i>Creo que una misma verdad se oculta bajo todos
los símbolos.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Esta idea puede parecer banal, pero en realidad es muy importante. En
primer lugar, obliga a rechazar toda forma de dualismo: entre lo
mental y lo corporal, entre lo sutil y lo concreto, entre lo físico
y lo espiritual, etc. Así, no es posible que las leyes de la física
operen en algunos ámbitos y no en otros; no es posible que haya
leyes de la ciencia oculta y leyes de la ciencia normal; y no es
posible, en definitiva, que por el “interior” de las cosas corran
energías o fantasmitas que la ciencia no pueda (ahora o en algún
momento) llegar a ver.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El surgimiento de la diversidad a partir de la unidad, el orden a
partir del caos, ha sido uno de los misterios más oscuros a los que
me he enfrentado, y la respuesta que creo tener para él (la
hipótesis hasta ahora no refutada) es una de las cosas más hermosas
con las que me he encontrado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Un poco más arriba mencioné el ejemplo del Juego de la Vida de
Conway. Expliqué allí que se trata de un sistema muy simple, que
puede evolucionar rápidamente hacia la complejidad. Esto es, en
esencia, lo que ocurre también en un computador, donde un bajo nivel
compuesto por circuitos que tienen sólo dos estados de transición
(encendido y apagado) pueden configurar fenómenos de alto nivel como
los bordes de las pantallas que vemos o la forma del cursor con el
que pinchamos botones en nuestro escritorio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
La forma en que los niveles se montan unos sobre otros puede ser
múltiple. No hay una sola forma de que la reducción ocurra, como
tampoco hay una sola forma de modelarla. Otra idea maravillosa que
conocí leyendo el fantástico libro de Douglas Hofstadter es la de
<i>jerarquía enredada</i>; es decir, cuando esta construcción desde
los niveles inferiores hacia los superiores no ocurre en una sola
dirección, y se dan bucles circulares, parcialmente circulares o
extraños.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Yo no sé cómo se conforma la naturaleza ni creo estar seguro de
cuál de las opciones hasta ahora considerada sea la más acertada.
No estoy seguro de que haya una partícula última, simple e
indivisible con la que estén hechas todas las cosas; bien podrían
darse en los niveles inferiores jerarquías enredadas o recursiones
infinitas, y nuestro mundo podría ser entonces un abismo reductivo
sin fin (opción que, en lo personal, me parece muy atractiva).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Por otra parte, la reducción tampoco implica necesariamente, como
algunos creen, determinismo (esta idea también la aprendí leyendo a
Hofstadter). Que un nivel A se reduzca a un nivel B quiere decir que
todos los fenómenos del nivel A pueden ser <i>descritos</i> usando
el vocabulario teórico del nivel B (como ocurre, por ejemplo, entre
la biología y la química); pero que un nivel A esté determinado
por un nivel B quiere decir que todos sus fenómenos pueden ser
<i>explicados</i> con el vocabulario teórico del nivel B. Y hay una
enorme diferencia entre <i>describir</i> y <i>explicar</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Una partida de ajedrez está regida por las reglas del juego pero no
<i>determinada </i>por ellas; con las reglas del ajedrez puedes
describir una jugada genial de Kasparov, pero no puedes explicarla,
mucho menos predecirla. De igual manera, yo creo que aquellos
fenómenos que llamamos “mentales” se reducen a fenómenos
bioquímicos y fisiológicos, pero no creo que estén determinados
por ellos; no creo que haya una manera de predecir, mirando sólo las
configuraciones neuronales de una persona, qué decisión tomará
respecto a cualquier asunto, incluso el más trivial, en un futuro
lejano o cercano. Pero tampoco creo que esto nos obligue a aceptar
que lo “mental” es esencialmente distinto de lo “corporal”.
En realidad, todos los fenómenos son corporales, porque todos los
fenómenos son físicos, porque la palabra <i>física</i> viene del
griego <i>físis</i>, que significa naturaleza. Y la naturaleza es
una sola.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
De esto se sigue también que, si el alma es el piloto inmortal del
cuerpo físico, entonces yo no creo en el alma. Pero ciertamente que
la “experiencia de la conciencia” (como diría Hegel) es de las
cosas más seguras y más extrañas que me han pasado en la vida. Sea
lo que sea eso que está ahí cada vez que digo “yo” u oigo
hablar de mí, esa cosa a la que a falta de un mejor nombre llamo “mi
alma”, es indudable que algo es, seguramente de un nivel muy alto
en la jerarquía, y tratar de explicarlo es todo un desafío, y acaso
el más trascendental de todos. Pero a pesar de eso no soy más -y no
me avergüenza decirlo- que un enorme y complejo cúmulo de
información.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
La información. ¡Ah, otro de los grandes misterios! No en vano
Gregory Bateson afirmaba que la cibernética (la rama de la
matemática que estudia los problemas relacionados con el flujo e
intercambio de información) es el más grande mordisco que la
humanidad ha dado al Árbol del Conocimiento en los últimos dos mil
años. Al lado de la cibernética las viejas teorías del animismo y
el vitalismo son fantasías pueriles; todo (todo, ¡todo!) contiene
información, todo porta información, todos los procesos de la
naturaleza están saturados de intercambios de información, pero
ella no es ninguno de los elementos que participan de dicho
intercambio. Cada parte del sistema contiene información acerca del
sistema completo, y a la vez el sistema completo contiene toda la
información de todos sus constituyentes. Pero la <i>información</i>
en sí no está en “sentido físico”, no es un gasparín sutil ni
una huella en el áura de las cosas, ella está sin estar, es a la
vez origen, medio y resultado de la abstracción.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El silbido de la tetera contiene información acerca de la
temperatura del agua, la transmite, hace posible que el complejo
intercambio ocurra en el acto altamente sofisticado de hacerse un té,
pero nada en el sistema (ni el vapor, ni el agua, ni la cocina ni la
forma del pito, ni las leyes que describen el calentamiento de los
cuerpos, etc.) es la información, y sin embargo, ella está en todas
esas cosas, todas ellas la rebosan. La cibernética es la forma más
cuerda y racional de aproximarnos a la locura del holismo: a la
comprensión de que todo, al fin y al cabo, está contenido en todo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Si el alma es información, no es descabellado pensar que esta
información se transmita de un lugar a otro dentro del sistema
complejo en el que el cuerpo participa, que es el sistema del mundo
real completo. Cuando un cuerpo muere, ¿qué ocurre con esa
información? ¿Se pierde? ¿Se dispersa? ¿O se transmite, alimenta
otros canales y se copia imperfectamente en otras partes del
complejo? Yo creo en la reencarnación, si se me concede que en
realidad nada se está reencarnando: cuando leo un libro, ciertamente
que es su autor quien me habla, a través del tiempo y del espacio.
Esas palabras, que son las suyas, es parte de la misma información
que conformó su alma. A veces siento que mi vida es sólo un
capítulo en el registro de un ser mucho más complejo, de un alma
que mira mi vida como un episodio en su propia vida más grande, más
larga e infinitamente más complicada que la mía. Y en cierta forma,
yo soy también él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Aprendí una vez, en un sueño (esas fantásticas experiencias que a
veces tanto pueden enseñarnos de nosotros mismos y de los demás)
que los fantasmas son nostalgia líquida. Información recogida por
sistemas más amplios, fragmentos de almas registrados de forma
imperfecta en los muros de una casa, en las pertenencias de un
difunto, en sus cartas, en sus tesoros personales. Cada día, por mi
casa, el fantasma de mi abuelo camina en las fotos, en los sillones,
en la disposición de los muebles; en la forma en como mi abuelita,
todos los días, se acuerda de él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Si todas las cosas son una, no hay manera de que haya ciencia de lo
sobrenatural; una y la misma ciencia debe explicar todos los
fenómenos de la realidad. A lo largo de los últimos años me he
convencido de que la ciencia moderna y la magia son una y la misma
cosa en estadios distintos de su evolución; en definitiva, el
intento sistemático de descubrir los motores ocultos de la
naturaleza para aprender a utilizarlos a nuestro favor. El tránsito
desde la analogía hacia la causalidad es quizás el único cambio
estructural que debemos aducir para que, estudiando con cuidado ambos
lados de la línea, se descubra que ella es continua. La medicina
moderna es, en sus aplicaciones más nobles, sólo una forma
perfeccionada de la ciencia maravillosa de Paracelso.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Mi concepción de la magia ha crecido desde la confianza ingenua al
optimismo crítico que hoy defiendo y que, en esencia, consiste en
esperar obtener de las doctrinas del ocultismo perspectivas novedosas
o no consideradas de ciertos aspectos de la realidad. Si pregunto a
la gente por sus signos del zodiaco no es porque crea en la
Astrología, sino porque me interesa el estudio de ciertos fenómenos
que (con algo de pompa) he llamado <i>anastrológicos </i>(de la
horrible palabra “Anastrología”, que es algo así como
“astrología sin estrellas”), esto es: la forma en que las
caracterologías y otras categorías de la astrología pueden usarse
de manera abstracta para modelar fenómenos complejos como, por
ejemplo, las relaciones personales. (Por supuesto, desde este enfoque
pedir la fecha es inocuo, y suelo hacerlo sólo como una humorada).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Lo mismo puedo decir de la adivinación. Mi pasaje menos favorito de
Levi la primera vez que lo leí es hoy mi favorito, porque me
demuestra que detrás del “último mago de Europa” había un
hombre sumamente inteligente y sumamente sensato; se trata de un
capítulo de su <i>Gran Arcano</i> (libro escrito hacia el final de
su vida) en el que rechaza todos los métodos de adivinación como
supersticiones superfluas (algunas hasta dañinas) y proclama el
único auténtico método de adivinación: la analítica, tal como la
presenta Poe al comienzo de <i>Los asesinatos de la Rue Morgue</i>.
En un poema llamado <i>Tarot</i> lo puse en estos términos: “el
que lee en los ojos de lo evidente es capaz de descubrir el
porvenir”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Esta es, para mí, la gran verdad detrás de la adivinación; una
verdad que, sin embargo, no está menos cargada de maravillas que la
“tradicional”. Yo todavía leo el Tarot y cobro por ello, y sin
embargo no me considero un estafador, porque de hecho puedo ayudar y
he ayudado a mucha gente. No sé cómo funciona, no sé qué es
exactamente lo que pasa allí, pero en la dinámica de la lectura
ocurren cosas que ponen cierta información de manifiesto; me gusta
creer que las cartas del Tarot son como las manchas de Rorschach o
las fórmulas de un lenguaje lógico: un espejo de la realidad, un
lenguaje vacío capaz de decirlo todo, una puerta hacia el interior
de uno mismo donde sacar a relucir lo que, en el fondo, el
consultante ya sabe pero no se atreve (o no quiere) reconocer.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
¿Puede el adivino predecir el futuro? No más que un meteorólogo.
Ambos métodos son el mismo, sólo que mientras uno mira al cielo, el
otro mira en el interior del alma.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Es por todas estas cosas que soy, también, tan férreo opositor y
proscriptor de la falsa brujería, de la superchería y la
charlatanería que existe en el medio. No basta con creer para poder
ver; la intuición, que en definitiva es lo que determina el talento
en este arte, debe ser entrenada y disciplinada por la teoría, por
la práctica pero sobre todo por la racionalidad que busque y
destruya el intento de auto-engaño siempre que él aparezca. A
fuerza de no querer engañar a los demás tuve que aprender a no
engañarme a mí mismo, y eso me llevó a revisar todos los sistemas
de adivinación que quise dominar para ajustarlos a mis propios
estándares. Hasta la fecha sólo la cartomancia ha pasado las
pruebas. Mi idea de la magia es una magia no mística, no iluminada,
una magia crítica, una auténtica magia blanca, porque es ésta (y
sólo ésta) la que puede estar segura de nunca herir a los demás.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Finalmente...</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
De lo que siempre quiero cuidarme es de estar tranquilo. De un día
conformarme con una respuesta, y dejar de buscar, dejar de dudar,
dejar de poner a prueba todo lo que creo. Temo equivocarme, pero más
temo un día no <i>poder</i> equivocarme. Mi gran lección de estos
últimos años, dentro y fuera de la filosofía, es ésta: nunca
rechazar ninguna idea sin probarla primero, sin revisarla o
analizarla, pero tampoco aceptar una idea sin haber hecho lo mismo.
Creo que la realidad siempre puede sorprendernos, que el mundo
siempre es un poco más grande de lo que nosotros pensamos. Creo que
los niveles en que se estructura la realidad son infinitos, que los
fenómenos y los procesos son interminables, creo que nunca dejaremos
de aprender. He vivido cosas extrañas en este viaje, he atisbado el
amor y el odio, me he estremecido con la música, con la literatura y
el cine y me he quitado el sombrero ante la belleza; y espero ver,
sentir y preguntarme acerca de muchas cosas más todavía, en un
viaje que, en definitiva, recién comienza. El trayecto que llevo ha
sido hermoso, y espero que nunca se termine.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Una pequeña bibliografía sugerida</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Les voy a compartir algunos títulos que de una forma u otra han
influido en las ideas que expuse en este artículo. Están en el
orden que yo los leí. Espero que, si cualquiera de ellos cae en sus
manos, puedan leerlo con detenimiento y aprender de él tanto como yo
lo hice:</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>El Gran Arcano o el Ocultismo Revelado</i>
de Eliphas Levi.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>El Reencantamiento del Mundo</i>
de Morris Berman.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle </i>de
Douglas Hofstadter.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>El amanecer de los Magos</i> de
Louis Pauwels y Jacques Bergier. (Traducido a veces también como “El
despertar de los brujos”).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>El Concepto de lo Mental</i> de
Gilbert Ryle.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Ciencia y cordura</i> de Alfred
Korzybski (no traducido (que yo sepa) al español; en inglés se
llama <i>Science and Sanity</i>).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>El hombre anumérico </i>de John
Allen Paulos (mi regalo de Navidad).</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Por otra parte, no hay mejor manera de “encantarse” con la magia
de la ciencia moderna que leyendo a los científicos mismos;
recomiendo a tales efectos estos dos fabulosos libros:</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>La Tragedia de la Luna </i>de
Isaac Asimov.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Contacto </i>de Carl Sagan.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Créditos</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El ejemplo de la mano de cartas se lo tomé prestado a Paulos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
El ejemplo del ajedrez se lo tomé prestado a Ryle.</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-25004594231244711332014-10-13T19:41:00.000-03:002014-10-13T19:42:04.768-03:00Todo lo que necesitas...<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Algo que siempre me ha
llamado la atención de la música popular es que por regla amplia y
general aquella que posee un cierto lineamiento político o
compromiso social explícito es de izquierda o de “tercera opción”
(léase: anarquismo, nacionalsocialismo, etc), mientras que las
canciones y los grupos ideologizados “de derecha” son muy
escasos, si es que acaso existen (yo nunca he escuchado alguno al
menos).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Lo he comentado varias
veces con amigos de formación filosófica más profunda que la mía
en el área y siempre coinciden en que una de las aristas de la
enajenación es, precisamente, la des-politización de todos los
ámbitos de la vida social. Dicho menos en palabras del planeta Marx
y más en palabras terrícolas esto es como decir que la gente de
derecha por lo general se considera por encima o por fuera de “lo
político” (entendido por supuesto en un sentido muy superficial),
implicando con ello que no consideran que todo tenga contenido
político, si es que acaso algo lo tiene, más allá de la política
en sí (como las campañas electorales o la afiliación a los
partidos).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Estas ideas me han hecho
eco a lo largo de los últimos años, sobre todo por su instanciación
en casos concretos; por ejemplo, cuando escuchaba a mis
familiares-con-plata y a otros cultos e informados simpatizantes de
la derecha denunciar que Camila Vallejos y otros dirigentes
estudiantiles durante el movimiento de 2011 habían <i>desvirtuado</i>
el problema de la educación al <i>politizarlo</i>. O si no, me ayudó
a comprender por qué las listas de derecha para las federaciones
estudiantiles no sólo de mi universidad sino de otras solían
ofrecer en sus campañas completadas y actividades deportivas, y
mofarse de la “tonto-gravedad” de los demás candidatos; y me
ayudó a comprender en retrospectiva una confidencia que me hicieron
una vez, de que los dueños y directores del diario <i>The Clinic</i>
eran de derecha.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Esto conecta de forma más
o menos cercana con otra reflexión (que ya he compartido en este
blog, creo) según la cual llego a concluir que la ideología de
derecha no puede defenderse a la vez racional y éticamente, lo que
nos obliga a aceptar que la gente de derecha es, en general, o tonta
o malvada. Esto como siempre lo defiendo abiertamente, y espero no
ofender a nadie al decirlo, pero me parece que es un hecho concluso
que las personas de derecha <i>a</i>) o bien no comprenden las
consecuencias sociales (la profunda injusticia, la deshumanización
del trabajo y la enajenación, la explotación humana y
medioambiental, etc) que derivan de sus creencias y que no pueden ser
solucionadas dentro del sistema (ya que se siguen por fuerza de
necesidad de postulados básicos de su visión de la sociedad y la
economía) o bien <i>b</i>) las conocen y están de acuerdo con
ellas, si bien a la hora de emitir opiniones son más bien cuidadosos
con la forma de hacerlo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Esto explicaría, a mi
parecer, por qué la música de derecha es en general tan vacía de
contenido político; en general porque, desde la derecha, no hay
mucho que defender ni mucho de qué jactarse. El capitalismo y sus
múltiples variantes han explotado al mundo y a la gente durante los
últimos (digamos) doscientos años, y no lo ha hecho en nombre de
ningún ideal elevado que lo justifique, de ahí que la gente que se
ha visto beneficiada por el modelo no quiera, por lo general, hablar
de política, y prefiera asumir más bien la cómoda posición de
apelar a esa “suerte que hay que tener al nacer”, como decía la
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=zV8j38Pjlp0" target="_blank">canción</a> de Ska-P. Eso también permite entender por qué los
cantantes que no tienen lineamientos declarados de izquierda y
apuntan a ese “otro” sector no escriban canciones de temática
social y se centren en el amor, en las historias simpaticonas o en el
“<a href="http://www.youtube.com/watch?v=pbejroPVJEk" target="_blank">pa pa pa</a>” del que se burlaban los Prisoneros; y explica a su vez
que cuando sí escriben canciones con “conciencia social” lo
hacen desde las categorías pusilánimes del sentimentalismo y la
caridad de corte cristiana, como el caso de la abominable <i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=M9BNoNFKCBI" target="_blank">We are the world</a></i><span style="font-style: normal;"> de Michael Jackson o
la lloricona </span><i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=MFnNMhTZ2AA" target="_blank">Another day in paradise</a></i><span style="font-style: normal;">
de Phil Collins.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Todo
esto tuvimos oportunidad de comentarlo anoche con Teresita (ella
estaba de hecho un poco más molesta y contrariada que yo), luego de
ir a escuchar al grupo Beatlemanía en el club deportivo Manquehue en
Vitacura. Excepción hecha de la calidad del espectáculo (que, en mi
opinión, y considerando que no es la primera vez que los escucho,
dejó mucho que desear), lo que más nos llamó la atención fue la
forma en que es posible </span><i>extirparle</i><span style="font-style: normal;">
el contenido político a una manifestación artística y convertirla,
en el acto, en un </span><i>producto vacío,</i><span style="font-style: normal;">
liviano para el consumo y agradable para las masas. No creo que los
Beatles sean un grupo ideológico de izquierda -ni mucho menos-, pero
creo que es evidente que existe un potente contenido político de
crítica y de subversión que es transversal a toda su carrera y a
los genios detrás de sus composiciones, sobre todo en John. Había
muchos y muy variados asistentes anoche (la magia del transporte
público y las actividades gratuitas), pero la mayoría era (y debo
decirlo con algo de tristeza) del mismo vecindario, o de las comunas
cercanas (mal que mal, la actividad la pagaba y organizaba la
municipalidad de Vitacura, como no dejó de recordárnoslo el
despreciable hombre que presentó al grupo). La escena me recordó una anécdota que Mario Olguín, curiosamente, no contó anoche: la de
los fabulosos cuatro <a href="http://www.youtube.com/watch?v=Jl-RDfQ72OA" target="_blank">tocando</a> delante de la corte británica, cuando
su líder dijo al público presente: “los que se sientan en el
gallinero pueden aplaudir... a los de los palcos, basta con que hagan
sonar sus joyas”. Por supuesto la gente hoy no usa joyas y ayer no
se oía el tintineo, pero lo que sorprendía tenía en parte que ver
con eso mismo: la gente allí presente que podría haber llevado
joyas en otro tiempo (o ayer mismo, quizás, si la actividad no
hubiera sido gratuita) había asistido a escuchar un tributo a ese
grupo sensación de los sesenta, los récord de ventas en todo el
mundo, la música que bailaban en su juventud, y no al cuarteto de
adolescentes irreverentes de pelo largo, provenientes del humilde
puerto de Liverpool, que descubrieron el sublime encanto de las
drogas en sus viajes por la India y que, entre otras muchas cosas, fueron grandes referentes culturales de la revolución de las flores. Veían a
Lennon como un “idealista”, alguien que “luchaba por la paz”
y se “equivocó algunas veces”; celebraban todas esas canciones
-alegres y entretenidas, no lo dudo- huecas del primer período de
fama del conjunto de Liverpool, y se llevaban a casa la buena
impresión de un gran espectáculo, familiar, simpático y acogedor,
pero absolutamente enajenado del contexto de producción original de
esa obra.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Lo
más bonito fue el final, cuando cantamos todos a coro </span><i>All
you need is love</i><span style="font-style: normal;">, y una Teresita
de brazos cruzados al lado mío me recordaba lo esencial de todo lo
que estaba pasando a nuestro alrededor: “es muy fácil decir que
todo lo que necesitas es amor cuando no eres un niño muriendo de
hambre en África”. La acidez de su comentario (que, por supuesto,
yo recibí como perfectamente atinado) me hizo pensar dos cosas: en
primer lugar, la forma grosera en que el mensaje de la canción se
había distorsionado en la cultura popular (no es un “Todo”
amplio, sino sólo aplica a las cosas que uno intenta hacer, como
cantar una canción o escribir algo, de acuerdo a lo que la misma
letra dice. Desde ese punto de vista, no tiene contenido social
porque nunca pretendió tenerlo), y la forma más grosera todavía en
que se lo llenaba de una profunda carga de conformismo. Recapitulando
en mi experiencia pasada, noté que con dos o tres significativas
excepciones (los más grandes beatlemanos que he conocido), las personas que me sacaban la canción para
ejemplificar algo siempre lo hacían en este sentido amplio y flojo,
cómodo y hueco, el que la mayoría de esa gente anoche trashumaba y
que mi polola me denunciaba entre dientes.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Esto
por supuesto contrasta también con el contexto mismo en que Lennon
escribió y presentó la que en varias ocasiones ha sido considerada
la mejor canción de los Beatles (y que, dicho sea de paso, es la
única canción escrita en siete cuartos que ha conseguido llegar al
primer puesto en los rankings estadounidense y británico). La BBC
pidió al grupo que escribiera una canción y la <a href="http://www.youtube.com/watch?v=s-pFAFsTFTI" target="_blank">interpretara </a>en vivo
para la primera transmisión de televisión satelital de la historia,
el 25 de Junio de 1967. Supuestamente, la canción debía representar
al Reino Unido, porque cada país de los que participaron en el
especial iba a mostrar algo característico de su país y su cultura.
John en cambio decidió hacer caso omiso de la invitación y compuso
</span><i>All you need is love</i><span style="font-style: normal;">,
que, como cualquier oyente atento puede percibir, no es una
exhibición de cultura inglesa sino todo lo contrario, una
manifestación explícita de las ideas universalistas y pacifistas de
su gestor, las mismas que años más tarde inspirarían su </span><i>Imagine,
</i><span style="font-style: normal;"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=DVg2EJvvlF8" target="_blank">tema</a> que por supuesto no pudo
faltar anoche. A propósito de eso último, me pregunto si los
asistentes de anoche saben lo que “</span><i>nothing to kill or die
for and no religion too</i><span style="font-style: normal;">”
quiere decir, y si acaso entienden que el musulmanismo no ha sido ni
es la única religión por la que se han matado personas a lo largo
de nuestra historia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Por
supuesto, no soy de la opinión de quienes piensan que </span><i>todo</i><span style="font-style: normal;">
arte </span><i>tiene </i><span style="font-style: normal;">que ser
ideológico; yo soy más bien partidario de creer (en parte por mi
propia experiencia) de que el arte no necesita justificarse y que
cada creador puede hacer lo que le plazca con su talento; mi
reflexión está motivada más bien por la actitud de las personas
que compran el yogur </span><i>light</i><span style="font-style: normal;">
de los Beatles-para-cuicos, que se ríen de los chistes pesados sobre
Yoko Ono y no comprenden, en definitiva, el arte que consumen, sea
porque nunca lo han comprendido o porque han hecho el ejercicio
consciente de ignorar todo aquello que no les gusta de él.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-size: large;">Háganse
las analogías pertinentes con lo que dije más arriba.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-80943346331746493992014-09-30T13:38:00.002-03:002014-09-30T13:40:42.988-03:00Carta Abierta a Consuelo Biskupovic<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Consuelo,</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Leí muy atentamente la <a href="http://www.elvacanudo.cl/noticia/sociedad/opinion-carta-la-alianza-francesa-de-osorno-de-una-expulsada">carta abierta</a> que el pasado lunes 29 de Septiembre fue publicada en el medio “El Vacanudo”, y es con motivo de aquélla que te escribo yo una a ti.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Tú y yo tenemos mucho más en común de lo que piensas, aunque formalmente no nos conocemos. Fuiste expulsada a los quince años; yo a los dieciséis. En tu carta te preguntas si las actitudes que sostuvieron contigo se mantuvieron o cambiaron con el paso del tiempo; yo puedo decirte que, al menos once años después, no habían cambiado mucho.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Yo, al igual que tú, era de los mejores promedios de mi curso. Es más, me decían con palmaditas en el hombro que estaban orgullosos de mi desempeño y de mis notas; que quizás llegaría a ser el puntaje nacional en Lenguaje y Comunicación que el colegio, hasta esa fecha, todavía no tenía. Pero no era sólo eso lo que teníamos en común: yo también tenía un mal comportamiento, y al igual que tú, yo también tuve ese mote de “condicional” sobre mi matrícula. Yo también fui, en su momento, el niño símbolo del insurreccionismo adolescente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Yo también me “pasé el rollo” de estar en el mejor colegio de Osorno, de ser un privilegiado por poder recibir educación del modelo francés y todas esas cosas (que son, a mi haber, hoy por hoy todas falsas, y también me alegré de que me lo confirmaras). Tal vez por eso cuando leí tu carta te sentí tan cercana, tan sincera, porque en el fondo nuestras experiencias son muy parecidas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Sin embargo, mis circunstancias de expulsión (una “expulsión” entre comillas, porque en estricto rigor me retiré para no tener que acatar una sanción que, en caso de oponerme, de todas formas era causal de cancelación de la matrícula) fueron un poco distintas, y si a mí me interesó tu historia entonces sospecho que quizás a ti te podría interesar conocer la mía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Tú llegaste hasta tu fin de año para retirarte; yo me tuve que ir bruscamente a fines de Mayo, allá por el año 2008. Había hecho algo muy, muy malo: había expresado mi opinión, y a algunos no les había gustado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Te voy a contar a vuelo de pájaro la historia, que tú quizás podrás completar muy bien, porque si hay un lugar en el mundo donde el tiempo no pasa, es en Osorno (ni para sus calles ni para su gente). Yo no tengo un apellido con <i>umlaut</i>, mis papás no tenían predios con vacas, ni siquiera habíamos nacido en Osorno; no éramos miembros de la masonería ni de la iglesia Evangélica, mi papá no militaba en ningún partido político, no tenía cuñados ni primos ni conocidos sirios. Éramos unos afuerinos llegados a echar suertes en el bello sur del país (suerte que no salió muy buena, porque estamos a la fecha todos de vuelta en Santiago). Mi papá era -todavía es- hombre de esfuerzo, no tenía un cargo público ni agrónomo, sólo trabajaba para ganar lo suficiente, lo que nos diera para vivir y para que nosotros, sus hijos, asistiéramos al “mejor” colegio de la zona, un privilegio que por lo menos en Osorno no era tan descabellado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Yo también aprendí, en mi trato coloquial con aquella juventud, desde chiquito a tratar a los mapuches de negros flojos y borrachos; calculé, con algo de vergüenza, los porcentajes de sangre europea en mi sangre, y presumí de algunas cosas que nunca había hecho o nunca había tenido, para no sentirme menos que el resto. Sin embargo esas costumbres, si bien las tuve cuando era menor, las fui perdiendo en la adolescencia. Cuando uno crece el mundo crece con uno, y empecé a darme cuenta de que había cosas que no me gustaban. Y sentí un profundo interés por cambiarlas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Voy a presumir de cosas que, si averiguas luego con cuidado, descubrirás que son todas ciertas. Escribí un diario escolar que de forma continuada publicó números entre Julio de 2005 y Agosto de 2007, el más longevo de la historia de la institución. Me postulé dos veces al Centro de Alumnos (perdí por mis “inclinaciones de izquierda” (la segunda vez por sólo un voto), algo que todavía me sigue pareciendo soberanamente estúpido). Ayudé en la organización de la Semana del Colegio del año 2007 aunque no formaba parte del Centro de Alumnos, y no pedí (ni recibí) ningún reconocimiento por ello. Fui presidente de curso “nominativo” por todo un año, y oficial durante los tres meses que pasaron antes de que me fuera. Hice las primeras dos transmisiones de estudiante en la Radio del Colegio, sin que nadie me lo pidiera y sin ganar nada a cambio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Ahora tú comprenderás que esto no es causal de expulsión, sino todo lo contrario. Ahora me toca decir las cosas que me tenían en el filo de la guillotina: tirar un papel quemado por una ventana en segundo medio. Asumir la culpa por un frasquito de pintura arrojado a una pared (encubrí a un amigo que tenía condicionalidad por notas). Romper (en compañía de otros) un interruptor. Cantar en clases. Hacer desorden en general. ¿Me falta algo? Oh, claro que sí: exponer abiertamente mis ideas y críticas a través de medios escritos. Denunciar las OBVIAS malversaciones de fondos que nos tenían en condiciones de liceo público, con una matrícula que rozaba los doscientos mil pesos. Escribir una novela de ficción, privada y de circulación restringida, inspirada lejanamente en hechos de la vida escolar y personas, hijos, familiares, conocidos y protegidos de personas con mucho poder y dudoso lineamiento moral. Contestar inteligentemente a las sanciones, promover la desobediencia y apoyar las iniciativas de crítica y cambio contra las normas establecidas. Ah, y escuchar Black Metal.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">La novela de ficción fue la prolongación clandestina del diario que me obligaron a descontinuar, primero porque “compañeros” habían reunido firmas para pedir que se me censurara (lista de firmas que yo nunca vi) y después por “faltarle el respeto a una profesora” (se quedó atrapada en Antillanca con su curso por una nevazón, y el Domingo por la tarde pidió que la bajaran -dejando a su octavo básico con la supervisión del guardabosques- porque tenía que cumplir horario en el colegio Alemán). Una de las personas en las que yo confiaba (que todavía no sé quién es) y que recibía semanalmente la novela en su bandeja de entrada leyó algunas cosas que no le gustaron, y en lugar de conversarlo conmigo imprimió todo el material y lo entregó en dirección. Una psicóloga (que debe seguir siendo la psicóloga del colegio) manifestó que yo tenía problemas de moral. Mi profesora jefe dijo, delante de mis padres y en presencia del director, que podía tener problemas mentales (espero que no sea la misma profesora de química de la que guardas tan buenos recuerdos). Papás de abultados bolsillos y pintorescos apellidos pidieron mi expulsión y que me sometiera a control psiquiátrico, que ofreciera disculpas públicas ante la comunidad, me negara a volver a escribir cosas sobre ellos, sus familias y sus estilos de vida, y me dedicara (por obligación) a escribir un diario “constructivo, simpático y amistoso” para las Inter-alianzas, que ese año se celebraron en Osorno (qué vergüenza, pensarás tú; yo pensé lo mismo).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Se reunió un Comité disciplinario (algo parecido a lo tuyo, sólo que este incluye a todos los estamentos, se considera de aplicación extraordinaria en casos de conducta extremadamente grave y sólo había sido usado una vez) y se determinó que, so pena de expulsión, yo debía someterme a todo lo que enumeré en el párrafo anterior. Mayo de 2008. Y aquí me tienes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Pero, ¿sabes? Después de todo este tiempo, no guardo rencor ni resentimientos. Recuerdo mi historia incluso con algo de gracia, porque sé que no sólo tú o yo, sino que muchos más, en muchos otros colegios como éste y en muchos lugares del país y quizás del mundo, hemos pasado por lo mismo. Y nosotros somos la prueba viva de que hay algo más afuera de la burbuja, que el mundo es rico en experiencias y que personas como tú o como yo tenemos mucho que entregar. Gracias a las redes sociales puedo enterarme de tiempo en tiempo de lo que está siendo de mis ex compañeros, de sus familias y de su colegio, de la comunidad en la que viven. Osorno y su “comunidad francesa” no han cambiado mucho, porque Osorno no ha cambiado mucho; sigue siendo un pequeño pueblo feudal, controlado por una élite cristiana y conservadora de latifundistas y comerciantes que ejercen un control hegemónico sobre los medios locales oficiales de comunicación y que son respaldados por los marcos valóricos de sus colegios y del interés particular de las comunidades que alrededor de ellos se reúnen. Algún día, quizás, llegué a envidiarlos. Hoy no.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Agradezco no formar parte de la comunidad de la Alianza Francesa de Osorno, agradezco no ser considerado un ex alumno, agradezco poder contar historias como ésta, que me convierten en alguien que tiene -al menos- una historia que contar, que tiene algo que dejarle a las futuras generaciones, que tiene un mensaje que entregarle a jóvenes despiertos, animados y con un futuro brillante por delante. Conocí personas realmente valiosas, es cierto, que me brindaron su apoyo y su amistad en el momento preciso y que siguen manteniéndose en contacto; y me alegra saber que son los únicos que han sabido tomar las riendas de su vida, romper la burbuja y superarse a sí mismos, a la cuna en que nacieron y al ambiente en el cual se formaron.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Por eso también me alegré mucho de saber que eres una de ésos. Yo en este momento estoy terminando mis estudios de Filosofía en la Universidad de Chile y siento que tengo un futuro prometedor y lleno de riquezas por delante también. Tal vez en una vuelta de la vida nos lleguemos a conocer en persona, y podamos compartir mutuamente estas experiencias que nos han tocado a ambos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Mi profunda amistad y un cariñoso saludo,</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><i>Inti Målai Perdurabo</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Miguel Alvarez Lisboa</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-1836058446512051532014-08-24T12:16:00.000-04:002014-10-18T12:53:10.980-03:00Las (malditas) probabilidades<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En
este último tiempo, amigos y desconocidos me han asaltado con un
viejo y siempre irritante argumento a favor del diseño inteligente.
Coincidencia sin duda significativa, que me ha tenido de mal humor
por varias semanas, y como siento que necesito volver a mi centro
para dedicarme a cosas más importantes, decidí escribirles un
brevísimo artículo sobre el tema.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Lo
que ellos (un gran e indefinido plural) dicen se resume más o menos
así:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Las tan escasas
probabilidades de que el universo haya ocurrido tal como ocurrió, y
que se hayan dado las condiciones para la vida, el hombre, y que
estemos aquí ahora preguntándonos por el origen del universo, hacen
imposible que sea cosa del azar. Luego, debió haber una inteligencia
superior planificando y dirigiendo el proceso desde su origen.</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Veamos:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
probabilidad es una medida ficticia para comparar predicciones. Por
culpa de nuestros imperfectos sistemas de educación, creemos que
cuando algo tiene <i>más</i> probabilidades de ocurrir, esto de
alguna manera significa que es más <i>posible</i>, más <i>fácil</i>
o más <i>real</i> que lo que tiene <i>menos </i>probabilidades. Pero
todo esto deriva de un sencillo error, que paso a corregir de
inmediato.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
probabilidad de que un evento H ocurra se calcula de la siguiente
forma: casos favorables dividido por casos <i>posibles</i>. Nótese
que aquí <i>posible</i> tiene una connotación metafísica, así que
no es un sinónimo de <i>probable</i> (o habría una evidente
circularidad).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si
tiro un dado, la probabilidad de que obtenga un 3 es de 1/6; porque
el caso favorable es uno, y los casos posibles son seis.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si
tiro un dado, la probabilidad de que obtenga un 3 o un 4 es de 2/6;
porque los casos favorables son dos, y los casos posibles, todavía
seis.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si
tiro un dado de cuatro caras (existen), la probabilidad de que
obtenga un 3 es de 1/4, y por lo tanto, es <i>más probable</i> que
saque un 3 en un dado de cuatro caras, que en un dado de seis (porque
1/4>1/6).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Convenido.
Pero, ¿qué significa exactamente esto?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Al
menos, NO significa una de estas cosas:</span></div>
<ul>
<li><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Que
es más posible que salga un tres en el dado de cuatro: ambos
eventos son igual de posibles.</span></div>
</li>
<li><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Que
es más fácil sacar un tres en un dado de cuatro: lo que hay que
hacer para sacar un tres, en ambos dados, es exactamente lo mismo:
tirar el dado.</span></div>
</li>
<li><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Que
es más real el evento donde sale tres en un dado de cuatro, que en
un dado de seis: cuando sale tres en uno de los dos dados, el evento
está ocurriendo efectivamente y con la misma realidad que si
saliera en el otro dado.</span></div>
</li>
</ul>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Lo
que significa <i>exactamente</i> que un evento sea más probable, es
que, de la repetición de intentos de sacar 3 en uno de los
dos dados, es <i>predictible</i> que obtendré un 3 en el de cuatro
caras antes que en el de seis. Y este <i>ser predictible</i> quiere
decir exactamente esto: que si hiciera tiradas repetidamente de ambos
dados y anotara cuando sale primero el tres en uno y en otro, contra
más tiradas haga, la cantidad de veces que obtenga el tres en el
dado de cuatro caras será mayor que la cantidad de veces que obtenga
el tres en el dado de seis.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ahora,
se dice a menudo que las probabilidades de que surja la vida en el
universo son muy, muy bajas. ¿Qué quiere decir esto?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Quiere
decir, sencillamente, esto: que si pudiéramos observar la ocurrencia
de universos completos, uno tras otro, en similares condiciones de
<i>posibilidad</i> (es decir, en una metafísica constante),
tendremos muchos universos sin vida antes que ocurra un universo con
vida.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
probabilidad NO ES UNA PROPIEDAD METAFÍSICA. Que sea <i>improbable</i>
que el universo sea como de-hecho-es, no implica que sea más o menos
fácil, o real, o imposible, que ocurra.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">De
los infinitos universos posibles este es uno de ellos en los que un
ente puede preguntarse por el origen de su universo. Ni siquiera
estoy seguro de que la probabilidad sea baja, porque no tengo idea de
cuántos universos <i>posibles</i> hay.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
apelación a la baja probabilidad no permite transitar a la
presuposición de un diseñador o un causador inteligente. En primer
lugar, hay que tener en cuenta que la apelación a las probabilidades
NO TIENE NADA QUE VER Y NO PODRÍA TENERLO con la pregunta por el
origen del universo. Incluso decir que el universo <i>tiene</i>
probabilidad es hacer trampa, porque está <i>presuponiendo</i> que
en una dimensión trans-real hay un meta-tiempo y un meta-espacio
donde hay seres superpoderosos que son capaces de originar universos
y por lo tanto medir su ocurrencia mediante probabilidades.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Una
vez más: las probabilidades son una forma convencional y ficticia de
medir predicciones. ¡Y no se puede predecir lo que ya ha ocurrido! Y
ciertamente que, si el universo tuvo un origen (tampoco lo creo, pero
bueh...), estamos seguros de que lo tuvo porque <i>ya ocurrió</i>.
Decir que <i>podría no haber ocurrido </i>es un truismo vacuo,
porque para cualquier evento posible siempre existen al menos dos
estados: que ocurra, o que no ocurra. Pero, de nuevo, las
<i>posibilidades </i>no son lo mismo que las <i>probabilidades.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">De
igual forma como tampoco tiene que ver con la <i>certeza</i> o la
<i>explicación, </i>por ejemplo. Todos estos conceptos son
diferentes, aplican en sentidos diferentes, la ciencia los usa en
sentidos que, ciertamente, el común de los mortales muchas veces
entendemos mal, y usarlos sin cuidado lleva, las más de las veces,
sólo a atroces confusiones.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
para resumir:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
<i>posibilidad</i> es un valor metafísico.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
<i>probabilidad</i> es un valor predictivo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
<i>certeza</i> es un valor epistémico (relativo al conocimiento).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
<i>explicación</i> es un valor teórico.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Muchas
gracias por su atención.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-22203483442007951342014-08-18T23:55:00.003-04:002014-10-18T12:53:26.168-03:00MATCH POINT (cuento)<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Descartes llegó al final de su razonamiento y dijo: "Yo soy, yo existo"; así supo, clara y distintamente, que la era de los engaños había terminado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Su genio maligno, el Descartes que escribía el libro, había logrado engañarlo engañándose a sí mismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-12832955557079154622014-07-24T12:02:00.000-04:002014-10-18T12:53:49.568-03:00Visiones de un futuro pasado<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">No es de mi costumbre ni de mi agrado escribir aquí cosas que yo mismo no haya escrito, pero el siguiente fragmento que les comparto lo considero absolutamente exquisito y creo que todos podemos extraer de él grandes reflexiones. Pertenece a Isaac Asimov y es la primera parte de su ensayo <i>Lo antiguo y lo último</i>, capítulo 14 del libro "La tragedia de la Luna".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Leámoslo con cuidado y juguemos con él a imaginar el futuro con el que este visionario de la ciencia-ficción soñó en los setenta. ¿Les hace sentido lo que dice?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Hace unas tres semanas (en el momento de escribir esto) asistí a un seminario en un lugar al norte del Estado de Nueva York, un seminario sobre las comunicaciones y la sociedad. Yo no tenía mucho que hacer, pero estuve allí cuatro días, así que tuve la oportunidad de enterarme de las actividades que se estaban desarrollando.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">La primera noche asistí a una conferencia excepcionalmente buena dictada por un caballero extraordinariamente inteligente y encantador, que trabaja en el campo de las cintas de vídeo. Con argumentos atractivos, y en mi opinión irrefutables, afirmó que las cintas de vídeo representaban la tendencia del futuro en el campo de las comunicaciones, o al menos una de las tendencias.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Señaló que los programas comerciales destinados a cubrir los tremendos gastos de las cadenas de televisión y de los terriblemente ávidos anunciantes no tenían más remedio que atraer a audiencias de decenas de millones de espectadores.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Como todos sabemos, los únicos programas que tienen alguna posibilidad de agradar a entre veinticinco y cincuenta millones de personas son los que evitan cuidadosamente la posibilidad de ofender a nadie. Cualquier cosa que pudiera darles un poco de sabor o de variedad ofendería a alguien y se habría perdido la partida.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Así que sólo sobreviven las papillas insípidas, no porque sean especialmente agradables, sino porque tienen buen cuidado de no resultar desagradables para nadie.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">(Bueno, a algunas personas, como a usted y a mí, por ejemplo nos desagradan, pero cuando los magnates de la Unidad contabilizan el número de ustedes y yoes, y de gente como nosotros, el resultado final les provoca desdeñosas carcajadas.)</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Pero las cintas de vídeo, capaces de complacer a los paladares más peculiares, sólo venden contenido, y no tienen por qué enmascararlo con un barniz falso y costoso o con la presencia de alguna renombrada estrella del espectáculo. Si se lanza una cinta sobre estrategias de ajedrez con símbolos de las piezas de ajedrez moviéndose sobre un tablero, no es necesario añadir nada más para vender un número x de copias a un número X de fanáticos del ajedrez. Si cada cinta se vende a un precio que cubra los gastos de su edición (más un honrado margen de beneficios) y si el número de ventas está de acuerdo con lo fijado, entonces todo va bien. Es posible que alguna cinta venda menos de lo previsto, pero también es posible que otra venda mucho más de lo que se esperaba.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Para abreviar, el negocio de las cintas de vídeo sería bastante parecido al de las editoriales. </span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">El orador expuso este punto con toda claridad, y lo dijo: </span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">—El manuscrito del futuro no será un fajo de papeles torpemente mecanografiados, sino una secuencia de imágenes hábilmente fotografiada... — no pude evitar removerme inquieto en mi silla.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Es posible que al moverme llamara la atención sobre mi persona ya que estaba sentado en la primera fila, porque el orador añadió acto seguido: </span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">— ...Y los hombres como Isaac Asimov se quedarán anticuados y serán sustituidos por otros.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Como es natural, di un brinco, y todo el mundo se rió alegremente ante la ocurrencia de que yo pudiera quedarme anticuado y fuera reemplazado por otro.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Dos días más tarde el orador que iba a hablar aquella tarde llamó desde Londres para comunicar que le era imposible salir de la ciudad, así que la encantadora dama que dirigía el seminario vino a verme y me pidió dulcemente que lo sustituyera.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Como es natural, dije que no tenía nada preparado, y como es natural ella dijo que todo el mundo sabía que no necesitaba prepararme para dar una conferencia maravillosa, y como es natural, me ablandé ante los cumplidos, y como es natural aquella tarde me levanté y como es natural di una conferencia maravillosa. Todo fue muy natural.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Me resulta imposible contarles qué es lo que dije exactamente, porque, como todas mis charlas, fue improvisada; pero, por lo que recuerdo, en esencia era algo así:</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Como hacía dos días que un orador nos había hablado de las cintas de vídeo, presentándonos la fascinante y deslumbrante imagen de un futuro en el que las cintas de vídeo y los satélites dominarían el panorama de las comunicaciones, yo me disponía a servirme de mis conocimientos de ciencia ficción para explorar un futuro aún más lejano y hablaría de cómo podrían fabricarse cintas de vídeo con métodos mejores y más refinados, haciéndolas aún más sofisticadas.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">En primer lugar, el orador nos había mostrado que las cintas tenían que ser decodificadas por un aparato bastante caro y voluminoso, que transmitía las imágenes a una pantalla de televisión y el sonido a un altavoz.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Evidentemente, todo el mundo esperaría que este equipo auxiliar fuera haciéndose más pequeño, más ligero y transportable. En el fondo, lo que se esperaría es que acabara por desaparecer y que se integrara a la misma cinta.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">En segundo lugar, para que la información contenida en la cinta se transforme en imágenes y sonido es necesario un gasto de energía que redunda en perjuicio del medio ambiente. (Como cualquier gasto de energía; aunque su uso es inevitable, hay que evitar utilizarla más de lo estrictamente necesario).</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Por consiguiente, es razonable esperar que disminuya la cantidad de energía necesaria para decodificar las cintas.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">En último término, esperaríamos que disminuyera tanto como para llegar a desaparecer por completo.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Por tanto, podemos imaginarnos una cinta que fuera completamente transportable y autónoma. Seria necesario emplear energía en su fabricación, pero no en su utilización, y tampoco sería necesario un equipo especial para su uso posterior. No sería necesario enchufarla en la pared ni cambiarle las pilas, y podría ser transportada para ser vista en el lugar en que cada uno encontrara más cómodo: en la cama, en el cuarto de baño, en un árbol o en el ático.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Una cinta de vídeo de estas características produce sonidos, como es natural, y también desprende luz. Evidentemente su usuario debe recibir con claridad las imágenes y el sonido, pero sería un inconveniente que molestara a otras personas que posiblemente no estarían interesadas en su contenido. Idealmente, esta cinta autónoma y transportable sólo tendría que ser vista y oída por el usuario.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Por muy sofisticadas que sean las cintas existentes en la actualidad en el mercado o previstas para un futuro próximo, siempre tienen necesidad de controles. Tiene que haber una palanca o un interruptor para encenderlas y apagarlas, y otros para controlar el color, el volumen, el brillo, el contraste y todas esas cosas. Mi idea es que esos controles pudieran ser manejados, en la medida de lo posible, por la voluntad.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Me imagino una cinta que deje de correr en el momento en que se aparte la mirada. Permanece parada hasta que se le vuelve a prestar atención, momento en el cual vuelve a ponerse en marcha inmediatamente. Me imagino una cinta que corre más deprisa o más despacio, hacia adelante o hacia atrás, a saltos o con repeticiones, dependiendo únicamente de la voluntad del usuario.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Admitirán ustedes que una cinta de estas características constituye un perfecto sueño futurista: autónoma, transportable, sin consumo de energía, absolutamente privada y controlada en gran medida por la voluntad.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Ah, pero soñar no cuesta nada, así que seamos prácticos. ¿Es posible la existencia de una cinta así? Mi respuesta es: sí, naturalmente.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">La siguiente pregunta es: ¿cuántos años habrá que esperar antes de conseguir una cinta tan increíblemente perfecta?</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">También tengo respuesta para eso, y una respuesta bastante concreta. La conseguiremos dentro de menos de cinco mil años, porque lo que acabo de describir (como es posible que hayan adivinado), ¡es el libro!</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">ISAAC ASIMOV</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><i>Lo antiguo y lo último</i>, en "La Tragedia de la Luna"</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Obtenido de www.zeth.ciencias.uchile.cl</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Traducción de: Antonio Escohotado.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-89104779163936751802014-07-19T01:45:00.000-04:002014-10-18T12:54:11.610-03:00En Defensa de Wikipedia<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hace algunas semanas me
sorprendí de escucharle decir a una de mis hermanas que en el
colegio el profesor les prohibía citar a Wikipedia en sus trabajos.
Esto, por supuesto, no fue una noticia muy novedosa para mí: cuando
yo estaba en el colegio esta prohibición corría de manera
transversal a todas las asignaturas, y en ese tiempo me parecía
natural que así fuera; era, sin más, otro de muchos sitios donde
podías acceder de forma rápida y sencilla a información completa y
con pocas garantías de fiabilidad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero mi mundo en esos
años era más pequeño, sus cimientos eran más sólidos y el
conocimiento sobre todo era, tal como es para la mayoría de los
escolares, un corpus completo y bien conocido de verdades absolutas.
No creo que Wikipedia haya cambiado mucho desde entonces hasta hoy,
sólo ha crecido; y los colegios, por lo que se ve, al menos no han
mejorado. Entonces la única posibilidad es que yo haya cambiado,
porque lo que antes me parecía natural hoy me causó una profunda
impresión.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero ustedes, mis atentos
lectores, acaso podrán preguntarse: ¿qué es lo que tiene de malo
que Wikipedia no sea citable en estos días? Después de todo,
cualquiera puede entrar y modificar su contenido... ¿qué garantías
de fiabilidad nos entrega eso? ¿Sólo la buena voluntad de algunos
cerebritos que la protegen, gratis, en sus ratos libres, de las
informaciones maliciosas...?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Les voy a contar por qué
me pareció extraño, pero como es mi costumbre, primero me daré una
larga vuelta para contarles más anécdotas personales.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Volvamos en el tiempo a
mi octavo básico. Una profesora de cuyo nombre no quiero acordarme
(¡bien, sí lo recuerdo, sólo no quiero darlo!) nos dio un trabajo
grupal sobre la monarquía inglesa moderna. Como yo era un alumno
ejemplar y también lo eran mis amigos, dejamos el trabajo para
último día y ese día resultó que no pudimos juntarnos. Y nadie
estaba muy interesado en terminar el trabajo, por lo que yo me ofrecí
a hacerlo. El problema: en mi casa no había internet. ¡Pero! había
un objeto muchísimo más valioso, una joya invaluable, que lamento
mucho no poder tener en este momento en MI librero (está juntando
polvo en casa de mis padres): una edición de la Enciclopedia Salvat
del 76. Doce tomos a todo color llenos de la más pura y concisa
sabiduría humana.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Empeñoso y dedicado como
era en mis tareas, me senté en el pasillo de mi casa y comencé a
hacer el trabajo. Lo escribí primero en cuaderno, luego lo pasé en
limpio en computador, luego lo imprimí y lo entregué al día
siguiente, con el nombre de todos mis amigos. Como había que
especificar fuentes, y para no mentir, anoté: Enciclopedia Salvat,
1976.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Llega el día de la
entrega de los trabajos revisados, y mi profesora entra a clases
hecha una furia: ¡un espanto, los trabajos! ¡La peor cosa que había
leído en su vida! Pero lo que la tenía más indignada: que
“algunos” descaradamente habían tenido la osadía y poca
vergüenza de colocar en la bibliografía Enciclopedias, “cuando
era evidente que todo lo habían sacado de Internet”. Hubiera
levantado mi mano para contestarle, el problema es que eso implicaba
reconocer que yo había hecho el trabajo solo y el último día...
Mala cosa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">No les cuento esto sólo
para vanagloriarme de mi desempeño escolar o de lo rudimentario de
mis métodos de investigación, sino para destacar un hecho
significativo: en lo que concernía al contenido de los trabajos, al
parecer no se podía distinguir entre el que había sido hecho con la
edición de 1976 de la Enciclopedia Salvat y los que habían sido
hechos con el Rincón del Vago o la siempre despreciada Wikipedia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero eso... ¿hablaba mal
del Salvat, o bien de Internet?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large;">Los enciclopedistas</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hoy
Wikipedia cuenta con más de treinta y siete millones de artículos,
en más de doscientos ochenta y cuatro idiomas (de acuerdo con la
entrada <i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia" target="_blank">Wikipedia</a></i><span style="font-style: normal;"> en
Wikipedia), lo que la convierte en una de las más completas del
mundo y de la historia. En 2005 se le hizo una evaluación de
confiabilidad, comparándosela con la Enciclopedia Británica, y pasó
las pruebas más que satisfactoriamente (cabe destacarse que yo cursé
octavo básico en 2005). Pese a todo, todavía no puede citarse en
los colegios. ¿Por qué?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Realmente
es un tema, el de las enciclopedias. Tomemos por ejemplo el caso de
una tarea de historia. La profesora le da como deber a sus alumnos
investigar sobre un tema, Carlomagno, por decir algo. ¿Quién fue
Carlomagno? ¿Qué cosas hizo? ¿Qué se sabe de él, de su vida, de
su legado? ¿Por qué es importante saber acerca de él?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Este
niño, uno cualquiera de la clase, entrará en Internet y,
lamentablemente, no podrá copiar/pegar la entrada de Wikipedia
(“</span></span><i>Carlos I el Grande, llamado Carlomagno (latín:
Carolus Magnus; alemán: Karl der Grosse; francés: Charlemagne)
(¿Herstal?, 2 de abril de 742, 747</i><sup><i> </i></sup><i>o 748 –
Aquisgrán, 28 de enero de 814), fue rey de los francos desde 768
hasta su muerte, rey nominal de los lombardos (764–814) y emperador
de Occidente (800–814). Hijo del rey Pipino y de Bertrada de Laon,
sucedió a su padre y...</i><span style="font-style: normal;">”) por
lo que tendrá que conformarse con el segundo resultado de su
búsqueda: un sitio permitido y aprobado por la educación chilena,
Icarito (“</span><i>Carlos, conocido posteriormente como </i><strong><i>Carlomagno
</i></strong><i>o </i><strong><i>Carlos I el Grande</i></strong><i>,
nació en Aquisgrán (Aix-la-Chapelle), Alemania, en el año 742.
Sobre su infancia, adolescencia y educación no se sabe casi nada;
solo que en el año 754, tres años después de que su padre, Pipino
el Breve, destronara al...</i><span style="font-style: normal;">”).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El niño podrá hacer
toda su tarea con la exuberante información que encontrará en
Internet, en todas esas páginas aprobadas por su profesor... pero si
sigue leyendo comenzará a leer cosas extrañas. Por ejemplo, que al
parecer... Carlomagno no existió.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Cómo, que no existió?
Sí, al parecer hay historiadores que piensan que Carlomagno no
existió. Que de hecho nada de lo que creemos que ocurrió entre los
años 600 y 900 ocurrió, incluyendo todas las maravillosas cosas que
le atribuimos al gran Carlomagno.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El niño tal vez decide
hacer su tarea sobre esta versión interesante que ha encontrado en
Internet. Toma su cuaderno, anota (o en su defecto lo hace como los
niños de hoy,
copia/pega/formatea/cambia-la-primera-línea-para-que-no-sea-googleable/imprime)
y entrega su tarea. ¿Nota? Un UNO.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Por qué nuestro amigo
se sacó un UNO? Porque citó páginas como <i>marcianosmx.com</i>,
<i>portalnet.cl</i>, y otras aparentemente serias, como
<i>ecodiario.eleconomista.es </i><span style="font-style: normal;">o</span>
<i>elmundo.es</i>, pero que claramente no son sitios para hacer una
tarea.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El niño, ingenuamente,
se había topado con la <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Phantom_time_hypothesis" target="_blank">Teoría del Tiempo Fantasma</a>, una especulación
alucinada de algunos arqueólogos, historiadores y hombres con muchos
títulos universitarios y poca inteligencia acerca de que los años
entre el Imperio Romano de Occidente y el Sacro Imperio Romano son un
fraude inventado por altas esferas intelectuales de la Baja Edad
Media. (¡Imagínense la nota que le hubieran puesto si hubiera
llegado al sitio de la Nueva Cronología...!).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El niño ha caído en la
trampa de la Sociedad del Conocimiento: donde todo, absolutamente
todo, está a nuestra libre disposición, allí, a un <i>click</i> en
el Google.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero por supuesto que no
todo ese Conocimiento es del “bueno”. Hay páginas con cosas
falsas, páginas con cosas inventadas, algunas con fines
humorísticos, otras como fantasías alucinadas de algunos retardados
mentales. ¿Cómo se distingue la “buena” información de la
“mala”?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Bueno, la “buena”
debe basarse en fuentes confiables. Ahora ustedes se preguntarán,
¿qué es una fuente confiable?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Una fuente confiable es,
vueltas más, vueltas menos, una fuente que pueda acreditar la
solidez de sus investigaciones y que haya sido aprobada por una
mayoría significativa de especialistas en la comunidad científica o
académica en torno al tema que se refiere.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Resulta que una fuente
confiable es, por ejemplo, una Enciclopedia. No Wikipedia, por
supuesto, sino que una <i>buena </i><span style="font-style: normal;">enciclopedia,
una de esas que se venden impresas, que tienen más de seis tomos y
que vienen a </span><i>full color</i><span style="font-style: normal;">,
y que fueron compiladas y redactadas por personas a las cuales les
</span><i>pagaron</i><span style="font-style: normal;"> para hacerlo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Pero
esto es tema más peliagudo de lo que parece a simple vista.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Imaginemos
que yo quiero redactar una Enciclopedia. ¿Por dónde empiezo? De
partida, no todo el conocimiento que yo quiero colocar en ella está
en mi cabeza (sí, lo siento, admiradores míos, no soy tan sabio).
Claramente tendré que recurrir a otros.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Llamo
a algunos amigos, a muchos en realidad, y les pido todos sus
conocimientos. NO saben todo, por supuesto, pero están mejor
orientados que yo acerca de dónde y qué hay que buscar, en temas
específicos que yo no manejo. Así que comenzamos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Llega
el día de compilar todo. Y me llega uno de los encargados de
geografía con la información de un río en un país pequeño de
algún continente lejano. Datos sobre sus crecidas, sobre sus litros
de agua anuales, sobre su extensión y sobre su anchura máxima. Allí
me cae la teja, y descubro que la cosa se vuelve un poco sospechosa.
“Disculpa” le pregunto, “¿de dónde sacaste esta
información?”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Sin
dudarlo, me responde: “pues consulté a las autoridades del país,
que me dieron sus datos exactos”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">¡Ah,
una fuente confiable de información! De seguro ellos mismos tomaron
los datos del río, y como viven allá, saben dónde empieza y dónde
desemboca. Bien, entonces, acepto el artículo y lo agrego a mi
Enciclopedia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Pero
de inmediato otra duda me surge. ¿Cómo sé que es cierto lo que me
dijo mi amigo? Pero, ¿por qué me mentiría? Más que mal, le pagué
para que hiciera la pega. Yo </span><i>supongo</i><span style="font-style: normal;">
que lo que me dijo es cierto... ¿verdad?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Podría
ir yo mismo y llamar al país y pedir la confirmación de los datos.
Pero, ¿eso no sería lo mismo que tener yo que hacer toda la
Enciclopedia? Porque si lo hago con ese río, ¿por qué no hacerlo
con todos los artículos que todos mis amigos están escribiendo?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Bueno,
resulta que cuando se hace una Enciclopedia, hay varios especialistas
trabajando en los mismos datos, y se corrigen los unos a los otros
para que no haya fraudes ni engaños. Ciertamente esa sería la forma
correcta de proceder, y si yo tuviera que hacer una Enciclopedia, de
seguro así lo haría.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Pero,
momento... ¿no es eso precisamente lo que hace la comunidad de
Wikipedia?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Ah,
pero a la comunidad de Wikipedia no le pagan...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large; font-style: normal;">La
Sociedad del Conocimiento</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Cuando
hace un par de años la Ley SOPA amenazó con botar Wikipedia,
recuerdo que lo comparé con un atentado a la humanidad similar
al(los) incendio(s) de la biblioteca de Alejandría. Wikipedia es, en
el río de información que corre por nuestros computadores, un
verdadero faro; un bastión donde toda esa información es
compendiada, revisada y exhaustivamente corregida por almas críticas
y amantes del conocimiento que están comprometidos con hacer surgir
algo que no había existido nunca en la historia de la humanidad: una
fuente de conocimiento de libre y -casi- universal acceso.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Pero
ahora alguien podría decir: ¿entonces dependemos exclusivamente de
la buena voluntad, del buen espíritu de los redactores? Y parece
poco sensato confiar en algo así, porque bien podría ser mentira
todo lo que esos revisores escriben en la Wikipedia. ¿Alguien se
dará el trabajo de revisar todas las fuentes </span><i>confiables</i><span style="font-style: normal;">?
Lo dudo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Pero
yo ahora pregunto: ¿qué confianza podemos tener entonces de todas
las Enciclopedias? En el siglo XVIII los grandes enciclopedistas
compilaron obras monumentales, gigantescas, las primeras
Enciclopedias Modernas, fuentes bibliográficas de importancia
titánica en los siglos siguientes. Resulta que, créanlo o no, gran
parte de las cosas que sabemos, que aceptamos y que defendemos acerca
de casi todas las cosas que decimos que ocurrieron antes del siglo XV
de nuestra Era dependen en un porcentaje altísimo de esas primeras
Enciclopedias, de sus fuentes -casi todas hoy perdidas- y de sus
infatigables redactores y revisores, quienes “de muy buena fe”
nos contaron las cosas </span><i>tal cual pasaron</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Dice
la historia oficial que cuando todo se fue al carajo en Occidente y
el barbarismo asoló Europa, los monjes cristianos reunieron los
libros en sus monasterios y con una dedicación y cuidado
inquebrantables tradujeron, transcribieron y compilaron las grandes
obras de la antigüedad para que no se perdieran. Todos los libros de
la “lejana” antigüedad llegan hasta nuestros días de la mano de
esos incansables amantes de la verdad que “de muy buena fe”
transcribieron todos esos libros sin cambiarlos </span><i>en el más
mínimo detalle</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">En
toda nuestra historia hubo hombres muy buenos, amantes de la verdad,
que sin necesidad de presentar ninguna prueba escribieron con la
máxima objetividad hechos, vidas, obras, acontecimientos y procesos
políticos, sociales y culturales “de muy buena fe”, y nos los
legaron </span><i>con la máxima precisión posible</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">¿Existió
Carlomagno? Por supuesto, si después de su vida existieron numerosos
reyes y emperadores que gobernaron, hicieron y deshicieron y
consiguieron grandes cantidades de poder, gracias a que su antepasado
había sido un hombre tan maravilloso y extraordinario, que había
dejado por escrito que todas esas cosas les corresponderían a sus
descendientes. Por supuesto, todos estos descendientes tuvieron mucho
cuidado de destruir absolutamente todo lo que su gran antepasado
había hecho, e inmortalizarlo en sus pinturas, textos, edificios
reconstruidos, poemas...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">¿Qué
necesidad habría de falsificar la historia? ¿Qué necesidad habría
de escribir un documento en el cual el Emperador Constantino
otorgara, supuestamente, la ciudad de Roma a los Papas de la
posteridad? No, no, no: todas esas personas deben haber actuado de
</span><i>muy buena fe</i><span style="font-style: normal;">, porque
no podrían permitirse la atrocidad de dejar que en las Enciclopedias
del futuro figurara información falsa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large; font-style: normal;">Los
Castillos en el Aire</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Una
de las más grandes mentiras de la Ilustración hasta los días de
hoy todavía se enseña en los colegios: <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_de_pernada" target="_blank">el derecho de pernada</a>.
Supuestamente, en la Edad Media, el Señor Feudal tenía derecho a
pasar la primera noche con las esposas de sus vasallos. ¿Quién lo
dice? Pues los grandes humanistas. ¿Y por qué les creemos? Bueno,
¡porque fueron </span><i>grandes humanistas</i><span style="font-style: normal;">!
¿Para qué nos mentirían, hombres tan inteligentes y tan amantes de
la verdad?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">¿Sabía
usted de dónde viene el nombre “Edad Media”? Pues de estos
mismos ilustrados, enciclopedistas y humanistas del siglo XVII, que
la veían como un tiempo de oscuridad e idiotez entre la “gloriosa”
antigüedad clásica y el moderno renacimiento científico. ¿Sabía
usted que estos mismos hombres, que lo llamaron así, con ese nombre
tan justo y objetivo, son los que nos han contado gran parte de las
cosas que “obviamente” ocurrieron durante todos esos años? ¿Y
por qué les creemos? Bueno, porque eran personas sumamente
respetables, llenas de una enorme </span><i>buena fe</i><span style="font-style: normal;">
y un gran </span><i>amor por la verdad</i><span style="font-style: normal;">
</span><i>objetiva.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Todo lo que sabemos o creemos saber se fundamenta, en última
instancia, en lo que otros dicen, en lo que otros han visto, en lo
que otros <i>aseguran</i> ser cierto. Nuestra Sociedad del
Conocimiento es un retículo muy bien articulado donde verdades,
mentiras, leyendas y recuerdos se entrelazan en una extraña alfombra
sobre la cual caminamos todos los días, pero que bajo ella no parece
tener un piso sólido al que podamos acceder.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Qué significa eso? ¿Qué todo es relativo, que la verdad no
existe, que debemos ser todos escépticos y abrazar el subjetivismo
radical? Nada de eso. Al menos, yo no lo creo. Pero considero que es
necesario tomar conciencia de esta realidad, por decirlo de alguna
manera, “peculiar” de nuestro conocimiento. ¿Quién fue
Carlomagno, Jesús, Pitágoras, Catalina de Medici? Leyendas. Sólo
leyendas. Cada personaje en nuestra historia no es tanto una persona,
sino la razón por la cual se han escrito, dicho y hecho muchas cosas
después. Por la que se siguen haciendo muchas otras.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Tiene sentido poner en duda la existencia de Jesús? No veo para
qué. El Jesús de carne-y-hueso, a estas alturas, es irrelevante,
tanto como, por ejemplo, el Pinochet de carne-y-hueso, (que por lo
demás ya se está pudriendo bajo tierra mientras su alma se pudre en
el infierno) tampoco es relevante. Son las cosas que se hicieron
desde ellos, las cosas que hacen y dicen los que <i>creen</i> en
ellos, lo que importa ahora.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Quién escribió el libro? No lo sé. Pero lo importante, es el
libro. Tal cual como llegó hasta mis manos, cuando lo leí, cuando a
partir de él tomé decisiones éticas y políticas. Cuando desde él
comencé a pensar tales o cuales cosas. Cuando escogí tomar partido
por tal o cual causa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Cuál es la conclusión importante, trascendental, concisa y
significativa a la que quiero llegar? No estoy seguro, pero al menos
creo estar seguro de una cosa: no hay ningún problema con citar
Wikipedia en un trabajo escolar. O universitario. O de cualquier
tipo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Después de todo, nadamos todos en la misma piscina.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-53229248225765536182014-07-09T15:30:00.002-04:002014-10-18T12:54:56.126-03:00Alternative take (cuento)<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Génesis</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">22 Después de esto, Dios quiso poner a prueba a Abrahán, y lo llamó:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- ¡Abrahán!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Él respondió:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Aquí estoy.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y Dios le dijo:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Toma a tu único hijo, a tu querido Isaac, ve a la región de Moria, y ofrécelo allí en holocausto, en un monte que yo te indicaré.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Se levantó Abrahán de madrugada, aparejó su asno, tomó consigo dos siervos y a su hijo Isaac, partió leña para el holocausto y se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado. Al tercer día alzó Abrahán los ojos y alcanzó a ver de lejos el lugar. Entonces dijo a sus siervos:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Quedaos aquí con el asno, mientras el muchacho y yo subimos allá arriba para adorar al Señor; después regresaremos junto a vosotros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Abrahán tomó la leña del holocausto y se la cargó a su hijo Isaac; él llevaba el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Isaac dijo a Abrahán, su padre:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- ¡Padre!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Él respondió:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Aquí estoy, hijo mío.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Dijo Isaac:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Tenemos el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Abrahán respondió:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y continuaron caminando juntos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Llegados al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó el altar; preparó la leña y después ató a su hijo Isaac poniéndolo sobre el altar encima de la leña. Después Abrahán agarró el cuchillo, degolló a su hijo, y levantó una plegaria a Dios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El ángel del Señor llamó a Abrahán del cielo y le dijo:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">- Juro por mí mismo, palabra del Señor, que por haber hecho esto y no haberme negado a tu único hijo, te colmaré de bendiciones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Abrahán volvió luego junto a sus siervos, pero al no hallarlos comprendió que se habían robado el asno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Abrahán vivió ciento setenta y cinco años. Después expiró; murió en buena vejez, colmado de años, y fue a reunirse con sus antepasados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">FIN</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-58914126931976039702014-06-30T02:03:00.001-04:002014-10-18T12:55:15.211-03:00La historia de la Historia<div style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large;">Galileo y su telescopio</span></b></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">El
telescopio de Galileo marca, sin lugar a dudas, uno de los hitos más
trascendentales de toda nuestra historia. Este ensayo no versa sobre
él. Tampoco sobre los inventos, o sobre las ciencias. Ni siquiera
sobre Galileo. Este ensayo versa sobre nuestra historia. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Pero
empecemos por (algún) principio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Cuando
Galileo inventó el telescopio y miró a través de él, se asombró
de ver que había “lunas” en Júpiter. Sin dudarlo un segundo,
llevó el telescopio a otros intelectuales, para que miraran y vieran
lo que había descubierto. Lunas en Júpiter.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Uno
podría creer que descubrir las lunas de Júpiter fue como descubrir
un nuevo cerro en un país cualquiera, o alguna nueva isla en uno de
los tantos mares que hay: era sólo descubrir más cosas en el mismo
mundo que conocíamos, de antes, en gran parte. Nada de eso. Había
algo realmente importante, casi espeluznante, detrás de la
ocurrencia de Galileo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Antes
del telescopio, la gente sólo miraba el cielo con los ojos. Si un
día tienen la posibilidad de hacerlo, fuera de la ciudad, y durante
varias noches, notarán algunas cosas interesantes. Primero que todo,
hay sólo siete cuerpos celestes que se mueven “solos”: dos de
ellos son la luna y el sol, y los otros cinco son estrellas, más
grandes y más luminosas que las otras, a las que llamamos con los
siguientes nombres: Marte, Venus, Mercurio, Júpiter y Saturno. Todas
las demás estrellas en el cielo se mueven juntas, conservando su
posición relativa en todo momento, siempre en una misma dirección y
a una velocidad constante. Antes del telescopio, entonces, se le
llamaba a las siete primeras estrellas “planetas” (que en griego
significa “vagabundo”), mientras que las otras conformaban el
“fondo estrellado”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Si
pueden quedarse no sólo algunas noches sino muchas, al menos un año
o dos, sin descuidar el cielo en ningún momento, notarán la segunda
cosa importante: los movimientos tanto del fondo estrellado como de
los planetas son “regulares”. Esto quiere decir que cada cierto
tiempo, relativo en cada caso pero constante, los planetas vuelven a
pasar por los mismos lugares. Por así decirlo, tienen un riel
invisible, sumamente complejo, trazado en el cielo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Este
movimiento regular fue sumamente importante para nuestra historia
(que es el tema que nos convoca) y no debemos olvidarlo, porque, si
se dan cuenta, constituye algo sumamente útil y valioso: un punto de
referencia fijo, regular y objetivo, para medir </span><i>el tiempo</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Pero
no nos adelantemos. Volvamos a Galileo y su telescopio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">O
más bien, vayamos un poco más atrás (¿atrás?), porque hay
todavía algunas cosas que tener presentes.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Resulta
que, cuando miramos el cielo fuera de la ciudad y nos damos cuenta
que así fue como la miraron los hombres antes del telescopio de
Galileo, podremos notar que es absolutamente obvio e intuitivo pensar
que los planetas y las estrellas todas giran en torno a la tierra, y
que somos, entonces, el centro del universo (es increíble lo fácil
e intuitivo que suele ser pensarse a uno mismo como el centro del
universo...). Tal fue, por lo tanto, la opinión de los grandes
sabios de la antigüedad (¿antigüedad?) y de los tiempos de
Galileo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">En
particular se sabía y se aceptaba que el cielo, por ser regular su
movimiento desde el origen de la civilización, debía ser perfecto y
que por lo tanto ningún cambio (más allá del movimiento) podía
ocurrirle. Esta fue la opinión de los mismos grandes sabios.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">¿Y
por qué estos hombres son llamados hoy (y eran llamados entonces)
sabios? Bueno, porque </span><i>sabían </i><span style="font-style: normal;">muchas
cosas. Y </span><i>saber</i><span style="font-style: normal;"> no es
sólo creer o tener opinión acerca de algo, sino que es poseer la
opinión correcta y verdadera acerca de las cosas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Entonces
resulta que, para tiempos de Galileo, se </span><i>sabía</i><span style="font-style: normal;">
que: 1) sólo había siete planetas, 2) un fondo estrellado, y 3) que
todo giraba alrededor de la tierra en forma constante.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Pero
Galileo descubrió un “planeta” que no giraba en torno a la
tierra, sino a Júpiter. Doble error: primero agregaba un nuevo
planeta (un octavo), y segundo, no giraba en torno a lo que tenía
que girar, que era, claramente, la tierra, es decir, el lugar donde
vivimos nosotros, los humanos, que somos, por supuesto, lo </span><i>más
importante</i><span style="font-style: normal;"> del universo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Pero
el error, ¿de quién era? ¿De Galileo, este aparecido hacedor de
telescopios, o de los grandes sabios del pasado, que nos legaron sus
nobles enseñanzas en sus hermosos textos?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Después
de todo, varios cientos de sabios no podían estar todos
equivocados...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large; font-style: normal;">Varios
cientos de sabios no pueden estar todos equivocados</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Como
se imaginarán, los sabios de tiempos de Galileo no recibieron de
buena gana la mala noticia. Hubo algunos que, cuando supieron de qué
iba toda la broma del telescopio, se </span><i>negaron</i><span style="font-style: normal;">
a mirar a través de él, a ver las lunas de Júpiter y a rechazar
las enseñanzas de Aristóteles, Ptolomeo y tantos otros pesos
pesados del conocimiento antiguo (¿antiguo?).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Hoy
nosotros, que sabemos que cada estrella es un sol y que tienen miles
de millones de planetas y que de hecho nosotros somos uno de ellos en
una de esas estrellas, podemos mirar hacia atrás y con muy poca
justicia decir: “¡Qué tontos eran los sabios de tiempos de
Galileo! ¿Por qué no miraron a través del telescopio? ¿Quién
querría vivir en el engaño, si se le ofrece conocer la verdad?”.
Pero la cosa no es tan sencilla. Lo que pasa es que nosotros </span><i>hoy</i><span style="font-style: normal;">
sabemos que Galileo tenía razón y que esos sabios, así como todos
los otros antes que ellos, efectivamente se </span><i>habían
equivocado</i><span style="font-style: normal;">. Pero es sumamente
injusto tratarlos a ellos de ilusos, de tercos, de cortos de visión.
Más que mal, es cierto, no nos gusta estar en el error, “amamos la
verdad”, pero... tampoco es fácil llegar y deshacerse de aquello
que uno ha tomado por cierto, de aquello que, de alguna manera, forma
parte de nuestra identidad, de nuestro </span><i>mundo</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Porque,
si lo pensamos con cuidado, la gente de tiempos de Galileo </span><i>vivía</i><span style="font-style: normal;">
en un mundo donde todo giraba en torno a la tierra. La revolución de
Galileo no era un nuevo y curioso descubrimiento astronómico: era la
puerta hacia un mundo nuevo, un mundo que amenazaba con destruir el
anterior. Y a nadie le gusta que le destruyan el mundo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Pero,
¿qué actitud debería ser la </span><i>correcta</i><span style="font-style: normal;">
en términos éticos, filosóficos y científicos? Yo pienso que la
de Galileo... pero todos somos valientes antes de la batalla. Cuando
llega la hora, ¿estamos realmente preparados?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Las
cosas son </span><i>como</i><span style="font-style: normal;"> son,
convenido: el problema es que nunca estamos realmente seguros de
saber </span><i>cómo</i><span style="font-style: normal;"> son. Hasta
donde sabemos, nuestra tecnología, nuestros científicos y nuestra
(déjenme darme el lujo de decirlo) filosofía nos han traído hasta
aquí, hasta un mundo que parece ser el real, el más cercano a la
verdad, y creemos (¿ingenuamente?) que nos </span><i>falta</i><span style="font-style: normal;">
por saber algunas cosas, pero que no nos hemos </span><i>equivocado</i><span style="font-style: normal;">
sobre ninguna de las que ya llevamos. ¿Será o no verdad esto?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Después
de todo, varios cientos de hombres sabios no pueden estar todos
equivocados.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Hoy
no quemaríamos a Galileo (como estuvieron a punto de hacerlo en su
tiempo) pero probablemente nos reiríamos de él. Lo llamaríamos
“pseudo” (que en griego significa “falso”) científico, y
haríamos memes en internet con su peor retrato, para colocar las
frases menos inteligentes que se nos pudieran ocurrir. ¡Qué macabra
hoguera espera a los visionarios de nuestro tiempo!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Pero
nosotros, yo, ustedes que me leen, tendrán en todo momento la opción
de elegir. ¿Mirar a través del telescopio, o pedir hoguera? Esta es
la pregunta interesante. Esta es la pregunta crucial.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large; font-style: normal;">¿Quién
es Anatoli Fomenko?</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Porque
un buen día de mi buena existencia, hace ya algunos años, un amigo
me trajo a conocimiento de un personaje que bien podría ser un
Galileo en nuestro tiempo: Anatoli Fomenko. ¿Quién es este tal
Anatoli Fomenko, se preguntarán? Wikipedia nos informa lo siguiente:
es un matemático ruso que nació en Donetsk, actualmente Ucrania, el
13 de marzo de 1945 (y, consecuentemente, tiene a la fecha 69 años).
Es miembro numerario de la Academia de Ciencias de Rusia, de la
Academia de Ciencias Naturales de Rusia y de la Academia
Internacional de Ciencias de la Escuela Superior. Tiene el grado de
Doctor en ciencias (equivalente al Ph. D. anglosajón) de la
Universidad Estatal de Moscú “Lomonósov”. Enseña en dicha
universidad y es jefe del departamento de geometría diferencial
desde 1992.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Además
ha escrito más de doscientos trabajos científicos, y ostenta
algunos premios: el de la Sociedad de Matemática de Moscú (1974),
el premio de matemática del Presidum de la Academia de Ciencias de
la Unión Soviética (1987) y el Premio Estatal de la Federación
Rusa (1996).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Es
decir: este hombre no es cualquier hombre. Y ustedes, si nunca lo
habían oído mencionar, probablemente pensarán que es alguien que,
de entrada, debe ser una persona sumamente seria y de un alto peso
intelectual. Alguien cuya opinión no debe ser tomada a la ligera. Yo
al menos pensaría eso (lo pienso todavía; </span><i>ese</i><span style="font-style: normal;">
es el problema).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Porque,
aunque ustedes no lo crean, a Anatoli Fomenko se lo ha tachado con el
sucio nombre de </span><i>pseudo-científico.</i><span style="font-style: normal;">
¿Por qué, con qué cargos? Después de todo, un hombre que es
miembro numerario de tantas escuelas, tiene tantos estudios encima y
tantos premios y publicaciones... no puede estar completamente
equivocado. ¿O sí?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Este
es el caso: Anatoli Fomenko sostiene la tesis de que la historia (sí,
la </span><i>Historia-con-mayúscula, </i><span style="font-style: normal;">esa
que aprendemos en el colegio y que usamos tanto en nuestra vida) tal
como la conocemos es, en su mayor parte, un enorme... </span><i>fraude</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large; font-style: normal;">La
historia de nuestra Historia</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Cómo es esto, que es un fraude? Cabría comenzar por preguntarnos,
¿por qué sabemos que <i>no lo es</i>?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Esto de la historia es cosa bastante extraña. Sabemos que ocurrieron
muchas cosas, porque han llegado hasta nuestras manos numerosos
libros. Hay ruinas en todas partes. Huesos bajo la tierra. Pinturas,
formas de arte, libros de actas, cuadernos, leyendas populares. Pero
el tema de la historia (o más bien dicho, de la <i>cronología</i>)
no es tanto decir qué, sino <i>cuándo</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Cuándo ocurrieron todas esas cosas? Hay algunos métodos. Hemos
oído hablar de técnicas como el Carbono 14, por ejemplo. Cosas
químicas que se le hacen a los objetos, y que arrojan resultados
matemáticos. También tenemos la ventajosa situación (ya comentada
más arriba) de que el cielo tiene un movimiento constante y
perfecto, y que por lo tanto constituye un referente objetivo para
todas las dataciones. Y, afortunadamente, nuestros antepasados
tuvieron la buena ocurrencia de anotar los eventos astronómicos de
todos sus acontecimientos importantes. Entonces, la cronología es
aquel ejercicio de utilizar los métodos para “ordenar las cosas”,
poner fechas, establecer hitos de referencia, y llenar espacios
vacíos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Estamos en el año 2014. ¿2014 de <i>qué</i>? Es evidente que no de
un punto fijo e imparcial del origen de la historia. Entonces nos
dicen: desde el nacimiento de Jesús. Pero Jesús no nació en el año
1, porque Jesús sin duda no fue la primera persona sobre la tierra y
sin duda la gente antes que él no contaba sus años en números
negativos, avanzando hacia un evento futuro certero.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero entonces, ¿cómo sabemos que el año 1 fue efectivamente el año
1? En otras palabras, ¿quién llevó la cuenta de los años cuando
nació Jesús? Ciertamente, nadie en el mismo momento. Hubo que hacer
triquiñuelas: por ejemplo, la famosa “Estrella de Belén”. No
sabemos muy bien cuándo fue que esta estrella “apareció en el
Oeste marcando el lugar donde había nacido el salvador”, pero
tenemos hartos eventos astronómicos (desde eclipses hasta
supernovas) postulando para el título.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Cuento corto, así es como todas las fechas han sido colocadas en su
lugar, por el esfuerzo aunado de cientos de varios hombres de buena
voluntad a lo largo de los últimos... tres mil años, poco más o
menos. O eso es lo que creemos, porque Fomenko discrepa, y parece
tener razones para hacerlo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El interés del profesor Anatoli por la cronología parece tener su
origen (por lo que he leído) precisamente en esto de las dataciones
astronómicas. Un hombre bien formado en ciencias y en matemática,
en estadísticas y probabilidades, sin dudas también tiene una
amplia formación en astronomía. Es el caso, efectivamente, y eso
fue lo que lo puso en su senda: porque, cuando empezó a averiguar
cómo es que los historiadores fijan las fechas... se llevó algunas
sorpresas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Cuáles? Los dejaré todavía un poco con la duda. El caso es que
Fomenko reunió a un grupo de especialistas, matemáticos y expertos
en métodos de calculación, y comenzó un trabajo de revisión
exhaustiva de los materiales históricos actuales, concentrándose
sobre todo en la <i>historia de la historia</i>, es decir, en los
métodos de datación y en las primeras cronologías comparadas, tal
como han llegado a nosotros.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ese trabajo lleva ya varios años y ha producido una enorme cantidad
de publicaciones, casi todas en ruso y pocas de las cuales han sido
traducidas, mucho menos difundidas en el mundo entero. ¿Sus
resultados? Nada menos interesante que lo que viene a continuación.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large;">La
Nueva Cronología</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hay quienes dicen que el atentado a las torres gemelas fue un montaje
gringo. Otros, que fue la administración de Richard Nixon la que
estuvo detrás del golpe de Estado en Chile, para septiembre de 1973.
La muerte del compañero presidente: otro misterio. ¿asesinato o
suicidio?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Nadie sabe a ciencia cierta cómo o dónde murió Hitler. Se
especulan motivos alternativos para haber matado al príncipe de
Austria-Hungría.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Todos estos son misterios por resolver. Y ocurrieron hace menos de
cien años (menos el último, que ocurrió hace cien años y un día).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hay quienes dicen que doscientos años (seiscientos en versiones
alternativas) en nuestra historia son inventados: el llamado
<i>oscurantismo </i>de la Alta Edad Media, aquella época en la cual
“nadie escribió nada”. Otros, más osados, aseguran que
Carlomagno <i>nunca existió</i>, como ninguna de las cosas que se
supone que hizo. Se cree que quizás Jesús tampoco. O Aristóteles,
y sus escritos son el trabajo conjunto de muchos hombres. De todas
esas versiones, <i>nada </i>se compara con lo de Fomenko.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Bueno, ¿qué es lo que dice él? Corta y fome: la gran mayoría de
los acontecimientos históricos que tenemos registrados son copias
(bastante burdas por lo demás) de eventos de antigüedad más bien
reciente: no más de mil años. Aquí les tengo algunos ejemplos:
¿Las civilizaciones indoeuropeas? Ninguna anterior al año 800 d. C.
(1200 años antes del año 2000). ¿Jesucristo? El emperador
Andrónico I, también conocido como el papa Gregorio VII, como Cayo
Julio César, como Euclides, como Sócrates, como Zeus, como Osiris.
Un largo Etc. ¿Nacimiento? Año 1152 (848 años antes del año
2000). ¿Muerte? Crucificado a los 33 años, en 1185 (815 a. a.
2000). ¿Ciudad donde reinó y murió? Yoros, también llamada
Jerusalén, o Troya. ¿Lugar de emplazamiento? En la desembocadura
del río Bósforo, actual Turquía. Podríamos seguir toda la noche.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Todos los demás eventos históricos, míticos y literarios de la
antigüedad? Copias, copias y más copias, versiones sin número de
los mismos hechos, interpretaciones sobre interpretaciones de los
mismos personajes, todo mal datado y sistemáticamente organizado por
cientos y cientos de sabios historiadores que estuvieron todos
equivocados, y que introdujeron largas cronologías, miles y miles de
años hacia el pasado distante de una humanidad que difícilmente
abrió los ojos hace más de mil quinientos años. ¿Renacimiento?
Pamplinas: nacimiento. Y esto es sólo una pincelada, sólo una
cucharada, pobre y triste, de todo lo que Fomenko y su gente tienen
para decirnos. O para re-decirnos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La pregunta es: ¿está hablando <i>en serio</i>?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-size: large;">Un
nuevo telescopio</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si supiéramos que estamos viviendo en el error, ¿sería una
decisión ética e intelectualmente correcta buscar la verdad
rechazando las creencias falsas? Yo creo que sí. Pero si es el caso,
¿a quién creerle? ¿Hemos de confiar en las técnicas y métodos de
nuestra cultura, de nuestro tiempo científico? Pero si fuera así,
como creo que es lo más sensato, ¿qué hacemos con la obra de
Fomenko y sus colegas? ¿Podrá ser que cientos de sabios se hayan
todos equivocado? Mirar o no mirar, he ahí el dilema.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Yo he elegido mirar, y ver a dónde lleva todo esto. Después de
todo, las ideas no muerden.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Para el que quiera mirar también, aquí le dejo el ojo del
telescopio: <i><a href="http://www.chronologia.org/en/index.html" target="_blank">Chronologia</a></i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Le
dedico este ensayo a Franklin d. l. C., quien me presentó hace ya
tantos años a este singular personaje, al que sólo hace poco pude
considerar con la debida seriedad.</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-23946754075280490132014-06-06T18:15:00.000-04:002016-03-27T23:59:03.153-03:00Esbozos para una Fenomenología de la Coprolalia<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Un grafitero osornino escribió una vez: "La vida es un moco". En su insurrección el joven artista callejero se coloca deliberadamente más allá de las estéticas hegemónicas y propone una visión completamente distinta de la existencia, desde la apreciación pura y directa de lo que se nos aparece, hacia su valoración antes pragmática que plástica. Anónimo, insolente, nos pone a nosotros, lectores anacrónicos de su <i>dictum</i> que es a la vez advertencia y profecía, y nos desafía a reconsiderar nuestra propia experiencia vital desde una perspectiva completamente distinta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Desde esta apreciación fundamental toda una nueva filosofía cabe desprenderse, a la que consecuentemente habría que bautizar como Fenomenología Coprolálica; un aproximarse al Ser desde la analogía con la sensación más inmediata de aquello que provoca disgusto, de aquello sub-alterno que escapa a la observación seria y refinada del filósofo academicista. Liberada del normativismo ciego de las categorías de lo establecido, la Fenomenología Coprolálica se nos muestra como un resquicio, una puerta a la re-interpretación de la realidad desde la dimensión oscura, húmeda y maloliente del mundo como historicidad, como descomposición, como vestigio de lo que ha sido antes que como premonición luminosa de lo por-ser, de lo por-conseguir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Toda vida humana es un ser-excretado-al-mundo. El devenir no es una fuente divina de la cual mane la existencia sino un ano metafísico, automático, que introduce la óntica en el espacio vacío de la alcantarilla cósmica para poblar de sin-sentido mal-oliente un vacío pulcro e innecesario. Cargados con la pestilencia de nuestro ser-excremento, anhelamos la luz falsificada del baño doméstico en lugar de la sombra auténtica, vital de la cloaca, y fabricamos los grandes in-odoros filosóficos con los cuales la buena razón, asustada de sí misma, nubló su visión de la realidad durante siglos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Por supuesto que este enfoque se halla presente en toda la historia de la filosofía, aunque siempre en posición subrepticia, esclava, marginal; baste recordar al sofista cuando criticó la doctrina de los Universales de Sócrates, por sugerir que se hacía cargo de aquello sucio y despreciable. El pensador de Atenas rápidamente sale en auxilio de su teoría: "con relación a estos objetos, nada existe más de lo que vemos. Temería incurrir en un gran absurdo, si les atribuyese también ideas" (1); o el preclaro Schopenhauer, quien escribió: "Al igual que nos hallamos satisfechos por conservar en todo momento nuestra forma sin compungirnos a causa de la materia eliminada, habríamos de adoptar esta actitud, cuando la muerte acomete a mayor escala y sobre el conjunto, lo que cotidianamente y de hora en hora acontece con la excreción a nivel del individuo; si nos mostramos indiferentes en un caso, no tendríamos por qué lamentarnos en el otro" (2).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La Fenomenología Coprolálica es también un ejercicio de deconstrucción de la historia misma de la filosofía; es la muerte de los ídolos, la caída final de las vacas sagradas de la Academia de Atenas: Platón defecaba como todo hombre, a Aristóteles le crecían las uñas, el divino Santo Tomás olía mal al terminar las tardes y Martin Heidegger dejaba pelos púbicos en la ducha. Este regreso a lo antes considerado innoble es un re-encuentro con lo íntimo de cada uno de los grandes pensadores de nuestra historia, nos pone en la senda de un re-descubrimiento de sus doctrinas que es pedagógico antes que discipular; una conversación sincera a través de los cubículos de un baño público, en medio de la pestilencia. Una aproximación antipoética a la escritura del aforismo, de la revelación, en suma, una contestación al lenguaje inauténtico del escribidor de manos lavadas y cuello perfumado. Una nueva filosofía del lenguaje que toma de punto de partida el vocablo espontáneo, que mana como un pedo, involuntario, explosivo, genuino. Es la vuelta sobre una reacción natural, instantánea: cuando nos golpeamos un dedo no manifestamos una apreciación poética acerca del dolor, sino que soltamos una grosería sin meditarlo dos veces. Esa grosería es la fenomenología verdadera, la primitiva, la original.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Regresemos a los bares, a los parques y a los callejones para presenciar al ser en su cotidiano desenvolvimiento, interroguemos al adolescente que se masturba en busca de aquella verdad que lo resignifica por aquellos breves minutos en que dura la estrangulación del pene; interroguemos a la anciana mientras se cambia los pañales de adulto y tiene que oler el tufo sulfuroso de su orina salina, a la enfermera que debe retirar clavos de la nariz de un niño desobediente entre lágrimas, sangre y mucosidades, o al respetable abogado que se oculta a orinar y a rascarse el escroto detrás de un basurero antes de volver a casa para pasar la borrachera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Una nueva filosofía que nos prolongue por encima de la trascendencia, que inocule en la razón no-corpórea, no-maloliente, el semen tibio y pegajoso de la experiencia húmeda y directa de las cosas que nos empalagan, que nos pervierten, que nos llenan de fantasías. Una filosofía <i>ab nausea.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;"><br></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: large;">. . . . . . . . . . . . . .</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">(1) Platón, <i>Obras Completas</i>. Edición de Patricio de Azcárate, tomo IV. p. 167.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">(2) Arthur Schopenhauer, <i>El Mundo como Voluntad y representación</i>. FCE España. Volúmen 1, pp. 371-2.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">¿...he ilustrado mi punto con claridad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Para quien no lo entendiera, esta cita de Claude de Saint-Martin puede encaminarlo por la lectura correcta:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">"<i>Amigo lector, no puedo dejar de preveniros que lo que se dice aquí es o una mentira o un gran misterio...</i>"</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-9401601996312398972014-03-26T16:36:00.007-03:002014-10-18T12:56:05.134-03:00¿...Cómo podría no serlo?<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En alguna ocasión tuve oportunidad de escribir un breve artículo para responder a un tal Axel Kaiser por una de sus entradas en el blog de El Mercurio. Hoy voy a hacer otro tanto. El link original es el siguiente:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/%C2%A0http://www.elmercurio.com/blogs/2014/03/25/20508/Es-la-desigualdad-un-problema.aspx" target="_blank"><span style="font-size: large;"> http://www.elmercurio.com/blogs/2014/03/25/20508/Es-la-desigualdad-un-problema.aspx</span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Digo “artículo” y no “ensayo” porque va a ser bastante corto y fome, dada la naturaleza poco complicada del problema que enfrentamos. Apenas unas dos o tres clarificaciones conceptuales bastarán.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La premisa argumental del Señor Kaiser es la siguiente: <i>Todos somos diferentes, es decir, desiguales. Nuestros talentos, capacidades, inteligencia, disposición al esfuerzo y todos los demás factores que definen nuestro ingreso varían de una persona a otra.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Como toda persona relativamente entendida en materia de sociología y filosofía bien sabe, la primera cláusula es falsa: la “diferencia” natural es una propiedad cualitativamente distinta a la “desigualdad” social. En un estado salvaje, recordemos a Hobbes, las capacidades de supervivencia de un solo individuo son tan escasas que cualquier diferencia que cupiera señalarse (fuerza, capacidad intelectual, agilidad, intuición, inventiva) sería despreciable. Esta diferencia conceptual ha sido crucial para comprender el fenómeno de la vida en sociedad, porque la pregunta es precisamente ésta: ¿cómo es posible lograr la mayor igualdad [social] sin destruir las diferencias [individuales]?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Pasemos a la segunda parte de la premisa de Axel: <i>Nuestros talentos, capacidades, inteligencia, disposición al esfuerzo y todos los demás factores que definen nuestro ingreso varían de una persona a otra</i>. Hay aquí una segunda premisa implícita y que haremos explícita de inmediato, porque es necesario tenerla a la vista: <i>Nuestros talentos, capacidades, inteligencia y disposición al esfuerzo constituyen factores que definen nuestro ingreso</i>. Así, podemos separar esta cláusula en dos oraciones, que él enuncia juntas:</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">1) <i>Nuestros talentos, capacidades, inteligencia y disposición al esfuerzo constituyen factores que definen nuestro ingreso.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">2)<i> Nuestros talentos, capacidades, inteligencia y disposición al esfuerzo varían de una persona otra.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Mientras que (2) es verdadera (constituye lo que hemos llamado “diferencia natural”), (1) es una proposición que sólo es verdadera en una sociedad desigual. Y ¿qué es la desigualdad social? De acuerdo con Wikipédia, “<i>la desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los recursos de todo tipo, a los servicios y a las posiciones que valora la sociedad. Todo tipo de desigualdad social está fuertemente asociada a las clases sociales, al género, a la etnia, la religión, etc. Así que de forma más sencilla podemos definir la desigualdad como el trato desigual o diferente que indica diferencia o discriminación de un individuo hacia otro debido a su posición social, económica, religiosa, a su sexo, raza, color de piel, entre otros</i>”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">De aquí el señor Kaiser desprenderá una serie de consecuencias que me parecen generalizadamente erróneas, pero que no me parece necesario revisar una por una, por seguirse directamente de la distinción que ya hemos hecho. Me detendré en un pasaje posterior de su artículo: <i>Esta libertad de elegir de acuerdo a las propias valoraciones constituye la esencia de la democracia del mercado y es lo que explica que Alexis Sánchez gane miles de veces más por patear una pelota que una enfermera por salvar vidas, a pesar de que lo primero sea menos meritorio que lo segundo. Lo fascinante de este sistema de libertad es que, a pesar de contravenir intuiciones de justicia bastante generalizadas, es sin duda alguna el que permite el mayor progreso económico y social para todos los miembros de la comunidad.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Disectemos lo ya dicho para analizar su propuesta en átomos más simples:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">3) <i>Esta libertad de elegir de acuerdo a las propias valoraciones constituye la esencia de la democracia del mercado.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">4) <i>Lo fascinante de este sistema de libertad es que, a pesar de contravenir intuiciones de justicia bastante generalizadas, es sin duda alguna el que permite el mayor progreso económico y social para todos los miembros de la comunidad.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La proposición (3) es verdadera pero no debería considerarse como una consecuencia positiva del análisis social que él mismo está llevando a cabo; que “Alexis Sánchez gane miles de veces más por patear una pelota que una enfermera por salvar vidas”, o que cuando uno va a comprar carne de cerdo no le interese “saber si el carnicero fue personalmente a cazar, cuchillo en mano, un jabalí en la montaña o si el animal fue producido en masa a un mínimo esfuerzo” es una de las consecuencias más deleznables de la democracia de mercado que él defiende y que nosotros sufrimos a diario. (En particular es uno de los motivos que explica la creciente popularidad y radicalidad de los movimientos animalistas). La proposición (4), por su parte, es falsa; ella se apoya en el falso mito de lo que conocemos como el “capitalismo ingenuo”, que Milton Friedman inmortalizó con su frase: <i>"una sociedad que priorice la igualdad por sobre la libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas</i>". Esta tesis es falaz y se lo designa en lógica como el “sofisma del menor de dos males”. Otra vez, el error es conceptual y proviene de la falsa identificación entre “igualdad [social]” e “igualdad [natural]”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Dice Kaiser: “<i>Cuando Friedrich Hayek observó, para escándalo de los socialistas, que la desigualdad era parte fundamental de la economía de libre mercado, no estaba más que constatando que esta se deriva del principio de división del trabajo sobre el que descansa nuestro bienestar y nuestra civilización</i>”. Aquí hay que entender bien a quién refiere ese “nuestro” antes de “bienestar” y “civilización”. Evidentemente se refiere a mí, y a él, y a todos los que probablemente leemos este artículo porque tenemos acceso a internet y sabemos leer. Es un lugar común el criticar a Karl Marx inconsecuencia en su pensamiento por haber pertenecido a una clase acomodada; allí estamos ante una vulgar falacia del tipo <i>tu quoque</i>, y en este caso ocurre lo mismo: al decir Kaiser “nuestro bienestar” nos invita a reconocer que las políticas de mercado nos tienen bastante bien, y nos gusta que así sea. Concedido, pero también hay mucha, mucha más gente que está mal, y no estoy siendo inconsecuente si veo el problema y lo denuncio. Podría decírseme entonces: “si te sientes tan mal por tener cosas y que otros no, ¿por qué no regalas tu computador, tu casa y tu ropa a la gente pobre?” Aunque no es mi política personal responder a idioteces, si tuviera que hacerlo respondería: porque el problema detrás de la pobreza y la desigualdad es un problema económico y político, y no se solucionará con que yo vaya y regale mis cosas, igual como tampoco se soluciona con darle unas cuantas lucas a las familias pobres en Marzo, o con salir a construir mediaguas para los sin techo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Su conclusión va por la misma línea: “<i>si un liberal tuviera que elegir entre duplicar los ingresos actuales de todos los chilenos, desde el más rico al más pobre, manteniendo con ello la desigualdad relativa existente hoy, o reducir a la mitad los ingresos del 15% más acomodado para convertirnos en un país muchísimo más igualitario, el liberal elegiría la primera opción. En cambio, un igualitarista convencido, como Bachelet, de que la desigualdad y no la pobreza es el gran enemigo a ser derrotado, preferiría la segunda opción desmejorando a algunos sin mejorar a nadie</i>”. El error radica, nuevamente, en una falsa premisa. Cuando dice:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">5) <i>un igualitarista [está] convencido, como Bachelet, de que la desigualdad y no la pobreza es el gran enemigo a ser derrotado</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Comete un error conceptual, pues como ya vimos, la desigualdad es el origen de la pobreza. Si viviéramos todos en granjas aisladas unas de otras, sin más riqueza que los bienes dados por la tierra, no seríamos pobres, porque no habría riqueza (en el sentido capitalista).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El resto del argumento presentado (desde “<i>si un liberal…</i>” hasta “<i>...elegiría la primera opción</i>”) se cae por lo mismo; cuando todos los pobres tengan celulares <i>touch</i>, seguirán siendo pobres, porque no va en las cosas que uno tiene, sino en el tipo de bienes capitales que la sociedad es capaz de proporcionar y el acceso que los individuos tienen a ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Buenas tardes.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-21128525342143914352014-03-23T03:30:00.003-03:002014-10-18T12:56:40.144-03:00Reflexiones paraconsistentes<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Un sistema lógico es <i>paraconsistente
</i><span style="font-style: normal;">cuando las contradicciones no
provocan explosión.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Muy
bien. Ahora veamos qué quiere decir eso.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Los
sistemas lógicos son objetos matemáticos que permiten modelar el
razonamiento, es decir, la forma en que obtenemos conclusiones
válidas a partir de información sabida como verdadera. Una de las
características principales de los sistemas lógicos es que nos
aseguran que nunca una conclusión será falsa si sus premisas son
verdaderas, que es lo mínimo que cabe esperarse de algo que se hace
llamar “lógico”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Enfocada
desde esta perspectiva matemática, la lógica exhibe una curiosa
propiedad: las contradicciones provocan </span><i>explosión</i><span style="font-style: normal;">,
es decir, si se asume como premisa una contradicción, de ella es
posible deducir </span><i>cualquier oración con sentido. </i><span style="font-style: normal;">Cuando
los sistemas lógicos explosionan, pierden la capacidad para
distinguir entre oraciones verdaderas y falsas, y en consecuencia se
vuelven absolutamente inútiles.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">El
desprecio por las contradicciones es una de las pocas tradiciones
filosóficas que tiene alcance universal; todo hombre, mujer o niño
con el que valga la pena conversar aceptará, tácita o
explícitamente, que uno no debe contradecirse en las cosas que dice,
cree o hace. Se lo considera el punto de partida de la racionalidad,
la verdad auto-evidente por excelencia, incluso, podríamos decir, la
primerísima condición necesaria para saber hablar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Porque,
¿en qué sentido diríamos de algo que </span><i>no es</i><span style="font-style: normal;">,
si el “no ser” no excluyera el “ser”? Avicena, célebre
comentarista de Aristóteles (primer formulador explícito del
principio) nos ilustra su validez de una forma más que convincente:
“todo aquel que niegue el principio de no-contradicción debería
ser quemado y torturado hasta que reconozca que “ser quemado y
torturado” </span><i>no es</i><span style="font-style: normal;"> lo
mismo que “no ser quemado y torturado””.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Yo
no estoy por la labor de ser quemado y torturado, y me siento lo
suficientemente racional como para aceptar el principio, tal como
Aristóteles lo presenta, con atención a todas las dificultades
lógicas que cupieran hacerse. Pero hay una lejana relación, creo
yo, entre la no-contradicción y la explosión.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Aunque
a nivel formal es perfectamente evidente (por ejemplo, si aceptamos,
en matemática, una afirmación falsa cualquiera, como “0 = 1”,
es posible demostrar </span><i>cualquier otra</i><span style="font-style: normal;">,
utilizando sólo modos válidos de razonamiento), a nivel cotidiano
es bastante menos intuitivo. Imaginemos por ejemplo que yo creo que
“Algunos perros no son perros”. ¿Qué tiene eso que ver con
aceptar que “yo no estoy aquí” o que “hoy es martes y es
miércoles”, por ejemplo? ¿Por qué se seguiría una cosa de la
otra?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">He
conocido en mi vida a muchas personas que se contradicen sin saberlo,
por ejemplo los que están a favor de los derechos de los animales
pero comen carne. Como Sócrates, he intentado llevarlos por pasos
lógicos incontestables a que evidencien su inconsistencia ética, y
aunque varias veces lo he conseguido, creo que ninguno hasta la fecha
ha accedido a renunciar a una de sus dos creencias conflictivas. Y
¡qué va! No se puede esperar humildad filosófica de todo el
mundo... pero ninguna, absolutamente ninguna de esas personas nunca
jamás me ha dicho: “Mira, ahora que me haces ver que creo
contradicciones, me doy cuenta que creo en todo lo que puede
decirse”. Esta evidencia me parece suficiente para inferir
(racionalmente) que no es necesaria la relación entre contradicción
y explosión, </span><i>id </i><span style="font-style: normal;">est,
que de las contradicciones no siempre se deduce cualquier cosa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">La
lógica </span><i>paraconsistente</i><span style="font-style: normal;">
es una estructura matemática en la cual las contradicciones no
llevan a explosión. Hay que comprender muy bien esta afirmación: no
se está queriendo decir que Newton Da Costa (el brasileño que las
inventó) o cualquiera de sus seguidores crea en contradicciones, o
las acepte; sólo nos está diciendo que las contradicciones, aunque
despreciables a nivel científico y cotidiano, en realidad no
destruyen nuestra capacidad para distinguir las oraciones verdaderas
de las falsas, cuando llegan a darse.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Lo
brillante del programa de Da Costa es que no hace ninguna
manipulación extraña o demasiado compleja. Su sistema es idéntico
a cualquier otro sistema estándar de lógica matemática, sólo que
agrega una distinción entre unas oraciones “que se portan bien”
(las que no se dan junto con su negación) y otras “que se portan
mal” (para las cuales es posible formular contradicciones). Las
oraciones que se portan bien siguen todas las reglas convencionales
de la lógica tradicional; y las que se portan mal siguen sólo las
reglas que no permiten explosión a partir de ellas. Pese a su
simplicidad, la lógica paraconsistente es enormemente rica, y ha
tenido aplicación en gran cantidad de campos científicos, desde la
teoría de conjuntos hasta el derecho judicial.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Incluso
a niveles más informales la idea de la paraconsistencia es sumamente
interesante. Volvamos al caso de la persona que cree dos cosas
contradictorias entre sí, por ejemplo, el que cree en la dignidad
universal de las personas pero apoya el modelo de explotación
capitalista. La razón por la cual uno entrará en discusión con
alguien así será, precisamente, orientarlo hacia el reconocimiento
de su inconsistencia, a fin de que elija entre una de las dos y
rechace la otra. Pero podría esa persona, eventualmente, no querer
rechazar ninguna de las dos, y aceptar entonces que un empleado que
trabaja en jornada completa por una miseria de sueldo sin
posibilidades de movilidad social vive en condiciones indignas, pero
que al mismo tiempo se le respeta su dignidad porque el Estado le
asegura sus necesidades básicas, que son los policías en las
calles, el acceso a los hospitales y la alfabetización. ¿Qué
haremos, llegados a este punto de la conversación?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">La
perspectiva lógica clásica nos dirá: o esa persona entiende
</span><i>dignidad</i><span style="font-style: normal;"> en sentidos
diferentes en cada caso (la dignidad “laboral” siendo distinta a
la dignidad “natural”, por ejemplo) y entonces hay que entrar a
discutir sobre el significado de la palabra dignidad, o el susodicho
es lisa y llanamente un imbécil. La segunda alternativa es
tentadora, pero tiene la desventaja de reducir a la categoría de
imbecilidad a gran parte de la población mundial. Y no creo que gran
parte de la población mundial sea imbécil.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Una
perspectiva paraconsistente es mucho más cercana al sentido común:
esta persona tiene creencias “que se portan mal”, dicho de otra
forma, cree algunas cosas que claramente son </span><i>molestas</i><span style="font-style: normal;">
a la hora de discutir con él. No puedes hacerlo rechazar, ni tú
puedes aceptar, ninguna de las dos posturas, porque él lo mismo te
dará la razón como te refutará, dependiendo del caso. Entonces, lo
que hay que hacer (lo que sería razonable hacer) es llevar la
conversación por un derrotero diferente, hacia sus creencias que se
portan bien, es decir, aquellas en donde estará dispuesto a
concederte un punto si le muestras una inconsistencia. (La gente que
sólo cree en afirmaciones que se portan mal, entonces, ya se gana
con mucho más mérito el apelativo de imbécil, o a lo sumo de
testartudo insoportable).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">La
aplicación más interesante de la paraconsistencia en la lógica del
sentido común me parece que se da en el campo de la ética. Me han
rondado muchas veces por la mente las palabras de aquella psicóloga
que me dijo una vez que yo no tenía moral. Es cierto que a lo largo
de mi vida muchas veces he aconsejado cosas que no hago y he hecho
cosas que repruebo; pero la contradicción entre el dicho y la
palabra, ¿destruye totalmente mi capacidad de distinguir lo bueno de
lo malo, lo que se debe de lo que no se debe hacer? Yo al menos nunca
he sentido que sea así. No violaría a un niño por creer que la
tolerancia es un vicio y una virtud, ya que no hallo forma alguna de
deducir una cosa de la otra.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Por
supuesto, el ideal racional debería ser siempre el buscar la máxima
consistencia en nuestras creencias y convicciones de todo tipo.
Durante los últimos años he tenido profundas reflexiones en torno a
mis ideales políticos; me ha costado decidir si soy socialista o
fascista, creo que todavía no lo consigo, pero en el camino no voy
aceptando todo slogan que me ponen por delante. Pero tampoco me quedo
tranquilo </span><i>en </i><span style="font-style: normal;">la
contradicción, sino que busco </span><i>salir de ella</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">No
creo que haya contradicciones en el mundo, algo así como perros que
no son perros. Al menos estoy convencido de que no podría ver un
perro que no es perro, porque si lo viera no lo vería. (ja). Pero en
nuestro quehacer racional, en nuestras actitudes lingüísticas, en
nuestros hábitos políticos, sociales y filosóficos todos somos
profundamente paraconsistentes; nunca llegamos a terminar el catálogo
final de nuestras creencias, ni de lo que se sigue por necesidad de
ellas, por eso actuamos como si creyéramos en algo y lo
rechazáramos, al mismo tiempo y en el mismo sentido, en varios
aspectos de nuestras vidas. Salgo a la calle y veo a esos anarquistas
que se compran chapitas del Che Guevara, o veo a los activistas en
favor de las ballenas que comen pescado frito, o a los cristianos que
roban, o a los intelectuales que no leen, y me doy cuenta que todos
ellos son seres perfectamente racionales, igual que yo, sólo que no
se han sentado a reflexionar acerca de qué es lo que hacen y de cómo
eso se sigue de los discursos que aprueban. Harto que les hace falta
hacerlo, pero eso no me da a mí la autoridad de quemarlos y
torturarlos hasta que lo hagan.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">La
lógica informal paraconsistente nos pone a salvo del fascismo
filosófico, al menos en algún sentido; lo que ya es un mérito más
que destacable.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Dedicado
a todos los comensales que han visitado mi Granja en sus 5000
primeras visitas.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-5939279430248540752014-01-07T20:28:00.001-03:002014-10-18T12:57:09.509-03:00Prolegómenos (a todas mis verborreas futuras)<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Si
creían que tenía algo botada la Granja del Mago, deben saber que
sí, es cierto, pero no porque la haya olvidado o le haya perdido el
interés. Es innegable que Evolans me ha tenido bastante entretenido
(yo siempre voy cuatro o cinco capítulos más adelante que los que
publico, y debo conservar ese ritmo de escritura o todo se iría
irremediablemente al carajo), pero la verdadera razón es que en los
últimos meses (podría decir, sin temor a equivocarme, “en el
último año”) algunas ideas nuevas se han cruzado en mi camino y
me han tenido casi en un coma intelectual, ya que ponen en jaque un
montón de cosas que antes creía y ahora dudo (lo realmente
entretenido de construir castillos de naipes es... ¡derribarlos!) y
esta enorme crisis ha hecho imposible que escriba con seguridad
acerca de ningún tema.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Sin
embargo decidí darme un respiro en esta vorágine de cosas que me
queda por leer (de esos libros que debes soltar luego de la segunda
hora porque ya no entiendes nada, pero que no te dejan tranquila la
conciencia hasta que los retomas, y que son mis favoritos) y
aprovecharé la ocasión de estrenar mi nueva Granja del Mago (no
habían notado la nueva decoración, ¿eh?) para presentarles un
avance, o mejor dicho una pincelada, de aquellas cosas que hoy por
hoy me andan quitando el sueño. Al menos de lo que llevo y que
parece ser más estable, es decir, los puntos de partida y algunas de
las consecuencias que se dejan entrever.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">“<i>The
autors think that we are experiencing the changes from the old view
of cause and effect as the core to a new view with evolution as the
core</i>”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Abstract
del “Paper de los chinos”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Cualquiera
que haya estudiado con mediano interés la historia de las ciencias o
de la filosofía, se habrá percatado que las diferencias entre
posición y posición revisan o discuten en torno a ciertos problemas
de base, a los que podríamos llamar parámetros <i>críticos </i><span style="font-style: normal;">(Existe
o no existe Dios; es la tierra o el sol el centro del universo; la
velocidad de la luz es constante o relativa, etc), conservando
siempre otros principios fundamentales, que podríamos llamar
parámetros </span><i>mínimos</i><span style="font-style: normal;">
(como las leyes generales de la lógica, la matemática y el
lenguaje).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Por
ejemplo, podemos preguntarnos si las cosas tienen o no existencia
propia más allá de nuestra percepción. Asumir cualquiera de las
dos posiciones (Sí, la tienen [realismo]; o No, no la tienen
[idealismo]) define un parámetro </span><i>crítico</i><span style="font-style: normal;">
de nuestra metafísica. Pero asumimos que </span><i>sabemos lo que
queremos decir con “cosas” y usamos esta palabra en un mismo
sentido cada vez que la proferimos</i><span style="font-style: normal;">.
Este es un parámetro </span><i>mínimo</i><span style="font-style: normal;">.
Un parámetro crítico en física podría ser la ley de inercia; y un
parámetro mínimo, la conmutatividad de la suma en los números
Reales.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Un
criterio informal pero muy útil para distinguir entre los parámetros
</span><i>mínimos</i><span style="font-style: normal;"> y </span><i>críticos</i><span style="font-style: normal;">
es ver cuáles admiten escenarios contrafácticos y cuáles no. Por
ejemplo, puedo imaginar un mundo donde Dios existe; y un mundo donde
Dios no existe. Ambos mundos son los dos, precisamente, en un mismo
sentido </span><i>mundos</i><span style="font-style: normal;">, porque
una serie de reglas se cumplen en ellos, y yo las estoy aceptando
tácitamente (casi inconscientemente, en la mayoría de los casos).
Ha sido uno de los más impresionantes logros de la filosofía el
conseguir formular estos parámetros mínimos, porque muchas veces lo
“obvio” es mucho más inefable que lo “peculiar”.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">¿Puedo
imaginar un mundo donde la suma no sea conmutativa, es decir, un
mundo donde agregar dos manzanas a un canasto con tres manzanas dé
un total de manzanas diferente que si agrego tres manzanas a un
canasto con dos?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">¿Puedo
imaginar un mundo donde una misma cosa tenga una propiedad pero
también no la tenga, al mismo tiempo y en el mismo sentido? ¿Puede
un animal ser un perro, y al mismo tiempo, en el mismo sentido, no
ser un perro?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">La
violación de las más sencillas leyes de la lógica (y la
matemática, hasta cierto punto) trae consigo la trasgresión del
sentido de las palabras que usamos, y por lo tanto constituye una
violación a las convenciones de uso del lenguaje; lo que, dicho en
términos un poco apocalípticos pero para nada alejados de la
realidad, acaba con nuestra capacidad de ponernos de acuerdo, de
hacer ciencia, sociedad, e incluso de comunicarnos los unos con los
otros.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Entonces
uno podría inclinarse a pensar (y así ha sido, durante dos mil
cuatrocientos años y quizás más) que, ya que los parámetros
mínimos están tan profundamente arraigados en nuestro lenguaje y
las reglas que rigen su uso, ellos no pueden modificarse. Y esta
afirmación no es eurocentrista, pues encontraremos trabajos de
lógica en la filosofía china, hindú, y en el sentido común de
muchos pueblos alrededor del mundo, que de una u otra forma aceptan
esta premisa o entreven las consecuencias de su negación.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Tal
era el panorama de mi forma de entender la filosofía, la ciencia y
en general todo el quehacer humano (incluyendo la poesía y la
religión) hasta, por lo menos, el año pasado. Lo numinoso, lo
inefable, lo trascendente y lo místico, todo lo que no puede
expresarse en palabras y acerca de lo cual “mejor es callar” no
viola estas leyes, porque se mantiene al margen de ellas; por lo que,
con todo y lo racionalista que soy para la filosofía y lo místico
que soy para el arte, todavía había consistencia (¡en el sentido
aristotélico de no-contradicción!) en mi visión de mundo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Sin
embargo, y de esto me he comenzado a percatar (con espanto y
entusiasmo) en este último tiempo, los criterios mínimos también
forman parte del aparataje abstracto con el cual ordenamos, abordamos
y modificamos el mundo. Por lo tanto, en principio (y este es un
meta-principio), pueden ser modificadas, si todo el sistema es
consecuentemente modificado.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">¿Por
qué elegimos un sistema y no otro? Le di muchas vueltas a esta
pregunta, aunque no la había enfrentado seriamente y sólo la intuía
como un pseudo-problema. En realidad, hasta hace muy poco (creo que
hay ensayos aquí en la Granja donde lo manifesté explícitamente)
yo hubiera jurado de guata que leyes como la no-contradicción y la
identidad (“cada cosa es idéntica a sí misma”) no eran
principios arbitrarios sino formulaciones trascendentes acerca del
ser del universo en todos sus planos (incluso el de las
idealizaciones humanas), lo que nos lleva a mi concepto de Dios como
el fundamento de todas las tautologías lógicas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hasta
que leí el paper de los chinos, y sin detenerme en ningún pasaje en
particular, entreví o entendí claramente de qué forma podía
hacerse.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
problema era más o menos como sigue:</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">1
. Acepto que existen tales cosas como los parámetros mínimos, las
leyes de la lógica, de las matemáticas elementales y del lenguaje.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">2
.Me pregunto por la posibilidad de su modificación.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">3
. Exijo a dicha modificación consistencia para ser plausible.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">4
. La consistencia se basa en los parámetros que acepté en el punto
1.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">5
. Conclusión: los parámetros no pueden ser modificados (son de
orden </span><i>omega</i><span style="font-style: normal;">).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Más
aún, el hecho de que yo acepte este razonamiento ya presupone las
leyes de la lógica que incluyo entre los parámetros mínimos. Todo
apunta a indicar pues que no pueden ser modificados.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Hasta
que luego, un día cualquiera, escuché en la tele a un periodista
que reporteaba en el zoológico de Santiago. Mientras miraba una
cebra con los niños que le acompañaban, hizo la siguiente
(inteligente) constatación: “sus rayas son el resultado de un
proceso evolutivo </span><i>para </i><span style="font-style: normal;">huir
de los depredadores”.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">La
afirmación me hizo ruido de inmediato. Porque la gracia de la teoría
de la evolución es que excluye la teleología, es decir, la cebra no
evolucionó de no-rayada a rayada </span><i>para</i><span style="font-style: normal;">
huir de los depredadores, sino que, (y aquí recordaba sólo lo
aprendido en el colegio) la razón por la cual las cebras que
conocemos tienen rayas es porque ellas pudieron escapar de los
depredadores y la pre-especie sin rayas no. </span>
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyhKT6Vz9WE-pg7LC-m-Jy4YGS_5C2Zeaet6r2FmMyBXpU-16ThPKAPzegmdn7o1f_Wr0vKxS5A6aULOmDjM50C_gOXIntuMIElizv53YAz_jweb_SlWjWrX7hwKTZlXN458LY0H2CTE/s1600/evolution001-copy.gif" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyhKT6Vz9WE-pg7LC-m-Jy4YGS_5C2Zeaet6r2FmMyBXpU-16ThPKAPzegmdn7o1f_Wr0vKxS5A6aULOmDjM50C_gOXIntuMIElizv53YAz_jweb_SlWjWrX7hwKTZlXN458LY0H2CTE/s1600/evolution001-copy.gif" height="233" title="source: www.ligapokemon.com" width="320" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">¡Esto no es evolución!</span></td></tr>
</tbody></table>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Entonces
comprendí que el error del periodista era el mismo error que estaba
cometiendo yo en mi consideración de los parámetros mínimos. El
periodista, al igual que muchas otras personas (y yo me contaba,
hasta ese momento, entre ellas), consideraba a la evolución un
principio mediato, no independiente en su sistema de creencias. Para
el periodista, “la evolución es la causa de las rayas de la
cebra”. ¡Pero la “evolución” es inconsistente con la
“causalidad”, porque </span><i>va en su lugar</i><span style="font-style: normal;">!</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Entonces
me dije: ¿es posible pensar </span><i>desde</i><span style="font-style: normal;">
la evolución, sin revisar el sistema mínimo anterior sino que
partiendo “de cero”?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Tal
proyecto era, obviamente, imposible cuando lo imaginé; pero lo obvio
fue refutado por la evidencia. Recién entonces comencé a comprender
todos esos libros, papers y trabajos (desde publicaciones científicas
hasta poemas) donde sugerían la titánica empresa: si vamos a
cambiar nuestra forma de ver y entender el mundo, debe hacerse </span><i>desde
abajo</i><span style="font-style: normal;">. Es decir, </span><i>desde
el lenguaje mismo</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Nuestro
lenguaje cotidiano (sea el inglés, el castellano, el francés o el
esperanto) está sometido a ciertas reglas que, por su propia forma,
nos obligan a asumir compromisos ontológicos. Esta idea ha sido
defendida por numerosos filósofos del lenguaje. Por ejemplo, la
misma estructura básica</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Sujeto
+ verbo + predicado</span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Presupone
la correspondencia uno-a-uno de nuestro lenguaje con el mundo, en el
cual deben haber “cosas” (sustantivos) de las cuales decir o
enunciar “propiedades” (predicados), igual como en la lógica
matemática el que</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">(x)
: x = x</span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">(</span><i>todo
x es igual a x</i><span style="font-style: normal;">)</span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">sea
una verdad incondicionada nos obliga a asumir como compromiso
ontológico el principio de identidad.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Rápidamente
me puse al tanto en mis lecturas acerca de evolucionismo y comprendí
que, precisamente, el alcance crucial de la teoría de Darwin (digo
crucial no como si fuera efectivamente en lo que él estuviera
pensando, sino en el máximo provecho que se le puede sacar) es que
pasa por encima de todos los demás modelos de explicación: exige
que todos los aspectos, desde el más básico hasta el más complejo,
sean revisados.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">La
evolución pone la explicación convencional patas arriba: </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">¿Por
qué las cebras tienen rayas?</span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">-para
protegerse de los depredadores</span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Es
la explicación convencional. Pero esto cambia radicalmente si lo
vemos así:</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">¿Por
qué las cebras tienen rayas?</span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">-Porque
a las que no tenían rayas ya se las comieron</span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">La
</span><i>forma lingüística </i><span style="font-style: normal;">de
la primera opción supone un “movimiento”, una “intención”
en la cebra de protegerse; en cambio la segunda sólo constata un
hecho. Pensar en los términos (¡a nivel del lenguaje!) de la
segunda forma provoca cambios radicales en nuestra manera de </span><i>ver
el mundo</i><span style="font-style: normal;"> y de entender la
</span><i>evolución</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Lo
realmente interesante y desconcertante de todo esto es que, en algún
momento, tendremos que revisar nuestro lenguaje y modificarlo.
Porque, si aceptamos que todas las cosas cambian, y el cambio es la
única ley de la naturaleza, entonces las “cosas” no existen en
el sentido absoluto de la palabra; no hay “cosas”, sólo hay
“momentos”. Lo que significa que el verbo “ser” y el verbo
“estar” carecen de sentido, y deben ser eliminados, porque ellos
precisamente sirven para decir cosas </span><i>acerca de las cosas</i><span style="font-style: normal;">.
¿Podemos concebir un Castellano sin los verbos “ser”, “estar”,
y sin la palabra “cosa, objeto”?* Si es posible, entonces ese
lenguaje implica inmediatamente una nueva lógica, pues la
</span><i>predicación </i><span style="font-style: normal;">(que
depende de la función del verbo “ser”) está a la base de la
lógica como la conocemos (aristotélico-fregeana).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Aun
sin llevar la idea de inmediato a sus extremos, sus conclusiones
parciales son también sumamente interesantes; por ejemplo, una
visión evolucionista de la cosmología demuestra la inexistencia de
Dios como </span><i>primum mobile</i><span style="font-style: normal;">
(ya que no sólo es innecesario, sino que su existencia sería
incompatible con el modelo**).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">¡Qué
grande, qué lleno de posibilidades, qué rico en lo filosófico, en
lo científico y en lo artístico es pensar en esto!</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">No
puedo seguir adelante porque, la verdad, ni yo sé a dónde lleva. Es
un camino extraño, hay poco que leer y no está todo ordenado ni
junto en un solo lugar, pero seguiré escribiendo conforme tenga
novedades, y quienes quieran venir y conversar conmigo de esto, sea
porque sepan algo que yo no, o quieran discutirme lo que ya he dicho,
bienvenidos (siempre, siempre) serán.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">El
trasfondo de toda esta transformación se arraiga todavía más
profundo en algo que llegué a aprender de toda la
casi-siempre-contradictoria mazamorra de cosas que leo, y que siempre
intento transmitirle a otros: que mi sistema de creencias debe
ajustarse al mundo, y no al contrario. El precepto cristiano que más
me gusta es el que dice: “El Sábado fue hecho para el hombre, no
el hombre para el Sábado” (Marcos 2:27). Esto obliga a que la
evolución sea una posición casi moral frente al conocimiento y la
experiencia. Como decía Mercedes Sosa, citada tantas veces por Mila
Bayán, “y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño”.
¿Por qué debería temerle a la inconsistencia? Yo no soy
inconsistente, soy </span><i>paraconsistente</i><span style="font-style: normal;">.
Y esto queda también como advertencia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Que
tengan una linda semana.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">PS:
No doy bibliografía todavía porque no estoy seguro de lo que “haya
que leer” acerca de este tema. Como dije, todo lo voy sacando por
conclusión de un montón de otras cosas que no apuntan necesariamente en la misma
dirección, y creo que en algunos casos sería hasta ofensivo para
los autores que los mencionara (todavía) como precursores de estas
cosas. Pero para más adelante tendré títulos que compartir, lo prometo. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">PSS:
Tengo pensado hacer una traducción del “Paper de los chinos”. A
lo que esté listo lo subiré en la sección (que de seguro no han
notado todavía) <a href="http://lagranjadelmago.blogspot.com/p/biblioteca.html" target="_blank">Biblioteca</a>, para que puedan descargarlo y leerlo, si
es que les interesa. Busqué una versión electrónica y no la
encontré, por eso no comparto el original (si voy a transcribirlo
prefiero traducirlo, es más entretenido que sólo copiar).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">NOTAS:</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">*
Reformas lingüísticas en esta dirección (no en castellano) se han
intentado, pero no con vistas tan magníficas como las que yo creo
entrever, aunque sin lugar a dudas son un precedente y la idea la
tomo de aquellas. Véase la entrada en Wikipedia acerca del E-Prime.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">**
Esta incompatibilidad sigue siendo meta-aristotélica. ¿Cómo
escapar de ella? El mismo modelo nuevo verá si exigirnos o no
consistencia en el sentido que la entendemos ahora).</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-90565559989416399812013-07-18T22:03:00.000-04:002014-10-18T12:58:18.121-03:00Blinded by the Light...<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-size: large;">"<i>El mundo necesita oscuridad, porque la luz no nos ilumina, sino que nos ciega y nos abrasa</i>"</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-size: large;">Varg Vikernes</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Déjenme que les cuente
una historia increíble.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Corría el año 2006 (o
2005, no recuerdo muy bien) y en esos años el medio de comunicación
más popular era el <i>MSN Messenger</i>.
Nuestros amigos de Microsoft sabían del éxito arrollador de su
juguete informático y consecuentemente lo enchulaban a menudo, para
hacerlo cada vez más entretenido, versátil e interactivo, como
llegó a serlo antes de que tuvieran que botar las redes a fines del
año pasado, reemplazados irremediablemente por Skype y el feo e
incómodo chat de Facebook.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
esos años se podían hacer muchas cosas con el <i>MSN
Messenger.</i> Había emoticones
animados que uno mismo podía hacer, sonidos grabados o de paquete,
se podían hacer vídeo conferencias, conversaciones de a muchos y
todas esas cosas entretenidas que hacen que la gente se acueste muy
tarde.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
esos años dos amigos míos <i>(</i>amigos,
no “conocidos” ni “personas a las que conociera de lejos”;
amigos <i>de los de verdad, de los directos</i>)
eran asiduos coleccionistas (como muchas otras personas) de
emoticones. Entre los dos se compartían los nuevos que obtenían, o
buscaban juntos alguno que hubieran visto y quisieran agregar. Su
temática eran los emoticones “pícaros” (ellos usaban una
palabra menos elegante) o sensuales, que -como se podrán imaginar-
eran muchísimos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Dado
que, como dije recién, había para regodearse (además que ellos
tenían muchos contactos donde conseguir material), su colección fue
creciendo rápidamente y pronto se hizo incómodo recordar todos los
atajos de teclado para usar sus valiosas piezas. Finalmente
decidieron cambiar los atajos por otros más intuitivos, fáciles de
teclear y recordar: combinaciones numéricas. Así fue como a un
emoticón (quién sabe de dónde salió) cuyo atajo era originalmente
“jejeje” (un <i>smiley </i>que
levanta las cejas) le tocó su nuevo nombre clave: “1313”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Obviamente,
había un “1212”, un “1414”, un “2323” y muchos otros.
Pero es éste el importante.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pasó
el tiempo, ellos usaban sus emoticones para conversar con todo el
mundo, como es natural, y pasó que un día escuchamos todos (¡fue
sorprendente!) que en las fiestas pokemonas (la “tribu” de
aquellos años) sonaba una canción que en una parte de su letra
decía: <i>trece-trece</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Creímos
que podía ser una coincidencia, pero rápidamente notamos que no; el
emoticón rebautizado “1313” empezaba a dar la vuelta al país, a
aparecer en todo tipo de publicaciones, a usarse indiscriminadamente
dentro y fuera de <i>Messenger</i>,
y cuando la plataforma finalmente cayó, la estúpida cifra mil
trescientos trece ya se había convertido en sinónimo abreviado de
todo lo que puede expresarse subiendo y bajando las cejas, como el
emoticón original.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Así
que, créanlo o no, soy amigo personal de las dos personas que
bautizaron “1313” al estúpido emoticón ese. Dos osorninos,
perfectos desconocidos para la gran mayoría del planeta, son en
parte los autores de lo que hoy se considera un todo un icono
generacional cuyos orígenes, sin embargo, permanecerán un buen
tiempo en el misterio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Dejemos
al 1313 aquí un momento y hagamos un viaje hacia el pasado, unos mil
novecientos y tantos años. Me permitiré fantasear un rato.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Imaginemos
que allá por el año 30 de nuestra era (poco más o menos) en
Palestina, un grupo de personas congregadas por alguna razón
insignificante, hayan presenciado sin quererlo el descenso de una
nave espacial descomunal, brillante y ruidosa, hecha con la más
perfecta y avanzada tecnología. Imaginemos que se abre la nave
espacial, que de ella descienden seres verdes de dos metros de altura
con trajes de látex, cascos redondos y voces distorsionadas, como si
llevaran un pedal wah-wah en la garganta. Imaginemos que los seres
verdes bajan, toman algunas muestras de sedimentos -entre ellas uno
de los personajes que presenció el hecho- y finalmente deciden
retirarse a su lejano planeta, por lo que vuelven a abordar y se van
al espacio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Qué
es lo primero que estos hombres, en este escenario hipotético que
hemos fabricado, comunicarían a sus conocidos, familiares y amigos
cuando volvieran a su ciudad (Jerusalén, pongámosle)? Algo más o
menos así: “Una cosa brillante bajó del cielo y salieron unos
seres verdes gigantes que se llevaron a Jesús”. ¿Alguien les
habría creído?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Nadie,
probablemente. Porque suena demasiado improbable (aunque no
<i>imposible</i>) que las
cosas ocurrieran como ellos dicen.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
resulta que ellos están seguros de lo que vieron, y la verdad es una
fuerza capaz de llevar a los hombres más allá de cualquier límite
con tal de defenderla. Pero las personas que los escuchan, seguros
del mundo en el que viven y sus <i>regularidades</i>,
no estarán dispuestos a transar la estabilidad de su realidad para
dar crédito a lo que defiende un puñado de pelafustanes.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hay
una paradoja física que dice: <i>¿Qué ocurre cuando un
cuerpo incontenible se estrella contra un cuerpo inamovible?</i>
Aquí debemos suponer que la verdad de quienes vieron es la fuerza
infinita del cuerpo incontenible, y el sentido común es la inercia
infinita del cuerpo inamovible. Es claro que a punta de encuentros,
uno tras otro, ambas partes irán sintiendo la molestia por la
situación. Los que dicen haber visto querrán que les crean; los que
escuchan querrán que ellos se retracten, o se les de por locos para
que dejen de importunar con sus fantasías. Pero si la verdad se
defiende con brío (como suele ocurrir) habremos de esperar que ni
ella será una fuerza infinita, ni la incredulidad será un bloque
inamovible. Al final unos y otros irán arreglando el cuento
original, hasta lograr aquella versión “estable”, es decir, “la
más creíble”; la que sin dejar de ser “en algún sentido”
cierta, al menos respeta un mínimo de regularidades empíricas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Cabe
recordar que en el siglo primero de nuestra era no había televisión,
ni computación, ni fotografía ni filmografía y en general el
conocimiento se entregaba tanto por vía oral como por vía escrita.
Bien, mi tesis es la siguiente: La <i>credibilidad</i>
de una afirmación (un hecho, una experiencia, una noticia, etcétera)
se basa en dos factores relevantes: primero, que su verdad esté
garantizada por un mínimo necesario de pruebas en soportes
tecnológicos válidos para el tiempo y el lugar del que se habla. Y
segundo, que ella (la afirmación) no destruya o no se salga, en un
mínimo suficiente, de lo que consideramos como “lo real posible”.
De tal suerte que toda “noticia” necesita, para ser tal, un
mínimo necesario de “respaldos” y un mínimo suficiente de
“coherencia” con el mundo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
una sociedad que no tiene más medios de comunicación que el oral y
el escrito, es por tanto indispensable que estos medios cubran la
noticia. La versión del secuestro alienígena en la sociedad
grecorromana de principios de la Era parece ser una historia por
decir lo menos “incómoda”; pero si muchos escritores hablan
acerca de ello, y las personas que dicen haberlo visto están
dispuestos a morir por no retractarse de sus dichos, entonces es muy
probable que “al menos una parte de la noticia” sea verdad. El
tiempo irá haciendo su criba, hasta que al final se conserven los
textos más centrados, es decir, los que no abandonan del todo la
veracidad de la experiencia, pero tampoco la aceptan en todos sus
detalles.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Postulo
que es imposible discernir (<i>imposible</i>)
si el Evangelio que tenemos hoy es una crónica fiel de los hechos
acaecidos en torno a la vida de Jesús, o son las versiones “finales”
de este proceso de selección del sentido común, de acuerdo a los
supuestos de mi conjetura. En términos estrictos, tanto lógicos
como históricos, ambas alternativas son <i>igual de posibles</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Del
Evangelio al “1313”, la cuestión es siempre la misma; no importa
cuánta tecnología poseamos, cuánta información seamos capaces de
recolectar, cuántas fotografías, películas, cámaras infrarrojas,
detecciones de huellas digitales, respaldos blue-ray podamos hacer de
nuestras bases de datos conservando la información; siempre hay un
margen, un “umbral” necesario para que algo sea <i>considerado</i>
confiablemente cierto. Y <i>siempre</i>
habrá hechos, experiencias, recuerdos, que estarán por debajo de
dicho umbral: y nuestro conocimiento del mundo <i>siempre</i>
estará incompleto, porque <i>no creeremos</i>
en la verdad, aunque ella se presente ante nuestros ojos con toda en
toda su pureza y desnudez, si ella no viene acompañada de <i>relativos
culturales</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Uno
de los grandes problemas que veo a diario en nuestra sociedad, es que
hemos delegado demasiada -excesiva, diría yo- confianza a nuestros
soportes tecnológicos cuando se trata de decidir en qué creer. En
general lo que presenta fotos, estudios, firmas especializadas,
documentales y publicaciones es tenido por cierto; y lo que sólo
tiene pruebas de buena fe de “quien lo vió con sus propios ojos”
es descartado como falso, o a lo sumo como “poco probable”. Sin
más, confundimos las palabras “probable” (en sentido de
<i>probabilidad</i>) con
“probable” (en sentido de <i>susceptible de ser respaldado
con evidencia</i>) a cada rato y con
total naturalidad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Mentir
es siempre posible, tanto cuando se hace de palabra, o cuando se
filma un documental con la mayor seriedad y profesionalismo. Por
ejemplo tenemos canales que “se dicen serios” (como <i>History
Channel </i>o <i>Discovery
Channel</i>, ninguno de los cuales
veo porque me provocan la misma desconfianza) pero que en su
programación presentan documentales abiertamente pseudocientíficos,
algunos de ellos contradictorios incluso, y lo hacen con el mismo
nivel de soportes tecnológicos en cada caso. Por ejemplo, todos
ellos hablaron de las profecías mayas, de las alineaciones
planetarias y cuanta tontera más para esperar el 2012; todos se
equivocaron monumentalmente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">O
tomemos por ejemplo a Salfate y las teorías conspiracionistas que le
gusta difundir. Tenemos todos un criterio interno que nos dice: Sí,
esa sí <i>puede ser cierta</i>,
o No, esa es <i>evidentemente absurda</i>.
Todo entra y sale del “umbral” de credibilidad con el cual
juzgamos lo que nos dicen.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Finalmente
resulta que, contrario a lo que podríamos creer en un principio, y
este es el resultado paradójico al que quería llegar, tenemos más
tecnología pero no tenemos más maneras de acercarnos a la verdad
que antes. ¡Hemos vivido siempre en la misma incertidumbre respecto
del mundo!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hoy
(HOY) si una nave espacial baja y secuestra a un hombre,
probablemente habrá teléfonos celulares con cámaras para registrar
el hecho; habrá satélites fotografiando la superficie de la tierra,
habrá vecinos que escucharán, habrá aviones y torres de monitoreo
que podrán dar cuenta del hecho. Es casi <i>imposible</i>
que si una nave espacial baja del cielo y se lleva a una persona
(que, a todo esto, tendrá facebook, carné de identidad, familia,
fotografías, teléfono celular y hasta puede que GPS), no tengamos
maneras de saberlo. Pero “casi”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Paradójicamente
también, somos capaces de juzgar sobre hechos gigantes (naves
espaciales, explosiones, golpes de estado, cataclismos, atentados
terroristas) pero perdemos ostensiblemente la capacidad de juzgar
sobre hechos pequeños (como el que alguien llame “1313” a un
emoticón que antes se llamaba “jejeje”). Incluso sostengo que se
podría invertir todo el dinero y todos los recursos informáticos
para descubrir quién usó por primera vez el emoticón con ese
nombre, y ni aún así darían con mis dos amigos; porque los dos
computadores que ellos, en su tiempo, usaron, hoy están en calidad
de chatarra; porque ellos no usaban sus identidades reales detrás
del computador, ya que en esos años había que mentir sobre la edad
para poder abrir cuentas de <i>Hotmail </i>si
uno era menor de edad; y porque dudo mucho que en alguna parte una
base de datos registre paso a paso <i>todo</i>
lo que se hace en internet. Es decir, con toda la tecnología que
tenemos, con todos nuestros avances científicos, sigue siendo <i>la
palabra de ellos, contra la de otros</i>.
Igual que los apóstoles hablando de su Mesías que “se fue al
cielo en una nube luminosa”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Se
ha hablado mucho en nuestro tiempo acerca de las tecnocracias y de
ese monstruo grande y amorfo que es “El Sistema”. La gente cree
que en el Colosionador de Partículas del CERN los físicos del mundo
están buscando dar con el “último ladrillo” del edificio del
conocimiento; en una palabra, creemos que estamos al borde de
descubrirlo <i>todo</i>, y
que cuando eso ocurra no podremos huir ya nunca más del ojo avizor
del Poder Hegemónico Absoluto, y se “acabará la historia”. Pero
esto no es y nunca dejará de ser más que una caricatura, elaborada
en la mente de personas que todavía están sorprendidas de ver que
en la pantalla las personas hablan y se mueven ¡y es todo tan real!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
pérdida paulatina de la capacidad de crítica, de reflexión y sobre
todo de la fe en la libertad (esa libertad última, irreductible, del
hombre dentro de su propia cabeza) está haciendo que nuestras gentes
“quieran” jugar a que son robots, sin que realmente nadie los
esté obligando y no haya, en realidad, forma de lograrlo. La
pesadilla orwelliana del gobierno que es capaz de entrar hasta en el
último rincón de tu habitación e incluso toma la precaución de
colocar la sal -que dejas intencionalmente en el borde del libro-
después de leerlo para que no notes su presencia, ha ido creciendo a
medida que la tecnología se ha ido emplazando en nuestros medios de
comunicación. Creemos que no es posible delinquir sin ser
descubierto; que no es posible mentir, ni engañar, y sin embargo,
las mentiras, los crímenes sin resolver y los engaños de todo tipo
están ahí, dentro y fuera de la verdad, dentro y fuera del campo
visual de su míope ojo Avizor.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Lo
mismo cabe decir para la ciencia. Ella mide todo lo que se puede
medir, ella registra todo lo que se puede registrar; pero un niño
sana su enfermedad gracias a que una vieja quemó sahumerios en su
choza, y es <i>coincidencia</i>.
Una casa expulsa a sus habitadores mediante sucesivas fugas de agua,
y es <i>imaginación</i>. Un
hombre sale de su casa y vuelve a la media hora con barba de tres
días, y es <i>anecdótico</i>,
pero demasiado <i>improbable </i>que
lo hayan secuestrado los extraterrestres. Otra vez lo mismo: Nadie
vio la nave espacial, ninguna cámara lo registró, ningún satélite
la detectó, ningún celular la filmó. Por lo tanto, <i>no
hubo nave</i>. Pero el hombre y su
barba están allí, vivitos y coleando.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
la escena final de la película <i>Contacto</i>,
la protagonista atraviesa por el portal interespacial y ve y filma un
viaje de dieciocho horas (si mal no recuerdo) hasta un mundo a miles
de millones de años luz de la tierra, donde se entrevista con un ser
que se le presenta bajo la forma de su difunto padre. Al retorno ella
descubre que quienes la esperaban sólo vieron a su módulo espacial
pasar por dentro del portal directo al mar sin que nada especial
ocurriera, y que su cámara sólo filmó estática, por lo que la
toman por loca y desechan como alucinación lo que llegó contando.
Sin embargo, una de las científicas, bien avispada, pide de todas
formas copia de la cinta. No está interesada, dice, en la estática;
sino en el hecho de que filmó aproximadamente <i>dieciocho</i>
horas de estática.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Vivimos
constantemente de cara al misterio. El mundo se nos hace cada día
más basto, más lleno de cosas, pero seguimos siendo igual de
pequeños e indefensos ante lo desconocido. Hemos de suponer que el
hombre primitivo construyó su <i>dolmen</i>
y creyó estar <i>en </i>el
centro del universo; el astrónomo babilonio miró el cielo, el
geómetra griego calculó el diámetro de la tierra, y el filósofo
afirmó que estábamos en el <i>planeta </i>al
centro del Universo. Hoy, el astrofísico asegura que estamos en <i>el
</i>Universo, en <i>el
tiempo-espacio</i> dentro del cual
un hombre se pregunta por el universo; pero en todos los casos es
siempre lo mismo: trazamos un círculo dentro del cual todo es
conocido y fuera del cual la oscuridad, el misterio y lo novedoso se
prolongan hasta el infinito. No hemos dejado de trazar, en nuestras
mentes, el mismo mapa caricaturesco medieval, que ponía dragones en
los bordes del mar; sólo que nuestros dragones están cada vez más
lejos; pero ¡son cada vez más grandes!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Es
fácil ser realista y cientificista cuando se vive en la ciudad y se
aprende de cara al laboratorio; pero en medio de una tormenta,
acosado por los vientos y las respiraciones en lo alto de una montaña
del Sur de Chile, uno empieza a dudar si el volcán Osorno es sólo
un accidente de terreno, o acaso es efectivamente un <i>dios
dormido</i> que nos protege y nos
guarda. Ningún espectroscopio ha podido verificar que exista el
alma, ningún espiritista ha podido entregar el código Houdini, y
sin embargo, hay quienes <i>saben cosas</i>
que no tendrían cómo saberlas; hay quienes <i>curan lo
incurable</i>, hay quienes cierran
los ojos, duermen, y a la mañana siguiente pueden relatar con lujo
de detalles lo que ocurrió a miles de kilómetros. Y no tienen más
que su palabra para probarlo, y el hecho incómodo de que han
acertado. ¿Verdad, mentira, engaño? Decidirlo no es más difícil
hoy que hace dos mil, o tres mil, o cinco mil años.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
oscuridad siempre ha estado allí. Ya sea como duende, como monstruo,
como lobo; como bárbaro, como bruja, como licántropo; como
asaltante, como delincuente juvenil, como terrorista paramilitar.
Sabemos muchas más cosas pero seguimos durmiendo con las puertas
atrancadas. Tenemos más libros, más explicaciones, más
testimonios, pruebas y garantías, pero el miedo no ha disminuido.
Nada nos ha asegurado la inmortalidad, nunca hubo rapto ni piedra
filosofal ni conflagración universal. No hubo dictadura del
proletariado ni tercera guerra mundial, y no es todavía el fin de la
historia. En cavernas tibetanas de tiempos védicos (una chorrera de
siglos antes del tiempo de los egipcios) se han encontrado
representaciones de nubes negras que arrojan fuego sobre los hombres
provocando enfermedades a la piel y horribles deformidades. Que hoy
conozcamos la energía nuclear no da prueba de profecías cumplidas
ni de Sectas Orientales escondiendo el conocimiento ancestral para
prevenir la aniquilación de la humanidad; sólo nos invita a
reflexionar acerca de cómo nuestra especie, nuestra civilización,
ha sido capaz y se ha empeñado con meta fija a cumplir y hacer
realidad sus más terribles pesadillas, a actualizar los más
profundos miedos. Sin ir más lejos, el psicoanalista Carl Jung
sostuvo en uno de sus libros que los platillos voladores eran otro
acto de transferencia por parte de mentes enfermas, prisioneras de
una sociedad que es cuna y madre de sus peores traumas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Creemos
que estamos acercándonos al final, pero en realidad es sólo el
principio. La humanidad no ha terminado siquiera de despertar, de ver
con sus propios ojos. Cada verdad viene cargada de nuevos y más
difíciles misterios, como una trampa china donde cada caja contiene
a otra caja en su interior, sólo que el fondo no se hace más
pequeño, sino más grande.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Cada
vez más grande.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
total de la reflexión podría resumirse como sigue: Mientras haya
respuestas, siempre quedarán preguntas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Tenemos
trabajo que hacer. Muchas gracias.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Quiso avanzar, tropezó
con una pared invisible. Quiso retroceder, le pasó lo mismo. Palpó
arriba, abajo, a los costados: estaba encerrado en una jaula de
cristal. Dio golpes sin perder nunca las esperanzas, insistió una y
otra vez en el mismo sitio, hasta que sintió un crujido y pudo
atravesar la superficie fría con el puño. Se abrió paso y, por
fin, salió al exterior. Avanzó feliz, sonriente, libre, pero se dio
un frentazo contra una pared invisible: ¡Estaba dentro de una jaula
mayor! Pensó, consolándose: “¡Por lo menos es más grande y está
creciendo! ¡Crecerá tanto que un día desaparecerá!”
</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Pero la jaula no
crecía: el señor iba empequeñeciendo.</span></i></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">“La
Jaula”, de Alejandro Jodorowsky.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-25301604008838002112013-06-19T01:46:00.003-04:002014-10-18T12:59:29.592-03:00¡...pero debería serlo!<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">El martes 18 de Junio
(ayer) la página de blogs del diario “El Mercurio” publicó un
artículo titulado “¡La educación no es un derecho!” y firmado
por un tal Axel Kaiser. No sé quién es este hombre, ni qué es lo
que hace, sólo tengo una foto suya junto a la breve columna y su
nombre al pie de la misma. Les dejo el link del dicho artículo:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"></span><a href="http://www.elmercurio.com/blogs/2013/06/18/12722/la-educacion-no-es-un-derecho.aspx" style="font-family: inherit;">http://www.elmercurio.com/blogs/2013/06/18/12722/la-educacion-no-es-un-derecho.aspx</a><span style="font-family: inherit;">.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En general no me dejo
estimular ni conmover por esta clase de cosas, creo que nunca he
escrito una réplica (salvo una que otra en forma de breve comentario
al final de los blogs que permiten hacerlo) pero debo decir que la
lectura de la columna del señor Kaiser me ha llegado a lo profundo
del corazón y aunque estoy cayéndome de sueño y cansancio me
gustaría dedicarle algunas palabras. No sé si él llegue a leer mi
artículo, pero la dejaré a disposición de mis estimados comensales
por si a alguno le interesa saber qué me produjeron las palabras de
este enigmático tocayo del ex vocalista de Guns 'n Roses.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">No quiero que se me
malinterprete. No creo que la discusión que deba tener lugar aquí
sea ideológica o filosófica (nada estaría más lejos de serlo,
créanme) sino que es (para mi gusto personal) estrictamente lógica.
No voy a entrar a descalificar al señor con apellido germánico
porque no es mi estilo; caras vemos, corazones no sabemos. Sea pues
su palabra la única garantía de su peso intelectual.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">“El Estado es esa gran
ficción en virtud de la cual todo el mundo intenta vivir a expensas
de todos los demás”. La cita (según él, no lo he comprobado) es
de Claude Frédéric Bastiat. ¿Quién es este hombre, se
preguntarán? Bueno, nunca soy muy exhaustivo en mis búsquedas pero
Wikipedia tuvo la bondad de sugerirme esta breve presentación:
“<i>escritor, legislador y economista francés al que se considera
uno de los mejores divulgadores del liberalismo de la historia</i>”.
Me hace sentido, considerando las opiniones vertidas por el señor
con apellido de naipe, y por el hecho de que haya sido publicado bajo
el alero del “diario de Agustín”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Dejando
un poco al margen el hecho poco favorable de la escasa falta de
seriedad que puede tener una afirmación de este calibre, más cuando
proviene de un personaje que no conoció a Marx (murió en 1850, si
Wikipedia no me miente) ni alcanzó a vivir la decadencia de la
Revolución Industrial y el Imperialismo que degeneró en las dos
grandes guerras mundiales, vamos a brindarle a nuestro caucásico
amigo el beneficio de la duda y le concederemos su punto de partida
(aunque me gustaría tomarla como epígrafe y no como premisa
argumental, pero le daré en el gusto para que explaye su punto).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
argumento de este señor puede resumirse de la siguiente forma: El
Estado no es sino <i>una gran ficción en virtud de la cual
todo el mundo desea vivir a expensas de todos los demás</i>.
Los “derechos sociales” por tanto no son derechos en sentido
legítimo sino que se trata de <i>una exigencia de beneficios
materiales que un grupo determinado de individuos plantea a otro
grupo en general indeterminado de individuos sin ofrecer una
contraprestación a cambio</i>,
justificados moralmente por la existencia (ficticia) de este Estado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
un mundo sin Estado pues, <i>la única forma en que un grupo A
podría obtener sin causa de un grupo B un beneficio material sería
recurriendo directamente al uso de la violencia física. </i>Y
en un mundo con Estado (al que previamente aludió como una ficción)
son los políticos quienes se encargan de ejercer dicha violencia,
seleccionados en función de los “derechos sociales” que ofrecen
antes de su elección.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Un
bien económico <i>es un bien escaso que satisface necesidades
o deseos</i>. Para nuestro amigo de
ojos pequeños la educación es tal, y no un “derecho” (que ya
mostró que no existen) sin importar lo que los políticos digan
cuando hacen sus promesas electorales.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Para
nuestro amigo, un “derecho negativo” (en contraposición a los
falsos derechos “sociales”) es aquel que <i>exige del
resto el abstenerse de realizar una conducta</i>.
El rol auténtico del Estado en este caso es el de proteger al
individuo de que su derecho sea violado. Pero en cambio un derecho
“social” es lo contrario, y <i>obliga a los individuos a
dar a otros lo que estos quieren y que en una relación de
cooperación voluntaria probablemente no podrían obtener</i>.
De esta forma, concluye que la visión colectivista de los derechos
“sociales” constituye una perversión del rol del Estado, el cual
<i>no actúa ya como protector de la libertad personal, sino,
por el contrario, como su principal agresor</i>.
Propone al final una profecía político-económica de escaso valor
teórico así que prescindiré de ella.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Como
espero mostrar, el argumento de este hombre es contradictorio. Por
una parte nos dice: <i>la única forma en que un grupo A
podría obtener sin causa de un grupo B un beneficio material sería
recurriendo directamente al uso de la violencia física. </i>Yo
replico: ¿y por qué es “sin causa”? ¿No es acaso la violencia
física causa suficiente para ceder un beneficio material a otro? La
primera y más esencial caracterización de la condición social del
hombre se cae, pues, por esta sencilla confusión conceptual. Me
parece por tanto mucho más correcto afirmar que <i>la
violencia física es una de las formas que tiene un grupo A de
obtener un beneficio material de un grupo B sin ofrecer una
contraprestación a cambio</i>, lo
que encaja con la forma en la cual él ha caracterizado el “derecho
social” (y asumiendo que la violencia no es una contraprestación,
claro está).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Por
otra parte, su visión del Estado es asimismo contradictoria. Nos
dice que él es una ficción cuya finalidad (no la única, pero
ciertamente una de ellas) es justificar moralmente ciertas exigencias
materiales gratuitas que un grupo A hace a otro grupo B. Pero luego
lo vuelve a caracterizar como la institución (o así creo que nos
invita a entenderlo) encargada de proteger los derechos negativos de
las personas. Pero estos derechos negativos son, esencialmente, la
coerción de la libertad del otro: pues <i>exigen del resto el
abstenerse de realizar una conducta. </i>Entonces
resulta que el Estado, <i>al actuar como protector de la
libertad personal, es también el principal agresor de la misma </i>y
esto se sigue directamente de sus premisas aunque es la tesis que
busca destruir.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
rol del político es también contradictorio en su forma de
presentación. Por una parte, constituyen el grupo encargado de
controlar el poder del estado y ejercer la violencia necesaria para
cumplir su rol (proteger las libertades negativas de los individuos,
como ya dijimos). Sin embargo, son elegidos en función de algo
completamente distinto: los beneficios prometidos <i>bajo el
argumento de satisfacer “derechos”</i>.
Entonces tenemos a un grupo de personas que primero promete “falsos
derechos” (pues así los ha caracterizado) para poder permanecer en
el poder (que es una necesidad para ellos); luego, una vez electos,
controlan el poder coactivo y coercitivo del Estado, y fallan en sus
promesas “para preservar el orden económico y democrático del
sistema”. ¡Vaya democracia la que se obtiene!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
tipo de orden social que el señor de corbata tiene en mente nos
recuerda aquella caricatura del Leviatán sobre los pueblos que
aparece en las ediciones antiguas del homónimo de Hobbes. Presupone
un orden según el cual la existencia del Estado es esencialmente la
necesidad de coerción, es decir, la represión de ciertas
actividades en favor del libre desarrollo de otras.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">La
educación es, hoy por hoy, un bien de mercado; él lo da por
sentado, y es cierto. Pero ¡es eso precisamente lo que está en
discusión! Su título no puede por tanto ser más tautológico: La
educación no es un derecho. Pues claro que no es un derecho, ¡o
todas estas cosas no estarían pasando! Lo que cabe preguntarnos
realmente es, ¿cómo debemos enfrentar un argumento de este tipo? En
vistas de sus errores (pues no son más que eso), ¿cómo debemos
plantearnos el Estado?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Como
dijera Aristóteles (no es que quiera hacer gran hincapié en esto,
pero véase la diferencia entre mi cita y la suya, en términos de lo
poco que exige la mía recurrir a Wikipedia) el hombre es un animal
social, y aunque no sea una frase que agrade mucho en nuestros días
vamos a concederle al Estagirita al menos que tuvo razón en apuntar
(como harían muchos otros después, entre ellos Rousseau,
compatriota de ese tal Bastiat) el hecho de que es la familia el
primer modelo de “sociedad” humana, ya sea esto en lo histórico
como en lo formal.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Es
en la familia un hecho también (y esto no lo someteré a crítica)
que existen ciertas exigencias materiales por parte de un grupo hacia
otro, en particular de los hijos a sus padres. Tales pueden muy bien
ser alimenticias, de vestimenta, de techo, etc. Si el Estado es una
ficción que justifica moralmente exigencias materiales gratuitas,
¿es entonces la familia otro tanto? ¿O hay en la “obligación de
la madre” de alimentar a su hijo algo más que la satisfacción de
un deseo ilegítimamente impuesto por el lactante mediante la
apelación a falsos “derechos”?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Nada
obliga a una madre (o a un padre, o a dos madres y dos padres; no
quiero ser heteronormativo en esto) a alimentar a su hijo. Pero
cuando no lo hace, el niño muere y no hay ya “familia”. Por lo
tanto la “familia” no es una ficción que justifica la concesión
de derechos sino el <i>resultado</i>
de dicha concesión; es, por lo tanto, fruto de una convención y
asunción de roles.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Lo
mismo podemos decir de las sociedades. Un grupo humano puede someter
a otro por medio de la violencia, pero si no se provee la obediencia
del otro, sólo obtendrá masacrar hombre tras hombre hasta que no
quede ya hombre que masacrar y no haya sociedad posible. En la
asunción de roles de todo tipo (entre ellos económicos, origen de
las Clases Sociales) se sustenta la existencia de un orden social y
el Estado es la abstracción (la ficción, si se quiere) que armoniza
estos acuerdos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">No
veo cómo encaja en la visión ficcional y estrictamente coercitiva
del Estado que el señor Kaiser propone la existencia de bienes
públicos y de instituciones civiles. Posiblemente no las crea
necesarias y sueñe (como su admirado Bastiat parece hacerlo) con un
mundo pacífico y liberal donde la “mano invisible del mercado”
nos lleve por la senda segura del progreso científico y tecnológico
hacia un mayor bienestar social, libre y democrático. Pero en la
forma como vemos las cosas las personas que vivimos en el siglo XXI
el Estado debe proteger y asegurar nuestro bienestar aquí y ahora, y
qué sea tal bienestar surgirá (como es verdaderamente democrático
hacerlo) de la reflexión que
la sociedad pueda hacer respecto de sí misma y sus necesidades
particulares.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Él
dice: <i>la
diferencia esencial entre un derecho colectivo o "social" y
derechos negativos, como la libertad de expresión, la vida o la
propiedad, es que los primeros, al referirse a bienes económicos,
exigen que alguien sea forzado a trabajar para satisfacerlos. </i>Esta
afirmación, por el hecho de considerar a la educación como un bien
económico, es falsa. El Estado en tanto institución cobra impuestos
y por lo mismo paga sueldos. Nadie será <i>forzado
a trabajar</i>
como profesor para los pobres cabros, como las caricaturas de los
sistemas socialistas les achacan a estos últimos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="font-size: normal;">Ya
al margen de todo y como breve apreciación personal me sorprende y
me parece lamentable la incapacidad de personas como mi amigo de
nombre alóctono de ver y entender problemas, abordar temáticas y
adoptar una postura crítica frente al mundo en que vivimos. Es
triste ver como se suele olvidar que, en última instancia, esto se
trata de personas que viven y que -sea por naturaleza o casualidad-
se ven obligadas a vivir <i>juntas</i>.
</span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Ya
es, de cualquier forma, una victoria moral del movimiento estudiantil
el haber conseguido que se den esta clase de discusiones. Nos
permiten ponernos al tanto del tipo de personas con las que tenemos
que compartir esta estrecha y -por estos días- fría franja al este
del océano pacífico.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Buenas
noches.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: normal;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-37966436125288219372013-06-08T15:31:00.001-04:002014-10-18T12:59:58.031-03:00ESSE AUT NON ESSE; ITA QUAESTIO EST<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">“<i>Vio entonces Dios
todo lo que había hecho, y todo era muy bueno</i>”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Gn 1:31</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Es de sobra conocido que
soy un enemigo declarado de los imperativos morales. Pero tampoco
soy, como alguna vez me dijeron (personas con más edad y más
títulos universitarios que yo), un ser amoral. No es un tema que me
agrade mucho –digamos que “no hiere las suficientes
susceptibilidades”– pero me entretendré con él un momento.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Un imperativo moral es
toda sentencia del tipo: “<i>Haz esto</i>” o “<i>No hagas
esto</i>”. El <i>tipo</i> de moral que presupone el imperativo (en
cualquiera de sus múltiples variables posibles) es una moral de
<i>arriba a abajo</i>. El
imperativo, que es moral porque distingue nuestros <i>actos</i>
entre [al menos] dos tipos de valores excluyentes (buenos y malos,
correctos e incorrectos, preferibles y despreciables, etc.) se
presenta como una sentencia de tipo <i>universal</i>,
que rige de manera uniforme sobre el resultado de nuestras
decisiones, aquello que constituye el <i>particular</i>
o el <i>momentum </i>de
nuestra conducta, que no es otra cosa que el “acto” mismo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Cada
uno de estos actos es evaluado, en <i>particular</i>,
de forma aislada como un ejemplar de nuestra conducta; <i>esto</i>
es bueno, <i>esto </i>es
malo; su valoración, aunque se disfraza de cualidad, es mera
cantidad: “por sus frutos los conoceréis”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Contra
esta moral de <i>arriba a abajo</i>
yo propugno una moral <i>egocéntrica</i>,
en la cual no son los actos los calificados de “buenos” o “malos”
sino que es la conducta en sí misma, ya no como el total de nuestros
“actos” sino como el <i>devenir de nuestro comportamiento
consciente</i>, aquello que se
revisa y se perfecciona para “bien” (en un sentido personal) o se
descuida (lo que vendría a ser un relativo equivalente al “para
mal”).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Somos
el todo coherente de las decisiones que tomamos. En la relación
constante y turbulenta con el mundo sostenemos posiciones respecto de
él y de nosotros mismos, así como de todo orden de cosas; lo que
constituye nuestro <i>sistema de creencias</i>,
lo que groseramente puede ser representado como nuestro <i>conocimiento</i>
sumado a nuestras <i>experiencias</i>,
fundamento último de nuestra <i>opinión</i>
y nuestra <i>conducta</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Todo
sistema de creencias es susceptible de ser revisado. La <i>conducta
</i>no es una relación de
coherencia entre nuestros actos particulares (como pretende la moral
del imperativo) sino que es, más bien, la relación de <i>cada</i>
uno de nuestros actos con el <i>momentum</i>
del sistema de creencias que la respalda. Así entonces, por poner un
ejemplo, rechazar el imperativo “No matarás” (y su
correspondiente juicio valorativo: “matar es malo”) no me
convierte en un ser amoral, ya que <i>en este momento</i>
no me parece necesario o no veo como una vía de conducta coherente
con aquellas creencias que HOY sostengo, el matar a alguien.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Cuando
un acto contradice el sistema de creencias que debería
fundamentarlo, no es el “acto” lo contradictorio en sí sino el
sistema de creencias; porque (y esto lo defiendo <i>a priori</i>,
aunque admito que es susceptible de crítica) todo “acto”, al ser
la concreción de una “decisión” particular, está en
concordancia con (al menos) una creencia o “motivo suficiente para
actuar”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ningún
sistema de creencias es perfecto; pero en la eliminación de las
contradicciones, que son el fruto de la incoherencia, reside el
<i>summum bonum</i> de
nuestra moral: la capacidad, como dije antes, de<i> mejorar</i>.
NO en relación con estándares impuestos, sino con respecto a
<i>nosotros mismos</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">*
* *</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hice
esta breve disertación acerca de la moral (y <i>mi </i>concepto de
moral) para dejar en claro que el ensayo que leerán a continuación
no quiere ser, en modo alguno, <i>impositivo</i>. Es la sencilla
exposición de mi propia experiencia (en relación al tema propuesto)
y no busca convencer a nadie de hacer lo mismo; sin embargo, tiene
también (y por eso lo escribí, o sería sólo una sencilla
curiosidad) el propósito de servir de ejemplo o argumento posible
para quienes se han visto en disyuntivas similares y buscan una
solución posible a sus entuertos. O más aún, para quienes
disfrutan de escuchar (leer, en este caso) los argumentos que otros
tienen para defender sus posiciones personales. Para todos ellos va
dirigido este ensayo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Por
todo lo que expuse más arriba queda claro que, a mi modo de ver, una
retractación no es en modo alguno una muestra de debilidad del
espíritu sino todo lo contrario, un acto de perfeccionamiento. Fui
cristiano, luego fui politeísta y hoy soy agnóstico (o algo así);
fui comunista, luego fui fascista, y hoy he vuelto a ser una especie
de socialista (anómalo); me presenté alguna vez como poeta, hoy,
como dejé de escribir poesía, ya no lo hago; podría seguir
indefinidamente. Alguien podría decirme: “entonces eres
inconsecuente”. Pero yo le respondo, “¿Qué es para ti la
'consecuencia'? ¿Elegir un ideal y marchar ciegamente en su defensa,
aunque me cueste la vida? ¿O hacer que la propia conducta cambie
(mejore) a medida que mi experiencia crece y que mi conocimiento se
acrecenta?” Yo digo: todo lo que he hecho, todo lo que he dicho y
he defendido ha estado en perfecta armonía con lo que he creído en
su momento, y toda vez que no lo ha estado (porque ha pasado,
indudablemente), ello ha significado una revisión del sistema de
creencias, un cambio profundo en mí que me ha llevado a tomar nuevos
senderos y a <i>mejorar</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Cuando
los Procesos de Nuremberg dejaron al descubierto los pormenores del
holocausto, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, muchos de los
mismos alemanes afiliados al partido Nacionalsocialista renunciaron
voluntariamente a su membresía, como una forma de corregir su
participación indirecta (su <i>complicidad</i>) en los actos. Esta
retractación es, para mí (indiferente de los motivos) una muestra
de <i>sana</i> moral, porque aquellos hombres y mujeres en un solo
acto <i>admiten su participación</i> y <i>deciden su
no-participación a partir de aquel momento; </i>demuestran ser
<i>consecuentes consigo mismos</i>. (Que luego se haya declarado como
un acto criminal la sola afiliación al partido es harina de otro
costal).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Contra
esta moral <i>sana</i> está la moral <i>enferma</i> de, por ejemplo,
aquellos chilenos que después que el régimen militar de Pinochet
terminara y se abrieran los casos de violación a Derechos Humanos
(los que <i>tampoco defiendo</i> como “buenos a priori”, nótese),
para evitar retractarse de su simpatía por el régimen pero no tener
que reconocer su implícita complicidad con los actos perpetrados,
<i>prefieren negar dichos actos, argumentando que son mentiras de los
comunistas, o que las víctimas eran paramilitares preparados por los
rusos y los cubanos</i>. Esta es la mentalidad de personas que
consideran una retractación como una debilidad, como un “darle la
razón” al otro, al enemigo: una derrota del espíritu, y encuentra
preferible <i>autoengañarse y vivir en una mentira</i>. Más loable
y respetable es el asesino que mata, reconoce que mata y asume las
responsabilidades penales de sus actos con altura de mira, orgullo y
desprecio por las familias de sus víctimas. Será un hijo de puta,
¡pero al menos un hijo de puta consecuente consigo mismo!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Debo
decir que me gusta la carne, que me agrada su sabor, su textura, y
que siempre he sabido de dónde viene. En general no veo los
documentales acerca de maltrato animal porque “no me gustan esas
cosas”, pero entiendo más o menos qué es lo que ellos muestran.
No en desmedro de lo anterior recientemente he decidido desplazarlas
definitivamente de mi dieta, y hoy quiero contarles por qué.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Me
parece un hecho de evidencia incontestable el que la naturaleza mande
que unos seres vivos deban destruir a otros para asegurar su
preservación y estilo de vida; es, en resumidas cuentas, lo que
significa “alimentarse”; ningún animal come piedras, y las
plantas están tan vivas como los animales. Pero es un error
argumental creer que porque <i>debamos</i> comernos a algunos,
<i>podamos</i> comerlos a todos. (De lo particular no se sigue lo
universal: lógica de nivel escolar).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Otro
postulado (al menos para mí, no sé si para el resto) que sirve de
fundamento a mi decisión es aquel que me gusta resumir con el
siguiente <i>dictum</i>: “Disminuye el daño ajeno al mínimo
posible”. Si para conseguir <i>P</i> debo pasar por encima de diez
personas, procuraré pasar por encima de diez y no de once. Esto no
sólo aplica en la consumición de carne sino en todo ámbito de la
vida; porque es evidente que todo acto de apropiación es un acto de
despojamiento de “otro”; cada cosa que compro es una cosa menos
que “otro” puede comprar, cada pan que como es un pan que no come
un niño con hambre; pero yo también tengo que comer.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Llevo
un tiempo conviviendo con vegetarianos y veganos, en mi casa y entre
mis amistades e incluso en mi relación, porque mi polola es
vegetariana, y por mucho tiempo no me alejé de mi dieta. Ellos
tuvieron que ver con mi conversión pero de una forma indirecta: en
realidad lo único que me mostraron es que <i>es posible vivir sin
comer carne</i>. (Sobre todo mi polola, que se ha convertido en una
experta culinaria del vegetarianismo, debo decir).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Entonces
me dije un día: Si encuentro <i>un solo argumento</i> lo
suficientemente fuerte para seguir comiendo carne, lo haré. Asi fue
como salí, igual que Sócrates, a buscar a los orgullosos carnívoros
y a escuchar sus motivos para perseverar en su postura, y si acaso
alguno de esos argumentos se mostraba como incontestable, yo lo
aceptaría sin renuncias y seguiría con mi dieta normal. (Por todo
lo antedicho se entenderá que no lo encontré; y aquí viene el
detalle de mi indagación, que es por lo demás bastante gracioso).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
más estúpido de todos los argumentos que me presentaron fue el de:
“Pero si la carne es rica”. Sí, la carne es rica, a mí me gusta
mucho... pero hay otras cosas que me gustan y a las cuales he tenido
que renunciar en miras a motivos más elevados y bienes mayores. Como
dijera Leví: “El que puede y se abstiene puede dos veces”. Otros
decían: “Es muy difícil hacerse vegetariano; en todas partes
venden carne, es más fácil seguir comiendo carne”. Sí, era más
fácil para mí pedir disculpas y quedarme en el colegio francés. Si
lo hubiera hecho sería menos de la mitad de quien soy ahora. No le
hago el quite a los caminos pedregosos, todo lo contrario, han
demostrado ser mucho más enriquecedores que las escaleras
automáticas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Otro
argumento también débil pero menos evidentemente absurdo es el de:
“Pero no porque dejes de comer carne la matanza y el maltrato
animal van a terminar”. Sí, es cierto; pero yo respondo: “No
porque yo tire la basura en el basurero la gente va a dejar de
contaminar el mundo”; pero no me parece un motivo de peso para
empezar a botar mi basura donde me venga en gana. En lo que a mí
concierne, no dejo una sola lata de cerveza en el pasto, aunque a mi
alrededor haya cientos de ellas. Después están los que dicen: “Sólo
comiendo lechuga te mueres”. ¡Pero claro que sí! ¡Nadie puede
vivir sólo comiendo lechuga! Pero no todo lo que no es carne es
lechuga. En particular existen los cereales, los vegetales, las
legumbres y otras varias vías de alimentación que sustituyen los
nutrientes que la carne aporta. Y otros me dirán: “Los vegetales
no aportan todos los nutrientes básicos”. Yo respondo: “las
dietas omnívoras tampoco”. Dependiendo de cada uno, serán
necesarios más o menos nutrientes, y es un hecho incontestable que
gran parte de la población necesita consumir complementos
alimenticios. Una vez más, apelo a mi dictum del mínimo daño
posible.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Otra
instancia del dictum del mínimo daño posible es para contestar este
argumento: “Pero entonces vas a tener que dejar de usar ropa de
cuero, y cosas hechas en China (porque lo hacen niños esclavos) y
otras muchas cosas que también suponen sufrimiento”. Yo respondo:
“Cuando aprenda a hacer mis propios zapatos a partir de materias
ciento por ciento inorgánicas, o no necesite usar zapatos; cuando
pueda dejar de vestir, dejar de usar papel y cepillos de dientes,
lápices y muchas otras cosas, lo haré”. Pero el hecho de no poder
hacer todo eso de una vez no es un argumento suficiente para
tranquilizar mi conciencia y, además, convencerme de comer carne, a
sabiendas de de dónde viene y cómo llega a mi mesa. Una vez más,
el particular no implica el universal.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">“Hay
que comer carne porque se ha comido carne desde siempre”. Sí, pero
en algún momento se creyó que la tierra era plana y hoy no; en
algún momento se pensó que los negros no eran humanos, y hoy ya no;
en algún momento se creyó que los homosexuales eran enfermos, y hoy
por fin estamos empezando a convencernos de que no lo son. Una vez
más, Leví: “Errar es humano, perdonar es Divino; pero perseverar
en el error es diabólico”. Otros dirán: “tarde o temprano
volverás a comer carne; es pura moda”. ¿Perdón? ¿Yo, hacer algo
por MODA? Incluso si así fuera... no encuentro que comer carne sea
muy <i>underground </i>tampoco.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
otro argumento, ya no tanto origen de la estupidez sino de la
ignorancia (aunque es increíble ver cómo ambos conceptos se
aproximan), es el que dice: “La hambruna en el mundo hace necesaria
la producción de carne para el consumo humano”. Damas y
caballeros, por si no lo saben, el 90% de los recursos de la tierra
son consumidos por el 10% de la población mundial, y por el sólo
hecho de tener dinero en el bolsillo o en el banco somos parte del 5%
más rico de la población del planeta: no veo en qué forma la
consumición de carne está paleando el problema de la hambruna. Con
todo, he de defender lo siguiente: Problema de matemáticas de nivel
escolar: Planto un terreno con<i> </i>A cantidad de vegetales, y hago
comer de él a B vacas. Luego mato a las vacas y doy de comer a C
personas con las B vacas ya engordadas. Si B come A y C come B, ¿por
qué no alimentar directamente con A a las C personas? Algunos dicen
(medio en broma, espero): “¡no te comas la comida de mi comida!”
pero acompañan sus asados con ricas papas y ensalada de tomates.
Además, por si no lo han notado, un kilo de porotos es harto más
barato y rinde mucho más que un cuarto de kilo de carne de vacuno;
si quiere saber cuantas proteínas aportan los porotos: googlee. Se
llevará una sorpresa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">“La
naturaleza manda que el más fuerte debe destruir al más débil para
preservar su existencia”. Sí, se llama “alimentación” y estoy
ciento por ciento de acuerdo. Hitler consideraba que los judíos
estaban utilizando el espacio vital de los alemanes y los echó de su
país; me parece justo. Ahora: ¿cómo se pasa de “echarlos” de
su país a envenenarlos en masa, quemarlos, experimentar con sus
cuerpos y hacer jabón y botones con sus despojos corporales? No me
queda del todo claro. Una vez más: reducir el daño al mínimo
posible.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Lo
divertido del argumento anterior es que algunos saltan y dicen: “Una
vaca no es lo mismo que una persona”. Bueno, Hitler consideraba que
el “judío” no era lo mismo que un “ario”; sólo pone la
barrera de “importancia” un poco más acá (en terreno de lo que
ya se empieza a considerar <i>racismo, </i>pero sigue siendo vulgar
especieísmo). O sino, hay quienes dicen: “¿Pero cómo pueden los
hindús estarse muriendo de hambre, y tener a las vacas caminando
libres por sus ciudades?” Pero olvidan que en nuestras propias
ciudades la gente igual muere de hambre y los perros caminan libres
por el mundo (muertos de hambre también). ¡Un chino lo encontraría
igual de descabellado! Vivimos en una sociedad que no sólo se
reconoce a sí misma especieísta (=considerar a algunas especies
superiores a otras) sino que es inconsecuente con su propio
especieísmo. Desde que asumimos que todos los seres vivos compiten
con esa misma calidad ontológica (como dimos por sentado con el
principio de alimentación) todos estos argumentos se derrumban por
su propio peso.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
otro es el argumento visceral (una falacia asquerosa pero que
comentaré sólo por el placer de poner en vergüenza su debilidad):
“Si te hicieran elegir entre comerte a tu mamá o comerte a una
vaca, ¿qué elegirías?” Yo respondo: “Si te hicieran elegir
entre comerte a tu perro o a una persona que no conoces, ¿qué
elegirías? ¿Si tuvieras que comerte a tu mamá o a tu papá, a tu
perro o a tu gato, o a un tigre blanco o una paloma?” Es como
cuando en el colegio los niños juegan a preguntar: “Qué
prefieres, ¿darle un beso a un amigo o a la mina más fea del
curso?”. Se llama <i>Falacia de pregunta compleja</i> y por su
naturaleza de “falacia” no me daré el trabajo de demostrar su
falsedad aquí; de cualquier forma no es argumento suficiente para
hacerme volver a comer carne.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">“Las
plantas también sufren”. Otra vez, alimentación y mínimo daño
posible. Si pudiera vivir de comer piedras, lo haría (mientras no se
demostrara que también sufren). El paso siguiente es: “Hay
personas que cosechan esas plantas y sufren, ¿por qué su
sufrimiento es menos importante que el de los animales?” Mi
respuesta es exactamente la misma. Además, los animales no se crían,
almacenan, asesinan, faenan y envasan solos; toda línea de
producción implica la explotación del hombre por el hombre, así
que la constante del sufrimiento humano queda fuera de la ecuación.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Luego
llegan los argumentos biológicos: “Hay otros animales que también
comen carne”. Sí, pero es una falacia del hombre de paja. Véase
el argumento siguiente: “Somos animales carnívoros, está en
nuestros genes”. Yo respondo: “En primer lugar (y esto lo ví en
un video pro-veganismo que me llamó bastante la atención) por la
forma de nuestros dientes somos más herbívoros que carnívoros, sin
quitar el hecho de que tenemos que cocer la carne para poder
triturarla. En segundo lugar, es cierto que podemos comer carne y que
en muchos aspectos nos hace bien: pero no es ese mi motivo para dejar
la carne (y éste es el “hombre de paja” de la falacia) sino la
forma en que se procesa dicha carne. En particular, cuando yo tenga
mi predio y críe a mis animales, y sea capaz de asesinar a un
cordero, despellejarlo, desmembrarlo y cocinarlo, veré si soy capaz
de comérmelo”. Me parece evidente que el ser humano es omnívoro
porque o sino sencillamente no comeríamos carne; pero podemos
hacernos herbívoros gracias a que la ciencia nos deja reemplazar,
sustituir y complementar los aportes de nuestras diferentes dietas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
otro argumento biológico es más bien antropológico y es
interesante: “El mono se hizo hombre cuando comió carne”.
¿Entonces fue la carne el fruto prohibido, el del árbol del
conocimiento del bien y del mal? Al margen de ese comentario (que es
más bien una charada) yo respondo: “¿Comía carne el hombre antes
de descubrir el fuego? ¿Comía carne el hombre antes de perfeccionar
sus técnicas de caza, de desarrollar sus primeras armas y
herramientas? Porque no me figuro a un cro-magnon desnudo y
flacuchento asesinando, descuartizando y devorando crudo a un mamut
adulto”. Ahora se me podría objetar: “tal vez fuimos en
principio carroñeros”. Puede ser. Pero al margen de todo esto
(que, además, presupone más teorías antropológicas y biológicas
de las que estoy dispuesto a aceptar), que la necrofagia o la
sarcofagia hayan sido determinantes en nuestro desarrollo evolutivo
no significa que no puedan ser desplazadas como conductas; en
particular (si aceptamos una visión evolucionista del desarrollo de
las especies) los animales terrestres perdieron la habilidad de
respirar bajo el agua cuando dejaron de ser anfibios pero eso no
significó una involución, sino todo lo contrario.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Estos
argumentos fueron los menos débiles y los menos estúpidos que
escuché, y no hubo uno solo que se parara por sí mismo. Ergo, heme
aquí como estoy ahora.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Debo
hacer una puntualización: mi conversión al vegetarianismo (si cabe
llamarla así) y mi futura conversión al veganismo tiene por tanto
un carácter racional y mana de una decisión personal. No hay
ninguna motivación pachamámica ni religiosa ni se fundamenta en
algún imperativo moral externo a mi propia racionalidad; porque el
dictum<span style="font-family: inherit;"> del mínimo daño posible es una decisión personal, fruto de
mi propia reflexión. Decidí dejar la carne porque es posible vivir
sin comer carne y porque me parece que la forma en que se trata a los
animales para abastecer la demanda es cruel, y no estoy dispuesto a
ser cómplice de dicha crueldad. ¡Tal vez! Sigo siéndolo, ya que mi
dinero va a parar a manos que manejan muchas industrias y
no todo es tan simple como parece... pero la posibilidad de tal no me
parece un argumento real para seguir comprando, comiendo y
perpetuando directamente la industria de la carne.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">"<i>Firmo:
Cuando me enteré por los que venían a verme, de que habías
desechado la alimentación sin carne y que de nuevo habías vuelto a
un régimen de comidas a base de ella, no me lo creía en un
principio: por el reparo que tengo de tu sensatez y en el respeto que
hemos profesado a unos hombres venerables por su vejez, y a la vez
temerosos de los dioses, que marcaron una línea de conducta. Pero,
puesto que también otros, (sumándose a los primeros en sus
denuncias), me confirmaban la noticia, me parecía tosco y en
desacuerdo con una persuasión fundada en el razonamiento reprenderte
por no haber encontrado lo mejor, alejándote del mal –según el
proverbio– y por no añorar (de acuerdo con Empédocles) tu vida
anterior, volviendo a otra mejor. Por el contrario, juzgaba digno de
nuestra mutua amistad y en consonancia con las personas que han
acompasado sus vidas a la verdad el poner en claro la refutación de
tus errores, mediante el raciocinio, y mostrar hasta qué punto
habías descendido...</i>”</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Porfirio,</span><br />
<span style="font-size: large;"><i>Acerca de la abstiencia de comerse a los animales</i>, I,1.</span><br />
<span style="font-size: large;">Siglo IV d. C.
</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-79283349661245366852012-12-30T16:05:00.001-03:002014-10-18T13:00:35.119-03:00Debo hacer una confesión...<span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span>
</span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Amigos, debo hacer una confesión: dejé
de escribir poesía.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">No fue una decisión, fue
sólo el resultado de haber tomado un camino. Por lo tanto no cabe
dar motivos, sólo esbozar explicaciones. No quise cerrar este año
sin hacerlo, y no tiene nada que ver con los mayas ni con las
alineaciones planetarias (¿alineaciones planetarias? ¿en un modelo
no-euclidiano del espacio? ¿de qué diablos me están hablando?) ni
con nada fuera de mí mismo, sino que en tanto vivo un cambio, acuso
recibo de ese cambio y noto cómo ese cambio se manifiesta, sentí en
mí la necesidad de comunicárselo a quienes les interese saberlo.
Quizás algunas de estas experiencias a alguien más puedan servirle.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Ya no recuerdo muy bien
en qué momento abandoné mi nombre de familia, “Miguel Álvarez”,
y empecé a firmar con este extraño apodo, “Inti Målai”. El
primer poema en mis cuadernos que aparece firmado así es <i>Contrapoema
vigésimo</i>, una parodia del poema
20 de mi siempre despreciado Pablo Neruda. En mi poder tengo todavía
las primeras impresiones que hice de <i>El Tren de las Nueve</i>,
de <i>Ian </i>y de <i>Un
relato de Vindheim</i>, las tres
novelas que escribí entre los trece y los catorce años, y todas
aparecen firmadas como Miguel Álvarez Lisboa. A juzgar por la
dedicatoria del <i>Tren</i>,
Boris ya se había ido del colegio; por lo que deduzco que lo terminé
hacia fines de 2005. Por otra parte, en <i>Ian </i>(que
es anterior al <i>Tren</i>)
hay un personaje que luego cambió de nombre, pero que originalmente
se llamó: Inti Målai. Para el lunes 3 de abril de 2006, ese nombre
empezó a aparecer en el pie de mis columnas del <i>Clarín
del Gallo</i>. Pese a todo lo
anterior, mi primer correo electrónico, “inti_malai@...” lo hice
en casa de un amigo, poco tiempo antes de que en la mía hubiera
internet, hacia fines de 2005 (si mi memoria no me falla), cuando
todavía tenía en mi baraja de cartas <i>mitos y leyendas</i>
el talismán “flechero”, y que esa misma noche cambié por una
ruma de naipes sin ningún valor.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Con
todo, hoy Inti Målai ha terminado por ser el nombre y Miguel Álvarez
el pseudónimo, el nombre de fantasía, el que figura en listas de
colegio y de universidad, el que tiene R.U.T. y cédula de identidad.
La muerte de Miguel Álvarez y el nacimiento de Inti Målai, lo
considero el proceso más importante de toda mi vida. De él dependen
todas las cosas que pasaron en ese tiempo, y en parte todas las que
están pasando ahora, y las que están a punto de empezar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hoy
puedo mirarme con la frialdad de la distancia y decir muchas cosas
acerca de <i>ése</i> Inti
Målai. Hacerlo ha sido mi paso más importante en la superación de
sus errores y en la destrucción de sus engaños, para seguir
adelante. En este ensayo quiero compartir con ustedes algunos de los
pasos que esa transformación ha significado. Siento que, así como
soy y me veo el día de hoy, es necesario presentarme de nuevo; muy
pocas cosas pueden darse por sentadas entre él y yo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Una
de las posibles razones por las que dejé de escribir poesía, es que
me alejé de Osorno. Sin duda (y lo reconocí siempre) la poesía no
era mía, era de Osorno, de sus noches, de sus calles, sus olores y
sus personas (aunque no <i>todas </i>sus
personas). Desde que puse pie en Santiago todo fueron versos débiles,
tristes, apenas motivados por el nostálgico recuerdo de la ciudad
que me hacía falta. Y de una musa, que -al menos cuando recién
llegué- también me andaba faltando.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Porque
si de algo puedo estar seguro, es que comencé a escribir poesía
cuando asumí, ya más como parte integral de mí mismo que como un
vaho molesto en el transcurso de mis días normales, que estaba
enamorado. Crucé miradas con la primera musa (la importante) en 2004
sin ninguna duda, y hasta 2008 no logré sacarla de mi cabeza. Es
divertido darme cuenta de eso ahora, porque los primeros poemas que
escribí (casi todos plagios de letras de canciones) evadían
maliciosamente el <i>leitmotiv</i>
maldito, el “clásico y cursi” tema de todos los rimadores, el
que yo quería evadir a toda costa... pero el esfuerzo no me duró
más de una treintena de páginas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
ese mismo tiempo apareció en mi camino el gran maestro, el sombrío
personaje que entre malas traducciones en internet y un puñado de
poemas que apenas entendía, marcó mi vida para siempre: Aleister
Crowley. Fue una cita ocasional; aún no había leído nada de él
por referencias a bandas de rock, creo que para ese entonces ni
siquiera conocía a Ozzy Osbourne o Led Zeppelin. (La forma como se
apareció en mi vida fue tal cual como Dante se entera de la
existencia de Beratrix Alkemiax en <i>Verde</i>,
la novela). En otros viejos cuadernos (que tengo aquí conmigo
mientras escribo) encuentro escrito <i>Do what you will shall
be the whole of law </i>en páginas
completas (¡maldita sea! ¡Estaba al borde de la esquizofrenia!) y
estos, por lo que recuerdo, deben ser de 2006 también. Caligramas,
traducciones, dibujos, y en todos: Crowley, Crowley, Crowley.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
2005 escuché por primera vez al grupo Mägo de Oz, y en una canción
de ellos es que aparece la cita. Nada consigue evadir dicha fecha; y
por lo mismo, puedo decir con toda confianza que hacia atrás: hay
nada.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hoy
me doy cuenta que en esos años no sabía nada de Crowley. Descargué
sus libros, me compré otros, abordé con arrogancia sus galimáticos
poemas y a pesar de todos mis esfuerzos nunca entendí una sola
palabra. Todavía hoy muchos pasajes son para mí, por decirlo menos,
oscuros. Pero en ese entonces, no era Crowley el que necesitaba ser
entendido; era yo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Algo
que me consolaba era darme cuenta de que sólo yo -al parecer-
entendía a Frater Perdurabo. Cuando me empecé a relacionar con los
metaleros (esa curiosa especie de la fauna urbana que siempre me ha
simpatizado bastante) empecé a descubrir lo desviado de sus
lecturas, lo inexacto de sus referencias, y mientras más personas me
hablaban de él, más me convencían de que su oscuridad se desvelaba
sólo para mí. En cierta forma la oscuridad que rodeaba a la Bestia
666 era la misma oscuridad que yo sentía que me rodeaba en ese
momento. <i>The key of joy is disobedience</i>.
<i>Love is the Law; Love under Will</i>.
Citas, citas, citas. Frases que amalgamaba en mi cabeza con completo
descuido, que interpretaba a mi sazón, que leía como yo quería...
para salvar mi sanidad mental.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Al
final eso fue lo que hice; salvarme a mí mismo, a despecho de los
demás. Pasé por encima del respeto y la compañía de mis mejores
amigos (y hoy entiendo y agradezco su buena disposición de quedarse
a mi lado), de mi familia, de todos mis conocidos, y me encerré en
mi cabeza, en <i>mi</i>
mundo, en Osorno, en mi musa: y en mi Poesía.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">“<i>Quiéreme como a tu
madre,</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Y admírame como a un
mentor.</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Cuídame como a tu
perro</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><i>y adórame como a tu
dios</i>”</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Estos
cuatro versos (del poema <i>Esquirla de un sinécdoque
profético</i>) condensan todo lo
que fue ese desmedido, rayano en lo enfermizo, colérico y apasionado
episodio de megalomanía que caracterizó casi toda mi adolescencia.
Ahora que lo veo con más claridad me doy cuenta que no es más que
una respuesta natural, tal vez no la más sensata pero sí la menos
dolorosa, de evitar reconocer los propios defectos: reducir la
realidad al estatus de la mente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Creo
que fue por eso que leí tanto de ocultismo en aquellos años. “Todo
es mente”, “el templo de Tebas está cerrado para los profanos”,
“no déis perlas de comer a las bestias” y todo ese menú de
frases oscuras y sectarias con las que los escritores perseguidos
conseguían fanáticos eran para mí una manera de hacer lo mismo
frente a ese colegio que me odiaba, esa niña que me despreciaba, y
esos compañeros de curso que se burlaban de mí: <i>todos
están mal</i>, decía, <i>y
yo estoy bien; soy un hombre del pasado mañana.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Releo
mis cuadernos de poesía y encuentro señales de eso en todas partes.
Comenzó por ser una broma, pero después de un tiempo creo que había
terminado por creerme, efectivamente, “la reencarnación de
Jesucristo” (tomé al mesías de la religión que había
abandonado, lo traje a la que empezaba a abrazar, y no contento con
eso, lo sumergí en mi nueva cosmología ¡y después lo identifiqué
conmigo mismo! ¿Qué clase de arrebato de egocentrismo es ése?).
Transitaba entre la luz y la oscuridad, entre la biblia y la música
de Black Metal, entre el servidor público que escribe el <i>Clarín
del Gallo </i>y el vándalo juvenil que patea cuadernos y arroja
sillas por los pasillos. En definitiva, intentaba hacerme cargo de la
Ley de Thelema que creía ser el único en entender: <i>Haz lo que
quieras.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Al
final todo era una estúpida gimnasia mental para nunca equivocarme,
para nunca asumir mis errores, para nunca enfrentar mis defectos. Lo
que luego llegaría a ser un retorno al geocentrismo comenzó en el
microcosmos, con esa frase despreciable que algunos todavía me sacan
en cara y que quedó (vergonzosamente) inmortalizada entre mis apodos
del anuario de colegio: “yo soy el punto de referencia”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
ese tiempo empecé también a referirme a mí mismo como “el gran
mentiroso”. Una idea que no era mía pero con la que me identifiqué
plenamente (se la debo a dos de mis grandes amigos de ese entonces)
era que la <i>verdad</i> era relativa a las mentiras bien contadas.
Todo se fue desintegrando a mi alrededor, y yo me fui quedando como
el eje, el Sol, el centro del universo que decía: <i>La única
verdad es que todo se puede negar</i>. O, como quedó más fielmente
expresado en <i>la Máquina de Escribir averiada</i>: “La realidad
es un acuerdo de caballeros donde todos hemos convenido imaginar lo
mismo”; “la verdad es la mentira que nadie pone en duda”; de
suerte que mentir <i>era</i> hacer Magick: provocar cambios en
conformidad con la Voluntad. Así, yo, (“¡yo! ¡a mí! ¡a mí!”)
el gran mentiroso, me convertía silenciosamente en <i>Dios</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Todo
lo que hice, dentro y fuera del colegio, durante el año 2007, fue
una manera de probarme eso a mí mismo. Nadie podía atraparme; todos
mis actos vandálicos quedaron impunes (salvo uno o dos que
comprometieron la ineptitud de otros, o así lo veía yo entonces),
todas las autoridades fueron burladas por mis (<i>nuestros</i>, mejor
dicho, pues nunca estuve solo) envites, todas las huellas fueron
borradas; y aunque todos los ojos pesaban sobre nosotros, podíamos
llegar en la mañana, esbozar una sonrisa gigante y saludar con
perfecta y horripilante hipocresía. El Gran Mentiroso en gloria y
potestad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Mi
cuasi-expulsión hacia fines de Mayo de 2008, lejos de bajarme los
humos, los subieron a fronteras insospechadas. No fue una herida a mi
orgullo, todo lo contrario: ahora no sólo era un Dios, sino que
además era un <i>mártir</i>.
¡Yo era más grande que el sistema! ¡Un títere de la Democracia!
¡El Príncipe Feliz, el Espantapájaros Inmolado! Un sentido
retorcido del altruismo había campeado en mi alma: Proteger a los
míos, hacerme grande en el sacrificio, en la inmolación, en la
causa justa. Ya no era como cualquier otro pendejo egocéntrico con
delirios de grandeza: era uno que se <i>sacrifica</i>
por los demás.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Los
dos meses que pasé en el limbo de no tener colegio ni futuro fueron
caldo de cultivo de todas estas ideas. Debo reconocer que la soledad
de ese período me hizo sumamente mal, aunque a mis ojos en esos días
era sumamente bueno. Había llegado a <i>fundar mi propia
religión</i>, y ahora tenía una
historia para que el profeta fuera recordado. Fue en ese tiempo que
acogí en mi nombre el de mi maestro, <i>Perdurabo</i>,
para renovar la misma promesa que él: <i>Perduraré.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Cuando
volví a entrar a clases, en un colegio nuevo, lo hice aparentemente
renovado, pero en realidad no era cierto; sólo había trastocado mi
conducta para que estuviera a la altura de un <i>dios</i> avatárico,
de un ser perfeccionado que sabe quién es y que no tiene que
rendirle cuentas al mundo. Pero esa faceta rápidamente me empezó a
tambalear; conocí personas nuevas, diferentes de las que yo había
conocido hasta entonces, y me di cuenta del enorme valor que puede
tener el empezar de <i>cero</i>. Nadie sabía de mí ni del <i>Clarín
del Gallo</i>, nadie había escuchado hablar de mi religión, de mis
libros, de mi musa, de mis actos vandálicos. Venía llegando fresco
y la gente me daba una oportunidad (¡la que tanto necesitaba!) para
hacerme reputación desde la nada.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hubo
personas infinitamente valiosas para mí en esa transición, algunas
de las cuales a estas alturas conservan sólo ese lugar nostálgico
en mi vida, si bien los menos son quienes hoy todavía están y a los
que todavía puedo llamar <i>amigos</i>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En mi
colegio (<i>mi </i>colegio) tuve, además, la oportunidad, no
censurada sino celebrada, de manifestar mi ego hasta sus últimas
consecuencias. Leía poesía, compartía mis poemas, pero sobre todo,
era reconocido en mis méritos por lo que hacía. Lejos de potenciar
mi egoísmo eso obró de una forma completamente distinta; me ayudó
a abrirme a los demás, a enfrentar con un poco más de valor la
realidad, y el <i>dictum</i> del “acuerdo de caballeros” empezó
a tambalearse satisfactoriamente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Mi
religión poco a poco fue quedando en el olvido, y comencé, como un
enfermo mental grave, a sublimar y transferir mis traumas hacia el
mundo exterior, el mundo <i>más</i> lejano, con el fin de proteger y
preservar el interior, el círculo cercano de mi familia, mis amigos
-los antiguos y los nuevos- y el colegio que (en ese momento) ya
tanto amaba. En ese tiempo se me empezaron a escuchar cosas como el
politeísmo egipcio, el animismo, y mi delirante creencia de que los
dioses (“los” dioses) huilliches estaban detrás de mi afamado
talento para escribir. Lo que era arriba era como lo que era abajo, y
lo que era abajo ya había sido arreglado por mi cabeza para que
fuera tal cual como yo lo necesitaba.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Si en
el primer colegio se me condenaba todo lo que hacía por propia
iniciativa, en el segundo me lo celebraban. Nunca más me tiraron las
orejas por responder irreverentemente una prueba, o no entrar a
clases, o cambiar la música de ambiente en un evento escolar (en uno
de esos intercambios, dicho sea de paso, perdí mi <i>atom heart
mother </i>y mi <i>antichrist superstar</i>, ambos pirateados). Si en
el primer mundo iba por ahí, delirando y sufriendo la indiferencia
de la musa ingrata, aquí tuve la oportunidad de hacer la prueba de
jugármelas por alguien y obtener frutos de dicho esfuerzo; una
moraleja para nada despreciable.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">A
mediados de 2009, como mis íntimos saben, un episodio desagradable
marcó el fin definitivo del Gran Mentiroso, y la destrucción
afortunada de mi propensión insana a las mentiras. Una frase fue la
que derrumbó para siempre ese bastión de mi espíritu, y me la dijo
uno de mis mejores y más queridos amigos: “Eres muy buen
mentiroso. Te he visto mentir de forma descarada a casi todo el
mundo, sin un sólo gesto que te delate; así que no puedo creerte
que estés arrepentido”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero
para ese tiempo ya no necesitaba mentir. ¡Todo empezaba a caer bajo
su propio peso! Me daba cuenta que quizás ser <i>yo mismo </i>no era
tan malo después de todo, a ojos de los demás. Gané premios de
poesía y de literatura, participé con excelentes personas en
cortometrajes y documentales y eventos públicos. Incluso tuve la
oportunidad de pararme frente a un público y leer poesía, siendo
presentado por fin no como Miguel Álvarez, sino como Inti Målai
Perdurabo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero
seguía siendo el mismo megalómano semidiós de siempre.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">A
menudo digo que cuando entré a estudiar filosofía fue para aprender
algo <i>nuevo</i>. En parte eso es cierto, pero quizás no tanto. En
esos momentos yo estaba tan seguro de quién era, de lo que haría
con mi vida, y de lo que conseguiría con ella, que el camino se me
mostraba grande y sencillo; era cosa de llegar a Santiago, seguir
escribiendo, poner al mundo a mis pies con mi talento, y triunfar en
lo que siempre había triunfado, para honrar así a esos dioses
huilliches que vivían en mi imaginación. Por lo tanto, estudiar
filosofía sólo era otra manera de <i>llamar la atención</i>.
Podría haber sido cualquier cosa; pero tomé la precaución de <i>no
</i>elegir literatura, para poder marcar siempre mi desprecio por el
academicismo; yo estaba más allá del academicismo. Ellos debían
leerme a mí, <i>no al contrario</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero
Santiago, afortunadamente, tuvo la forma y la sequedad hostil del
mundo real. Desnudó mi egolatría con una ráfaga impertinente de
seriedad e indiferencia, y cuando llegué ya no era “el poeta”,
ya no era el “Espantapájaros Inmolado” ni nada: no era nadie, es
decir, era <i>cualquiera</i>. Mis ideas, mis convicciones, mis
definiciones violentas de poesía, mis alucinaciones mágicas de los
parajes del sur y de las tormentas huilliches fueron sólo eso:
alucinaciones. “Otro sureño chauvinista”, y nada más.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Nada
me gustaba más que tener enemigos, gente que me odiara, que me
mirara de reojo, que pensara en mí. Aquí no había ni siquiera eso:
sencillamente, yo importaba menos que una cáscara de castaña.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero
lo mejor, lejos <i>lo mejor</i> de todo, fue que conocí (y ¡oh, las
escuelas de humanidades son zoológicos de este tipo!) a <i>otros</i>
avataras. Como estudiar humanidades es <i>tan</i> alternativo, <i>tan
</i>especial, <i>tan </i>diferente, osado, rompedor, muchos de
quienes allí estaban (excepción hecha de los que habían llegado a
asumir cargos políticos designados previamente por sus sectarios
partidos, y los que dando bote fueron a parar a lo más “fácil”
en la institución más “difícil”) eran otros que, como yo,
sentían que habían llegado para predicar verdades, superar
adversarios y conquistar el mundo. Y vi en sus desagradables gestos,
en su molesta forma de expresarse, sólo un reflejo grotesco de todo
lo que yo creía ser... y me di asco.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Una a
una todas mis pretensiones, todos mis delirios de grandeza, se han
ido derrumbando. Hasta hace poco la última y más persistente, la de
<i>creerme</i> músico, también terminó por desaparecer. Sólo
ahora, después de la desagradable experiencia de notar que me <i>odiaba
a mí mismo </i>(¡como si mi maestro me lo hubiera estado susurrando
todo este tiempo!), puedo darme cuenta y reconocer en qué -y por
qué- he cambiado. Y se siente bien.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Dejé
de escribir poesía, como les confesaba, y debo decir que no me
siento mal por ello; tal vez era cierto lo que dijo alguna vez
Rimbaud, y la poesía es para la adolescencia. Me he dado cuenta de
una cosa, muy importante, y es que, como dicen que dijo Beethoven, el
genio es 5% talento y 95% esfuerzo. Quedarse con el 5% que la
naturaleza da (o la reencarnación hereda, o los dioses huilliches
conceden, da lo mismo) es, y debo decirlo con estas palabras:
Cobarde.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">“Podría
vivir encerrado en una cáscara de nuez, y sentirme rey de un espacio
infinito”, decía Hamlet. Bueno pues, creo con Hesse que “para
nacer hay que romper un mundo”, y ese mundo no es sino la cáscara
de nuez, la “tortícolis metafísica” de la que me advirtió
alguna vez Fernando Riveros aludiendo a Parra (o a Jodorowsky, mi
memoria no es tan buena).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">“<i>Creo
que el dolor es un esfuerzo para nacer; </i>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><i>que el mal es la
sombra o el error del bien; </i>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><i>que el hombre
trabajando debe conquistar su ser; </i>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><i>que
el bien es el amor, y que Satán no es nada</i>”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Nada
puede caracterizar mejor mi espíritu en el momento actual que este
pasaje de Eliphas Leví. Lo contrasto, por fin, en toda su belleza y
simplicidad, con los cuatro versos que más arriba cité de mí
mismo. ¡El hombre trabajando debe conquistar su ser! ¡<i>Trabajando</i>!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Me
aburrí de los pasajes oscuros, de los escritores iluminados, de los
Zoroastros y los Budas que “han visto” y ahora han bajado a
profetizar. Me aburrí de los artistas al peo que dicen: “mi arte
no es malo, sólo es demasiado profundo para ser entendido”, me
aburrí de los poetas que escriben puras webás y de los músicos que
llaman “progresivo” a sus mediocres abusos de las escalas
pentatónicas. Me aburrí de los semidioses a los que “todavía no
les llega la hora”, porque ya que vengo saliendo de esa marisma me
doy cuenta que sólo es cobardía, inmadurez, y un recatado sentido
de la mediocridad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Es por eso que decidí aplicarme en una rama completamente diferente: la
así llamada Filosofía <i>analítica</i>. ¡Nada de oscuridades,
nada de misticismo! Hable claro, sea conciso, hágase entender y si
no tiene nada que decir: calle. Me quedo con la lógica y la
matemática, porque hay algo que decir al respecto, porque hay una
manera de equivocarse, de comparar resultados, de discriminar. No
basta con <i>hallar la verdad</i>; hay que <i>demostrarla</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Así,
los nuevos desafíos que tengo a la vista en
este momento son quizás más hermosos, por cuanto será más difícil
alcanzarlos, que
antes. En efecto, “el
verdadero espíritu del deleite, de exaltación, el sentido de ser
más grande que el hombre, que es el criterio con el cual se mide la
más alta excelencia, puede ser encontrado en la matemática tan
seguramente como en la poesía” (B. Russell). La pregunta hoy
entonces es: ¿Cómo retornar a esas verdades sublimes, delicadas,
brillantes y escurridizas que hay detrás de una tormenta en el sur
de Chile, o en los ojos de una mujer, o en lo preciso de una bajada
de medio tono o en la palabra aplastante dentro de la rima perfecta,
sin embriagarse con su contemplación y sin auto vanagloriarse de su
conquista? ¿O será que quizás no hay nada que explicar, nada que
conquistar, que quizás baste con disfrutarlas, deleitarse con ellas,
y que para el escritorio, el mundo, el libro, mejor es escribir de
aquello que puede decirse, comprenderse, debatirse, defenderse?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Esta
es la gran conclusión que saco de los últimos siete años de mi
vida, y me gusta. No quiero tener discípulos, ni adeptos, ni
escribir gruesos volúmenes llenos de ambigüedades y sofismas para
que pendejos inadaptados me lean y vayan por ahí creyendo ser más
grandes que los demás por ser incomprendidos; para eso tienen a
Nietzsche. Si llego a ser alguien, si llego a merecerme un aplauso,
un estrechón de manos, un premio, una felicitación, que sea por mi
esfuerzo y no por mi misterioso y siempre agradecido talento de
escribir bonito.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Hay
misterios allá afuera, en la naturaleza, en el mundo, e incluso en
la mente humana, que por el monopolio de los místicos y los
escritores rebuscados han permanecido varados en la rivera de la
literatura; pero hay algo que decir al respecto. </span><i style="font-family: inherit;">Algo
</i><span style="font-family: inherit;">hacen
las cartas del Tarot, </span><i style="font-family: inherit;">algo</i><span style="font-family: inherit;">
hace temblar las ollas en las casas embrujadas; </span><i style="font-family: inherit;">algo</i><span style="font-family: inherit;">
nos observa allá afuera, desde lo alto, </span><i style="font-family: inherit;">algo</i><span style="font-family: inherit;">
se pasea por nuestras nubes... y no está tripulado por seres
humanos. Todavía hay </span><i style="font-family: inherit;">algo</i><span style="font-family: inherit;">
que saber acerca del mundo; mi concepto de “ciencia” pues no debe
ser confundido con eso a lo que hoy llamamos </span><i style="font-family: inherit;">ciencia</i><span style="font-family: inherit;">,
eso que los </span><i style="font-family: inherit;">científicos</i><span style="font-family: inherit;">
hacen y que los ateos, los positivistas y los desencantados tristes
hombres de nuestro tiempo admiran y temen tanto. ¡No! La ciencia es
una disposición anímica, una creencia primigenia, una fe
inquebrantable; la misma que guía el sentido original de la
Filosofía, de la Gran Obra, y de todo el quehacer humano
comprometido con el sentido puro y más perfecto del saber: Conocerlo
todo, en el más desnudo y completo sentido de </span><i style="font-family: inherit;">la
realidad</i><span style="font-family: inherit;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
este sentido he cambiado; en esta dirección voy. Agradezco la
compañía infinitamente sana y enriquecedora de los que en todo este
tiempo han seguido cerca, no me han descuidado una palabra y a los
que yo también he tratado de no descuidar jamás. Esos con los que
nos vemos poco pero siempre que nos volvemos a reunir, es como si
nunca nos hubiéramos separado. Esos que todavía me escuchan. Esos
que todavía me discuten. Esos que todavía me critican, no por
burlarse de mí, sino por no temer decirme lo que piensan. Será
agradable el día en que nos volvamos a encontrar, nos volvamos a
conocer, y pese a todo, sigamos siendo amigos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hay
diez nombres a los que va dirigida esta dedicatoria. Sé que ellos
saben quiénes son.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Y
bien, eso sería todo. Gracias por su atención y ¡feliz año nuevo!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
fin de la poesía parece ser una obra poética de incalculable
valor...</span></i></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">(Anotación
en mi último cuaderno de poesía)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-29753857963631853512012-11-04T13:07:00.003-03:002014-10-18T13:01:20.936-03:00Sócrates y el Sofista<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">A todos nos suena más o
menos la historia de Sócrates y los sofistas. Éstos últimos eran
destacados y célebres profesores de retórica y filosofía en la
antigua Grecia, y el primero era un caballero con mucho tiempo libre.
Un día llegó un ateniense, desconcertado, diciendo que el Oráculo
de Delfos (la más importante pitonisa de la antigüedad) había
contestado a la pregunta: <i>¿Quién es el hombre más sabio de
Grecia?</i> Con: “Sócrates”.
Cuando esto llegó a oídos del susodicho, se asombró bastante; él
mismo no se consideraba sabio, antes bien, sabía que al menos todos
los grandes magistrados y sofistas <i>debían</i>
ser más sabios que él puesto que cobraban mucho dinero por sus
enseñanzas, siempre eran bien recibidos en todas partes, escribían
las constituciones de los Estados griegos y todas esas cosas que
hacen las personas sabias. ¿Por qué al Oráculo se le había
ocurrido decir semejante tontera?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Intrigado,
Sócrates fue a buscar a los Sofistas para demostrarse a sí mismo y
a los demás que la pitonisa se había equivocado. Al encontrarlos,
no le quedaba más que preguntarles por el asunto más pequeño, más
banal, más sencillo... y esperar a que ellos desplegaran su enorme
sabiduría.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
algo salía mal. Cada uno de estos sofistas le hacía bellos y
pulidos discursos, pero ninguno sobrevivía a una corta tanda de
preguntas agudas. Ahí nuestro amigo se dio cuenta que la pitonisa
tenía razón; porque mientras los sofistas decían ser los más
sabios sin serlo, él, que tampoco lo era, al menos lo sabía y lo
reconocía. Así fue como Sócrates se hizo sabio buscando la
sabiduría, nunca poseyéndola. (Al final la gente terminó
cansándose del pobre Sócrates y, haciendo gala del poder que da la
siempre sana democracia, como es bien sabido, lo mataron y siguieron
sus vidas en tranquilidad. Pero eso no viene mucho al caso ahora).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Cuál fue la diferencia
crucial entre Sócrates y el Sofista? Sencillamente, esta: el Sofista
es un maestro del <i>convencer</i>;
Sócrates era, en cambio, un maestro del <i>conversar</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Cuando
se trata de entender el mundo siempre hay dos caminos que deben
recorrerse, indiferente de que tomemos uno y el otro después. El
primero va de adentro hacia afuera; sea consciente o
inconscientemente, todos tenemos una forma de ver el mundo, de
entender los hechos, de valorar y de priorizar todas las cosas. La
realidad cobra sentido y toma forma ante nuestros ojos, determinada
siempre, en mayor o menor medida, por nuestra experiencia y nuestros
sentimientos. Y esto es lo que entendemos por configurar un <i>mundo</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
luego viene el segundo sendero. Al final del primero, sólo somos
nosotros y el mundo, un mundo vacío, poblado de sombras. Si nos
quedamos ahí y no recorremos un segundo camino hacia los demás,
entonces caemos en una aburrida y triste <i>tolerancia a la
subjetividad</i>: Todos tienen
razón. El <i>mundo por sí mismo</i>
no existe, sólo <i>los mundos</i>,
el de cada uno, y todas nuestras creencias tienen la misma calidad de
<i>primera persona</i> que
tienen nuestros gustos, por ejemplo, como el gusto por el pan con
mantequilla. También hay otra posibilidad, la que a mi parecer es la
más peligrosa de todas: Una <i>intolerancia objetiva</i>:
Sólo yo tengo razón. <i>El mundo </i>es
como yo lo veo, y todos los demás están equivocados. Todas las
creencias de los demás deben ajustarse a la mía, a mí punto de
vista, para corregirse; de lo contrario, están en un error.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
primera nos lleva al laxo y cobarde sentimiento de igualdad que llamo
habitualmente “Democracia-con-mayúscula”. La segunda, por otra
parte, nos lleva al lugar opuesto, al prepotente y estéril
sentimiento de superioridad al que podríamos llamar el
“Fascismo-con-mayúscula”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
alternativa a estas dos soluciones es la del segundo sendero que en
breve voy a describir. Es la solución de Sócrates, a diferencia de
la de los Sofistas, que se quedan pegados en las anteriores
(Protágoras de Abdera, uno de los más eminentes sofistas, dijo: <i>El
hombre es medida de todas las cosas; de las que son en cuanto que
son, y de las que no son en cuanto que no son</i>.
No hay, a mi parecer, mejor manera de ilustrar la tolerancia a la
subjetividad).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si
yo estuviera solo en el mundo, y todo a mi alrededor fuera un huracán
de colores y formas, luces y sonidos desconcertantes, yo podría
preguntarme el por qué de todas esas cosas y conformarme a mi sazón
con cualquiera de las respuestas; en efecto, <i>qué</i>
cosa sea aquello sólo será importante, relevante y valioso, para
mí.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">De
la misma forma, si yo estuviera en ese mundo y a mi lado hubiera
otros, pero yo no pudiera comunicarme con ellos... cada uno de
nosotros tendría ante sus ojos <i>un mundo</i>
diferente, y para cada uno los demás no serían otra cosa que
manchas particulares en ese telón de manchas que se nos presenta
ante los ojos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
“La Máquina de Escribir Averiada” ilustré, hace muchos años
ya, una poderosa intuición que sólo en el último tiempo he podido
concretar y formular con mayor precisión; no <i>podemos negar</i>
que el Mundo se configura por entero en nuestra <i>subjetividad</i>,
por lo tanto, no hay realmente razón para creer que no pueda la
realidad completa ser consumida por nuestros pensamientos (como le
ocurre, al final, a Ying Ian, mi extraña protagonista que se queda
sola en una isla, rodeada de gaviotas y en compañía de una
calavera). Sin embargo, esa reducción del <i>afuera</i>
al <i>adentro</i> sólo opera
(en la práctica) para personas que están solas en una isla, o se
pasan la vida en una cómoda habitación junto al fuego, o se marchan
a la montaña o se pierden en el bosque para hallar “la verdad”.
¡Cómo no hallar la verdad en tales condiciones! Pues en la soledad
el asceta no necesita más que a sí mismo para llegar a una
conclusión y decidirse, en cualquier momento: Sí, es ésta. La he
encontrado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
ocurre diferente aquí, en el mundo donde estamos. Tenemos personas a
nuestro alrededor, compartimos espacios comunes, presuponemos que
ellos también viven y también piensan (no son autómatas
cartesianos, ni zombies, ni actores de un gigantezco Truman Show).
Pero no lo presuponemos en vano; lo presuponemos porque de hecho
tenemos una forma de <i>comunicarnos</i>;
tenemos <i>Lenguaje</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Consideremos
una vez más al hombre solo en medio de su mundo de luces y sonidos.
Tomémoslo, y coloquémoslo en una silla, en un banquete, junto a
Sócrates. Este hombre, que cree ser el poseedor de “la verdad”,
se la expondrá a Sócrates, y ¿qué es lo que pasará? Sócrates le
preguntará de vuelta, le propondrá problemas que él no ha sido
capaz de responder. Y entonces su <i>mundo</i>
se tambaleará, y se dará cuenta de que tal vez no estaba tan en la
verdad como parecía. Pero ¿qué le queda por hacer? Sócrates le
ofrece una nueva visión de las cosas, al menos, la visión de una
persona diferente a él. Si antes era él el que miraba y se
respondía a sí mismo, ahora tiene a Sócrates. Tiene tres
alternativas: Dejar a Sócrates en su mundo y quedarse con el suyo
propio (tolerancia a la subjetividad). Si no, puede tratar de
<i>convencer</i> a Sócrates
de que está en un error, y obligarlo a que vea las cosas como <i>él</i>
las ve (intolerancia objetiva). O puede recorrer el sendero que le
falta, y <i>conversar </i>con
Sócrates, fijar aquello en lo que están de acuerdo, y a partir de
ello, configurar un <i>mundo</i>
que tanto él como Sócrates compartan. ¿Significa esto que renuncia
él a sus convicciones anteriores? No, para nada. ¿Significa que
abandonará la pasión, el compromiso y el sentimiento íntimo de
sentido que su búsqueda tenía en un principio, para conformarse con
una fría y calculada discusión bizantina? No, tampoco; significa
sencillamente que recibirá los puntos de vista de Sócrates e
intentará conciliarlos <i>lógicamente</i>
con los suyos; al final, es cierto, algunas cosas tendrán que ser
desechadas. Pero no porque Sócrates le <i>convenza </i>de
quitarlas, sino porque a la luz de lo que Sócrates intente
mostrarle, se hará evidente para él que aquellas cosas no <i>cuadran</i>
bien con la evidencia. ¿Y qué es la evidencia? Pues, lo “dado”:
Esas cosas que andan por ahí, desde el cielo y las estrellas hasta
el pelo y las uñas, y desfilan ante nuestros sentidos interactuando
con nosotros y diciéndonos constantemente: somos algo distinto a tí,
estamos <i>afuera</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
segundo sendero requiere algunos acuerdos metodológicos, que no
necesariamente tienen que ver con los acuerdos de fondo a los que la
conversación espera llegar. Por ejemplo, necesita asumir que hay tal
cosa como un lenguaje que permite la comunicación. Un sordo que
escribe chino y un ciego analfabeta probablemente seguirán viviendo
en sus propios <i>mundos</i>
toda la vida, y su conversación no llegará muy lejos. Pero también
necesita asumir algo que, de un modo sumamente laxo, llamaremos
“lógica”. Cuando uso esta palabra no estoy pensando en algún
sistema formal en específico sino en lo que más intuitivamente
entendemos por ella; que cada paso que da la argumentación es
consistente con lo anterior, y que hay algunos pasos que no son
lícitos, por ejemplo, los que llevan a contradicción (Aristóteles
decía que el principio de no-contradicción es tan evidente que
nadie puede negarlo sin contradecirse a su vez; Avicena, de una forma
mucho más ilustrativa, decía que todo aquel que niega la
no-contradicción debería ser azotado y quemado hasta que
reconociera que no es lo mismo ser azotado y quemado, que no ser
azotado y quemado).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Este
último punto -el de la lógica- es para mí el más importante de
todos, porque es el que distingue la <i>conversación </i>del
<i>convencimiento </i>(propio
de la intolerancia objetiva). Todos tenemos una forma de ver y
entender el mundo, pero la disposición a girar el ángulo de
observación y <i>notar</i>
cosas diferentes sólo conversando con los otros es lo que permite y
faculta a la inspección lógica, y en última instancia, a la
claridad conceptual. La lógica es, me atrevo a decir, la única y
más poderosa herramienta de aquel que busca dar con una teoría
total de la realidad y ser a la vez capaz de defenderla.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Sin
embargo hay otra cosa que no es precisamente una <i>configuración
de mundo</i> aunque muchas veces se
presenta como tal: los <i>modelos de interpretación</i>.
La diferencia crucial radica en esto: las configuraciones de mundo
son nuestra manera subjetiva de construir lo que “hay” y hacer
coherente “lo dado”; son, por lo mismo, susceptibles de ser
defendidas, criticadas, analizadas, ampliadas y corregidas en una
conversación o en la sencilla experiencia de la vida (como la del
hombre que abandona o abraza una fe después de una experiencia
límite. Ya en otro ensayo<a href="http://lagranjadelmago.blogspot.com/2011/06/de-dioses-y-religiones-y-esas-cosas.html" target="_blank">*</a> defendí que la creencia o no creencia en
Dios no es una mera cuestión de gusto, es un compromiso ontológico
de la más alta importancia). Pero un modelo de interpretación es
una <i>nomenclatura cerrada </i>(ya
aclararé qué entiendo por eso) que explica máximamente la realidad
en términos abstractos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En el
siglo II después de Cristo surgió una secta llamada “Gnosticismo”
en el seno del emergente movimiento cristiano. Hubo incluso un tiempo
en que la gente, en el imperio romano, decía que ser gnóstico era
indistinto de ser cristiano; a tal punto llegó su difusión. Pero
llegaron tarde o temprano a desaparecer. ¿Por qué? Porque mientras
las doctrinas de los cristianos, en diálogo con la filosofía
neoplatónica, se enriquecieron y prosperaron hasta convertirse en un
poderoso canon metafísico y soteriológico, los gnósticos
perseveraron férreamente en sus convicciones y al final se quedaron
sin adeptos; en efecto, a la luz de las conclusiones racionales de
los neoplatónicos y los cristianos helenizados las doctrinas
gnósticas eran evidentemente falsas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
la terquedad de los gnósticos no era sólo consecuencia de su
espíritu y su convicción, sino de algo que llamaré <i>nomenclatura
cerrada</i>: en la configuración de
mundo de los gnósticos la gente que <i>no compartía sus
creencias</i> era explicada en
términos de su misma configuración del mundo. En efecto, para los
gnósticos las encarnaciones eran por grados: los que estaban en el
más alto grado eran los elegidos, los iluminados, los gnósticos; y
los grados inferiores eran los cristianos y los paganos. Todos tenían
un rol místico y un fin predefinido. Las doctrinas con esta
característica también se conocen como <i>autodefensivas</i>;
Si te conviertes al gnósticismo, pues, ¡genial! Eras de los
bacanes. Y si no crees en el gnosticismo, o lo encuentras estúpido,
o tienes razones para no creer en él, no te preocupes; ya
reencarnarás en una forma más elevada que te permita <i>ver</i>
la verdad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Las
doctrinas cerradas (autodefensivas, de “tómalo o déjalo”, o
como se las quiera llamar) comparten todas la insana cualidad de no
ser susceptibles de crítica, porque toda crítica está presupuesta
y explicada dentro del mismo sistema. La mayoría de los
fundamentalismos cristianos y religiosos en general gozan (o
adolecen) de este trágico defecto, así como las teorías holísticas
que incurren en la <i>falacia del historicismo</i> (cuya forma típica
es esta: “Tu tesis es falsa y tu argumento inválido, pero crees en
uno y otro porque estás condicionado por el espíritu de tu época
para hacerlo”).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si la
verdad no puede ser descripta en su totalidad; si no es posible
llegar a un sistema metafísico capaz de explicarlo todo (como me
gusta creer), al menos tenemos que aceptar que podemos acercarnos
cada vez más a esa verdad, por medio de la investigación
científica, filosófica, y las experiencias numinosas y espirituales
(las tres a un mismo nivel de importancia y relevancia). Y para poder
acercarnos (a menos que queramos ser como el asceta en su cueva) a
esa verdad, cada vez más, es necesario aceptar que tenemos medios
para hacerlo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Alguien
ahora podría decirme: ¡Ah! Todo esto que has hablado y normado es
una doctrina cerrada a su vez; intentas abarcar todo lo que se puede
decir o no se puede decir acerca del mundo, y dejas un lugar
reservado para los que no piensan como tú. Considero que esta
crítica no aplica, puesto que no estoy proponiendo ninguna teoría o
concepción del mundo, sino una metodología de análisis, que no es
lo mismo. Por decirlo así, estoy haciendo descripciones a un “nivel”
del lenguaje, no del tema a tratar; en ningún momento me he
pronunciado acerca de qué es lo que creo que “hay” en el mundo,
o cual es el sentido de la existencia. Sin embargo, si a alguien no
le parece, le invito a que me escriba y me argumente
fundamentadamente por qué piensa que estoy en un error.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Todos
tenemos el derecho y la libertad (me parece evidente) de no querer
discutir acerca de estas cosas; siempre hablar de fútbol o de cine
va a ser más entretenido. Mientras podamos seguir haciendo lo que
siempre hacemos, no hay necesidad -al parecer- de meterse en estos
temas. Pero para quienes sienten la pulsión y la necesidad de
resolver los misterios y de llegar al fondo de este como de todos los
asuntos, la puerta permanece siempre abierta; o mejor dicho, cerrada,
pero sin llave. Tan sólo hay que descubrir qué se empuja para que
se abra. Para los que quieren cruzarla solos, está la montaña. Pero
para los que quieran seguir viviendo, aquí está la plaza, la mesa,
el bar. Todo lo que pueda discutirse será discutido, todas las ideas
se remecerán, todas las convicciones dudarán, y al final quizás
quede menos que al principio; pero será inconmovible. Soy de la
convicción de que esto es de lo que se trata la filosofía,
finalmente. Al final llegaremos cada vez más lejos, sabremos cada
vez más, y nuestra configuración del mundo será cada vez más
consistente. Que todo lo que pueda decirse, se diga, y, como dijera
un filósofo, de lo que no se pueda hablar: Vale más callar la boca.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-19296159845318223552012-08-10T01:03:00.002-04:002014-10-18T13:01:43.925-03:00Bocetos teológicos<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
</span><br />
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“<i>(...) por el
contrario, hallo que sólo puedo aceptar un sistema de conocimientos,
en el cual puedan caber sin mutilaciones los míos</i>”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Moritz Schlick</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“<i>El principio puede
ser expresado positivamente: en asuntos intelectuales, sigue tu razón
tan lejos como te lleve, sin importar ninguna otra consideración. Y
negativamente: en asuntos intelectuales, no pretendas que son ciertas
las conclusiones que, o no han sido demostradas o directamente no son
demostrables. Esto entiendo como significado de la fe agnóstica, que
si un hombre mantiene completa e incorrupta, no deberá sentir
vergüenza de mirar al universo a la cara, cualquiera que sea el
futuro deparado para él</i>”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Thomas Huxley</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“<i>La Mano Izquierda es
una postura esotérica, que
probablemente constituye la más remota
forma de relación del hombre con lo numinoso, el modo de
contacto o
vivencia mágico-religiosa de mayor
antigüedad, una especie de
creencia primordial. [El
concepto numinoso deriva de la palabra
latina
numen, y define toda creencia religiosa previa a
cualquier
monoteísmo o politeísmo, basados en un dios o unos dioses
personalizados; designa, pues, lo
suprahumano y el vigor místico de
la Naturaleza]”
</i></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Anton
Szandor LaVey</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“<i>¡Oh,
sabios! Encima de vuestros cálculos, está la unidad. La unidad es
el total de Dios. No hay cifra mil, no hay cifra dos; Dios sólo sabe
contar hasta uno. El cielo es una inmensa constelación. No hay dos
grupos de astros; sólo uno. No hay millones de lugares; no hay
millones de pies, no hay distancias en el cielo; sólo hay
vecindarios, sólo una familia, sólo un pueblo, y sólo un mundo.
Todas las pequeñas constelaciones son falsas en lo relativo y
verdaderas en lo absoluto, la Osa Mayor y Acuario y Orión son sólo
acoplamientos hechos para los ojos, y que no perturban la armonía
celeste; todos los astros se ven, se conocen, se atraen y se aman; se
buscan y se vivifican; y algunos se casan, algunos engendran y
algunos se sepultan; no hay astros solitarios, no hay astros
huérfanos, no hay estrellas viudas; no hay soles perdidos; no hay un
sólo rincón de la noche que esté de luto; no hay día abandonado;
¡no hay esfera alguna que no esté ella sola y por completo en el
núcleo del cielo!</i>”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La
Sombra del Sepulcro</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“<i>Pero Dios no puede hacer nada vergonzoso ni querer nada contrario a la naturaleza. Que porque víctimas de alguna abominable perversión del espíritu nos hayamos metido en la cabeza alguna extravagancia infame, no es razón para que Dios pueda realizarla, ni que se deba contar con que tal cosa ocurrirá</i>”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Celso</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">“<i>Mucha gente se está
alejando de las iglesias para acercarse a Dios</i>”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Alejandro
Jodorowsky</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">QT
era un robot construido para operar una estación espacial que
orbitaba la tierra desde la lejanía del hondo cielo. Dos humanos,
los únicos en todo el vasto desierto inoxigenado en el que flotaban,
lo ensamblaron y activaron, y esperaron a verlo entrar en funciones.
Pero algo no salió como ellos esperaban; QT (<i>cutie</i>)
se negó a aceptar la supremacía del hombre, porque su razón
(implementada en un sofisticado cerebro positrónico) no quiso
aceptar de buenas a primeras la verdad acerca de su origen. Su cuerpo
era de acero inoxidable, altamente superior al cuerpo orgánico y
cerebro neuronal, frágil y de rápida descomposición, de los
humanos. El robot, dotado de razón, utilizó el principio de
transitividad ontológica para llegar a una conclusión <i>falsa</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Era
esperable que <i>Cutie</i> obedeciera al hombre, porque en efecto el
hombre le había creado; pero para <i>Cutie</i> era altamente
improbable que aquello fuera cierto. La fábula de estos seres de
carbono de que existía, más allá del velo oscuro tras la ventana,
un lugar llamado “La Tierra”, donde los hombres vivían y creaban
al robot, le parecía <i>demasiado ilógica</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Cutie</i>
era un robot <i>racional</i>. Y dotado de razón, ¿cabía esperarse
que confiara en algo más que en su razón? ¿Tiene acaso algo más
que su razón? El curioso filósofo de metal en pocas horas llega a
la certeza cartesiana (“Yo, por mi parte, existo, porque
pienso...”), y de ahí a la Gran Intuición: “Evidentemente, mi
creador debe ser más poderoso que yo y, por lo tanto, sólo cabía
una hipótesis (…) ¿Cuál es el centro de las actividades aquí en
la estación? ¿Al servicio de quién estamos todos? ¿Qué absorbe
toda nuestra atención? …Estoy hablando del Señor”. ¿Y quién
era el Señor? Pues, ni más ni menos, que el Transformador de
Energía de la Estación Espacial.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Ante
los ojos de sus horrorizados creadores, que no consiguen reparar
argumentalmente el <i>error</i> del robot, ocurre el surgimiento de
una religión completa en torno al inerte motor del complejo
espacial; ellos mismos son puestos fuera de “Tierra Santa”,
confinados a ser los huéspedes del Señor pero despojados de toda su
autoridad por el robot y los robots que ahora se arrodillan ante él
y le llaman Profeta. Y su espanto no puede ser menor; la Estación
Espacial protege a la Tierra de unas peligrosas tormentas
electrónicas, y sin ellos al mando, es seguro que la humanidad está
perdida; y se acaba el tiempo, la tormenta se acerca...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">¿Cómo
creen que termina la historia? El final es sorprendente: Llega el
día, la tormenta azota la Estación Espacial, y los dos humanos,
abatidos, se lamentan la destrucción de su hogar... pero nada de
eso. Llega <i>Cutie</i> con los últimos reportes: <i>La tormenta ha
sido atajada con éxito.</i> A decir verdad, más que con éxito: con
precisión matemática. Precisión <i>sobrehumana.</i> Precisamente,
<i>para lo que Cutie había sido construido.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">¿Cómo
podía ser? La explicación era increíblemente simple; <i>Cutie </i>no
creía en la existencia de la Tierra ni en los humanos, pero creía
ciegamente en su Señor. Y el Señor le había mostrado,
<i>racionalmente</i>, que todo el mundo (léase, la Estación
Espacial) había sido construida con un <i>propósito</i>. Y ese
propósito era atajar las tormentas electrónicas. <i>Sólo</i>
atajar las tormentas electrónicas, y nada más. <i>Cutie</i> y su
delirio mesiánico, finalmente, no eran un error de cálculo, sino
tan sólo un pequeño e inocente epifenómeno de la máquina.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Ahora, veamos; la relación entre el hombre y el robot, ¿es la misma
que la relación del hombre con sus dioses? En definitiva, la
pregunta de hoy: ¿quién creó a quién?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Es
altamente improbable que el hombre haya creado a Dios, porque Dios es
todo lo que los hombres no son, él es todo lo que ellos no pueden
llegar a ser: perfecto, omnisciente, todopoderoso. Pero fue la misma
conclusión que sacó <i>Cutie</i>. ¿Son los dioses los robots del
hombre, creados para evitar la destrucción del planeta, puestos en
las órbitas eternas del mundo supralunar <i>por nosotros mismos</i>
para protegernos de las gigantescas tormentas de electrones que
podrían destruirnos? ¿Es el <i>primum mobile</i> que nuestros
dioses aman con fervor un mero epifenómeno de su deber divino, un
mero Transformador de Energía en el centro del cielo?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Cuando
el hombre crea al robot, lo hace con un <i>propósito</i>; el mismo
que tiene el hombre que <i>crea</i> a sus dioses: ponerse a
resguardo. El universo es demasiado grande, inspira demasiado temor.
Un peligro todopoderoso sólo puede ser atajado y prevenido por un
Protector igual o más poderoso que el peligro que debe contener.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Porque
si Dios hubiera creado al hombre, ¿con qué propósito lo habría
hecho? El hombre está para ser protegido por el robot, para ser
amado por él, para ganarse su gratitud. El robot mismo es altamente
superior, no se inclina ante él, pero le sirve. ¿No cumple acaso,
para el hombre de fe, su dios una función similar? Los dioses del
hombre son sus robots psicológicos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Ninguno
de los dioses de los hombres es Dios. Dios no tiene propósito,
porque el propósito sólo existe para aquello que tiene un fin, y
todo lo que tiene un fin tiene un comienzo. Y si tiene un comienzo,
existe algo anterior. Y nada puede existir antes que Dios, o tendría
que haber otro Dios detrás. Y ésta es una de las maravillosas
conclusiones de la filosofía de Platón.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Pero
falla Platón, y donde falla Platón, fallaron también todos los
cristianos tras él; Dios no es el bien. Dios es el más grande de
los sinsentidos: el sinsentido de la existencia. Existimos <i>porque
sí</i>. Y Dios es lo único que
justifica esa respuesta. Esta intuición, tanto más poderosa por
cuanto más la avala la razón, tiene una conclusión hermosa y
crucial: somos libres.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Somos
libres, porque existimos para existir, y estamos donde estamos porque
podía ser que estuviéramos y estuvimos por virtud de ello. Todo es
un milagro, por lo tanto, nada es realmente milagroso.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dios
ha creado todas las cosas del mundo, pero el quehacer humano no es
una <i>cosa</i> del mundo,
más bien una combinación de cosas; una posibilidad. Y el ser o no
ser de ella, depende por entero del hombre. No existe el bien, porque
no existe el mal; sólo existe el ser.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dios
es circular; sólo puede contar hasta uno. Está vuelto sobre sí
mismo, se mira el ombligo, gira y <i>es feliz</i>.
Todas las cosas se conservan en él, cambian, sin agregar ni quitar
nada al todo. Pero él permanece.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Las
estrellas se preguntan por Dios, igual como nosotros nos preguntamos
por nuestra existencia. Ninguno de los dos es más evidente cuanto
más misterioso que el otro.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">De
Dios sólo cabe esperar tautologías. Él es obvio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dios
no puede escribir libros, ni decir a los hombres lo que pueden o no
pueden hacer; prohibir atenta contra su naturaleza; esperar cosas de
los hombres, atenta contra su naturaleza; manifestarse en secreto
atenta contra su naturaleza. Dios dice: <i>Yo soy el que soy.
</i>Pero el que dice: <i>Diles
que Yo soy el que Soy</i>; ése <i>no
es </i>Dios.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dios
no premia, Dios no castiga; la naturaleza del hombre es ser libre, y
Dios ha permitido esa naturaleza. ¡Qué primitivo, qué sucio es
atribuir estados mentales a Dios! Si tuviera mente, no existiría el
mundo; todo lo consumiría en su imaginación.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dios
es obvio, todo lo que se diga de él debe ser obvio, debe estar vacío
de información, debe ser autoevidente. Dios es la verdad vacía.
Dios es la identidad del todo con el todo. Dios es la respuesta
inútil, Dios es la palabra ociosa. Dios está en todo y todo está
en Dios; por eso hablar de Dios no tiene sentido alguno; porque él
no lo tiene.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No
se puede creer en Dios, o no creer; él es indiferente de los estados
mentales que buscan referirle. Él está, y porque él está,
nosotros existimos. Y listo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No
es cierto que todas las religiones llevan a Dios; de hecho, ninguna
lo hace. Todos sus dioses son robots, son soluciones ad-hoc al miedo,
son explicaciones vulgares para experiencias límite y alucinaciones
de causa desconocida. Si alguno de esos dioses postulara a ser Dios,
su religión se desvanecería, y sus seguidores tendrían que volver
al mundo; el mundo donde las cosas no tienen sentido ni destino; sólo
son lo que son, no son nada más, y se puede hacer con ellas
exactamente lo que con ellas se puede hacer.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dios
es la estúpida conclusión de un razonamiento estúpidamente simple:
si las cosas existen, entonces, ellas existen. Las cosas existen.
Ergo, ellas existen. Y como existen, entonces Dios existe, porque
ellas existen.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Por
eso no soy enemigo de las religiones; sólo de las pretensiones
religiosas. No soy enemigo de la moral; sólo de las pretensiones
morales. No soy enemigo de los creyentes; sólo de los prosélitos.
Los profetas son locos que ven en la cordura de los demás la locura
de no estar igual de locos que ellos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Pero
no todos pueden mirar a la naturaleza a la cara; no todos pueden
enfrentar el mundo desnudo, no todos pueden sostenerle la mirada a
las maravillas del universo. Para todos ellos, venden robots. Para
todo ellos, hay alguien trabajando en el cielo y deteniendo las
tormentas de electrones. Y nada puedo decir sobre ellos, más que son
lo que son.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Las
guerras, la muerte y la destrucción no son errores cósmicos. Ellos
son lo que son, porque podían llegar a ser, porque Dios las ha hecho
posibles. Dios sólo provee las posibilidades. Es cierto que para
Dios nada es imposible, porque lo imposible <i>es imposible</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Si
existen las guerras, la muerte y la destrucción, es porque las hemos
elegido. ¡Qué puede ser más irresponsable y flojo que ver en
nuestros errores un error del mundo! ¡Qué irresponsable parece ver
en <i>nuestros</i> proyectos
el proyecto de <i>alguien más</i>,
que prepara una reivindicación!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Matar
no es bueno, pero tampoco es malo: es posible. La Guerra no es buena,
pero tampoco es mala: es posible. El hambre, la destrucción, la
pobreza, el abuso de poder, la injusticia, son cosas que pasan. Y
pasan porque son posibles. Y son posibles porque los elementos de su
combinatoria existen. Y ellos existen porque existe Dios. Y eso es
todo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dejar
de matar también es posible. La Paz también es posible. La
justicia, la democracia, la libertad, el respeto, son posibles. Su
consecución depende de la elección de los hombres. Si ellas no han
llegado a ser, es por el esfuerzo de hombres que no han querido. Y
eso es todo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Si
algo es posible, entonces es necesario que sea posible. Si algo
existe, entonces era posible que existiera. Y esto es todo lo que
sabemos de Dios. Todo lo que él nos puede decir. Y nada más.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
Dios el silencio. En Dios la futilidad. En Dios todo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No
me gusta identificarme con el agnosticismo, porque hoy por hoy la
palabra se ha contaminado con un dejo de indiferencia y de
materialismo que me es muy molesto; yo creo en lo que es posible,
pero no creo conocer <i>todas</i>
las posibilidades; sólo Dios las conoce. Si la naturaleza tiene
fuerzas ocultas, si existen seres extraterrestres, si existen seres
trascendentes, si existen fuerzas mágicas en la tierra, en los
hombres, en las cosas, todas ellas existirían porque Dios existe. Mi
teología es tan verdadera, que llega a ser fome. Y lo es, de hecho.
Pero por lo mismo, es irrefutable. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Yo
no creo en Dios, porque para mí la existencia de Dios no es materia
de creencia, sino que es algo evidente e irrefutable. Y por lo mismo, no tiene sentido. Sólo el arte,
la ciencia, la filosofía; la magia, la poesía, la música; sólo lo
que es relativo al hombre, a los objetos del mundo, a lo <i>posible</i>,
tiene sentido. Y me gusta sentirme lleno de sentido, y buscarlo lo
más posible.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Escapar
de la fe es, quizás, el acto más auténticamente libre del ser
humano; porque negar la religión en lo profundo del corazón, en lo
más hondo del alma, es llenar de sentido la vida propia en virtud de
ella misma, y es por lo tanto abrazar, de una sola vez y para
siempre, la única conciencia cierta que se puede tener: que
existimos, y que existe Dios. Todo lo demás viene por añadidura y
depende exclusivamente de nosotros mismos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">NOTA: El cuento que conté al principio se llama "Razón" y pertenece al libro "Yo Robot", de Isaac Asimov.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-46890509808161076702012-07-17T01:17:00.000-04:002014-10-18T13:02:10.687-03:00Para superar "La Lucha"<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Cuentan las malas
lenguas que estando un día John Locke sentado con sus amigos en su
casa conversando de cosas livianas y entretenidas – de Metafísica,
de hecho – empezaron a enredarse lentamente en la conversación
hasta que al final ya no pudieron avanzar nada más. Entonces al
amigo Locke se le ocurrió que quizás el error radicaba en el punto
de partida, y que antes que seguir buscándole salidas al asunto lo
más sano sería volver atrás y plantearse nuevamente aquello que
habían dado por sentado de antemano. Bueno, me siento un poco como
John Locke, pero no precisamente en materia de Metafísica – sino
una mucho más aburrida.</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Mi conclusión no es
para nada nueva, mis premisas tampoco. Sin embargo les vengo a
exponer mis razones y mis formas de razonar, donde creo que, aunque
no probablemente novedad, sí hay originalidad.</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">La idea central de
todo este ensayo será algo que llamaré de forma más o menos
antojadiza la “frontera gestáltica” (me gustan los nombres
pomposos). Las intuiciones originales de la frontera gestáltica ya
son añejas en mi cabeza; en mi último año en el colegio mi maestro
Riveros se ocupó de entretenernos leyendo a teóricos de la cultura
y sociólogos latinoamericanos, y desde ese marco teórico
desarrollamos con mi socio Pablo S. Mac-Evoy un documental sobre
Osorno, y en el que se encuentra el germen central de esto que llamo
“frontera gestáltica”; por lo que el mérito de ella en estricto
rigor pertenece a mí, a él, y a Riveros y sus amigos
(Martín-Barbero, Canclini, entre otros).</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Hay también otras
influencias más cercanas, las que menciono sólo porque hoy leí un
trabajo casi en su integridad plagiado de otro y estoy sensible con
lo de darle a cada uno su crédito. Un ensayo que tuve que hacer
sobre Karl Popper y su método para las Ciencias Sociales parece ser
lo que me picó con el bicho de masticar de nuevo estos temas; unas
lecturas que tuve que hacer de Kuhn, Nietzsche, de Feyerabend y la
refutación Agustiniana de los maniqueos (rara la mezcla, ¿eh?) que
me aportaron en alguna medida un banco conceptual amplio con el cual
defenderme; y finalmente, un cartel en la Facultad anunciando ciclos
de charlas sobre “Marxismo Trotskista”, que me hicieron caer en
la cuenta del gravísimo error sobre el cual hay que echar manito de
gato con urgencia.</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Téngase pues presente
que esta propuesta que presento aquí es la conjunción, el “espacio
común”, si se quiere, de varios otros trabajos, sistemas, teorías
e ideas que en sí mismas son todas más elaboradas y mejor
desarrolladas que lo que yo soy capaz de hacer; léase pues este
ensayo, más que como una discusión cerrada, como una invitación a
la reflexión en torno a los temas propuestos y su manera de
abordarlos. Por lo mismo agradezco críticas, rectificaciones,
correcciones y, por qué no, alabanzas, si las mereciera.</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Llamé a este ensayo <i>Para
superar “La Lucha”</i>. Aunque podría haber especificado que me
refiero a “La Lucha de Clases”, es importante no hacerlo, porque
esta “Lucha”, esta <i>Lucha-con-mayúscula, </i>en
muchos aspectos es más que la Lucha de Clases; es un ideal
revolucionario poliforme, un fantasma utópico que se escapa de las
imágenes y las palabras, es como un soplo en la mente, una
iluminación fugaz, un llamado imperioso a la acción... pero no al
fin. Esto me parece de la mayor importancia y señalaré de inmediato
por qué.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Si
“La Lucha” fuera teleológica, es decir, si tuviera <i>dativo</i>:
verbigracia “Lucha por la Educación”, “Lucha por la Salud”,
“Lucha por la Igualdad”, cada una de esas palabras agregadas
sugiere un nuevo campo, una nueva pregunta: ¿<i>qué</i>
Educación? ¿<i>qué</i>
Salud? ¿<i>qué</i>
Igualdad? Así, aparece a su vez una nueva especificación, un <i>dativo
particular</i>: “Lucha por la
Educación Gratis”, “Lucha por la Educación Libre”, “Lucha
por la Educación de Calidad”, etc. Dativo particular que a su vez
nos permite introducir diferencias de modo: ¿Gratis <i>en qué
sentido</i>? ¿Libre <i>en
qué sentido</i>? ¿Calidad <i>en
qué sentido</i>? Y así, como
vemos, podemos seguir remontándonos hasta el infinito.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">De
igual manera, si fuera “Lucha de Clases”, podríamos preguntar:
¿<i>Qué </i>Clases? Y nos
pasaría lo mismo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Todas
las especificaciones son conflictivas y tienen su qué de diferencia;
sin embargo, hay un punto de partida común, una pregunta
insobornable, arraigada en la más poderosa intuición del ciudadano
con <i>conciencia</i> social:
ella es, la de la <i>necesidad de La Lucha.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">A
esta <i>necesidad de Lucha </i>podemos llamarla también necesidad de
reformas, necesidad de cambio, dinamismo, activismo, etc. Su génesis
reposa sobre dos premisas básicas: Primero, <i>las cosas no están
bien </i>(sea lo que sea que “<i>bien</i>” signifique) y
segundo, <i>alguien tiene que hacer algo</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">En un
ensayo anterior (<i><a href="http://lagranjadelmago.blogspot.com/2011/11/una-critica-la-critica-social.html">Una Crítica a la Crítica Social</a></i>) ya me
referí a lo que llamo ser “espectador en conciencia”. En aquella
oportunidad lo distinguí tanto del ciudadano “activo”, como del
ciudadano “pasivo”; bueno, del primero estoy hablando en esta
ocasión.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Todo
ciudadano activo es un <i>luchador social, </i>indiferente de sus
métodos y sus móviles; algunos hacen campañas de alfabetización
de adultos, otros levantan barricadas. Lo que entiendo entonces con
este concepto mayúsculo de “La Lucha” es, sencillamente, el <i>paso
al acto</i> de un ciudadano en conciencia, que se basa, en mayor o
menor grado, en la convicción de que <i>las cosas están mal y hay
que hacer algo para mejorarlas</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">En
poder de esta aclaración conceptual (que no es inocua) puede ser
chocante reconsiderar el título de mi ensayo: Para s<i>uperar</i> La
Lucha. ¿Qué es lo que entiendo <i>exactamente</i> por “superar”,
y qué consecuencias veo en ello?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Primero
que todo, (o “segundo”, porque lo “primero” fue la aclaración
conceptual que acabamos de terminar) quiero hacer ver que: 1)
“superar” no es aquí sinónimo de “suprimir” ni “eliminar”,
más bien lo tomo en un sentido de “perfeccionar”, y 2) lo que se
busca superar es La Lucha, no el espíritu activista, o la conciencia
social, o cualquier otra cosa que parezca estar emparentada con La
Lucha.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Igual
como Dr. House (disculpando lo quizás vulgar del ejemplo) cambia de
diagnóstico cuando un tratamiento no provoca mejorías en el
paciente, me parece bastante sensato suponer que la sociedad funciona
igual; si un tipo de tratamiento no la cura, no significa que el
<i>tratamiento</i> esté mal, sino que <i>la enfermedad</i> ha sido
mal diagnosticada.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Ha
calado hondo y profundo, sobre todo entre las izquierdas nacionales y
del mundo, el concepto marxista de “Clase social”. Tanto es así,
que casi parece un hecho confirmado el que <i>las clases sociales
existen, no como una denominación sino como un ente propio del
mundo</i>. No soy un experto en marxismo pero no necesito serlo
tampoco; me interesa el concepto liviano, el concepto básico, más
irreductiblemente simple, y ése no es el de los textos sino el de la
gente: La <i>clase social</i> es una “propiedad” esencial (en el
sentido lógico) del hombre que vive en sociedad, y puede dividirse
de forma más o menos laxa en dos grandes grupos: La Alta y la Baja.
La que tiene el Poder, la que es Oprimida. La Burguesa y la
Proletaria. Explotadores y Explotados.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Marxistas
o no marxistas, comunistas o centralistas, moderados o radicales,
encapuchados o voluntarios de caridad, e incluso los que son
abiertamente enemigos de la izquierda, los que ganan mucha, y
demasiada plata, los noestoyniahístas y misarquistas que van a misa
en las más variadas iglesias cristianas y no cristianas, parecen
asumir y concordar con la distinción “meramente formal” o “de
nombre” entre las Clases Sociales Altas y Bajas. Algunos ven en
ellas un orden del destino; otros, un capricho del azar, o una
disposición divina; los hay quienes creen que es una manera de
generalizar el resultado responsable del esfuerzo de las personas (la
versión que a mi parecer es la más estúpida y por lo mismo la más
inútilmente defendible, no en vano quienes la predican no son
capaces de avanzar un solo argumento no-inductivo para justificarse),
y los hay finalmente quienes creen que ellas son la condición de
posibilidad de una dialéctica materialista que da significado a la
historia. Todas estas versiones -y otras- son disímiles entre sí,
incluso profundamente adversas, pero parten de una misma y única
base: que las Clases Sociales son el nudo central, el “gran
problema” de los problemas de la Sociedad Actual (y de toda
sociedad, en algunas versiones fuertes). Tanto los de derecha como
los de izquierda, tanto los que dicen que “hay que darle a todos
las mismas oportunidades” como los que dicen que “es imposible”,
o los que aseguran que “no es posible erradicar la pobreza”
contra los que dicen que “los recursos están”, concuerdan en
este último punto.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Hemos
visto desfilar ante nuestros ojos, uno tras otro, Gobiernos, Estados,
Presidentes, Filósofos, Sociólogos, Guerrilleros, y todos han
tratado de solucionar el problema, han emprendido “La Lucha”,
pero nunca, ninguno de ellos, ha llegado a una conclusión que nos
deje conformes; es más, podemos decir que ni siquiera nos han
acercado. Todos sus proyectos, por bien que comiencen, por mucho que
duren, acaban por fracasar, y hasta hemos visto cómo los mismos que
los impulsan con tanta convicción en un principio, luego son los más
férreos detractores de ellos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Seamos
como Dr. House, y pensemos: El cuerpo [social] está enfermo;
convenido. Le he diagnosticado: <i>clasismo</i>. He atacado la
enfermedad con todos los remedios que se me ocurrieron; a pesar de
ello, ninguno llega a curar el malestar del cuerpo, y mientras se
invierten los esfuerzos, él, inevitablemente, sigue empeorando su
condición. Bien, ¿Qué hago? ¿Qué haría Dr. House?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Tal
vez... la sociedad no padece <i>Clasismo</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Está
claro que el clasismo existe, que hay gente clasista, que hay
discriminación; yo no me refiero a <i>ése</i> clasismo, sino que he
llamado así al hecho de considerar que <i>son las clases sociales el
núcleo de los problemas de la sociedad</i>, el “órgano enfermo”,
el cáncer de ella. Toda Lucha orientada a combatir el Clasismo, sea
fundiendo las Clases, sea destruyéndolas, sea integrando la una a la
otra, es fútil, ¡porque las Clases Sociales no son las del
problema!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Pero
si ellas no son el problema, ¿qué lo es?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Los
Maniqueos eran una secta cristiana (o pseudo-cristiana) que creía,
entre otras cosas, que coexistían dos fuerzas igualmente poderosas
en lo absoluto del ser: el Bien y el Mal. En un combate místico en
el albor de la existencia el Mal logró conquistar una parte del
terreno del Bien, envolviendo las pequeñas partículas de éste, y
creando el mundo visible. Los Maniqueos eran <i>materialistas </i>(¡esto
sí que es extraño!) y creían que la luz era el Bien y la oscuridad
era el Mal; luego, para ayudar al Bien en su lucha contra el Mal,
había que <i>comer naranjas y otras frutas claritas</i>, y <i>evitar
las lentejas y otras frutas oscuras </i>(no los estoy palanqueando,
es cierto), entre otra sarta de imbéciles preceptos que ya se podrán
imaginar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">San
Agustín pasó no menos que nueve años en el interior de esta secta
de charlatanes, hasta que finalmente se convenció a tal punto de la
“inexactitud” (por no decir ESTUPIDEZ) de sus doctrinas, que los
abandonó. Pero, como hombre de letras y filósofo de corazón que
era, no podía irse sin un buen motivo, y ése fue -básicamente-
éste: si Dios es todo lo que los cristianos creen de él, entonces
no puede haber una pugna entre el Bien y el Mal, porque el Mal sería
completamente estéril y su batalla ya estaría de antemano perdida;
porque si el Mal tiene posibilidades de ganar, luego el Dios Bueno no
es omnipotente, y si no tiene posibilidades de ganar, entonces no hay
nada que justifique su presencia: es inútil.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Pero
Agustín necesita, de todas formas, hacerse cargo del problema del
Mal. Un resumen aforístico de su conclusión sería: El Bien existe,
y el Mal no es sino la sombra, el error o la ausencia de él, en
algún grado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">La
diferencia entre los sistemas maniqueo y agustiniano, es que en este
último no hay dualismo, sino monismo: el Sumo Bien, que es Dios, ha
creado a todas las cosas <i>buenas</i>, y cada una de ellas es más o
menos <i>buena</i> que otras sólo en términos relativos.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Hagamos,
pues, otro tanto; si la noción de Clases Sociales nos causa
problemas -o nos lleva, década tras década, a ellos-, deshagámonos
de ella. La solución puede hacerse (y con esto no estoy queriendo
decir que los marxistas sean maniqueos, aunque quizás en un sentido
muy especial sí lo esté pensando) en el mismo sentido que la hace
San Agustín: No existen las Clases Sociales, sino LA Clase Social.
“Lo” Social.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Como
bien decía la abuelita de Sancho Panza, hay sólo dos tipos de
personas en este mundo, que son: el tener, y el no-tener. Y ellos en
realidad son sólo uno: el tener, que puede ser en mayor o en menor
grado.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Si
sólo hay una Clase Social, y toda distinción realizada mediante su
auxilio es “relativa”, ¿nos sirve de algo en el diagnóstico? Yo
creo que no...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">¿De
dónde hemos de retomar el Problema Social entonces? No de lo
económico, es decir, de lo materialista-histórico, de lo clasista.
Si vamos a entender la Sociedad primero tendremos que abandonar la
antigua creencia en las Clases Sociales y la consiguiente Lucha por
su síntesis dialéctica, es decir, hemos de suprimir el mito de
Robin Hood; superar, en definitiva, la esperanza de conseguir la
<i>mejor</i> sociedad <i>mediante</i> la repartición equitativa de
las riquezas. Nótese el uso de cursiva.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">El
concepto de <i>focalización</i> lo aprendí en clases con mi maestro
Riveros. No recuerdo en este momento de quién lo tomó él, -en ese
tiempo lo sabía- pero alude principalmente a lo siguiente: los
individuos <i>significan</i> su ciudad en función de la <i>atención
</i>que fijan en tales o cuales elementos de ella; igual como un
lente de cámara es capaz de enfocar más tales elementos o tales
otros, de manera que de una misma habitación salgan varias
fotografías diferentes, los ciudadanos ven sus espacios comunes de
maneras diversas, por poner el ejemplo más burdo, un mismo barrio
puede ser acogedor para unos y peligroso para otros, porque lo que
para los primeros es “normal”, para los segundos puede ser una
<i>imagen</i> de la mayor importancia (por ejemplo, un hombre
durmiendo en un umbral).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Lo
crucial de todo esto -y que fue el corazón de la conclusión final
de mi investigación con maese Pablo, dicho sea de paso- es que la
teoría de la <i>focalización</i>, entre otras, lleva a la siguiente
conclusión: no existe tal cosa como “la” ciudad, sino que
estamos hablando de <i>muchas</i> ciudades distintas (no en sentido
figurado, sino en un sentido concreto y real) que se configuran en
torno a los mismos espacios; igual como en los juegos ópticos de la
Gestalt algunos ven dos rostros mirándose y otros ven una copa,
siendo que la imagen es una y la misma. La condición psicológica,
cultural del individuo determina la ciudad de la que él participa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Digámoslo
de una vez: No existe <i>una </i>Sociedad dividida en <i>dos grandes</i>
Clases Sociales; sino que existe <i>una</i> Clase Social, dividida en
<i>múltiples</i> Sociedades. Cada una de ellas, es una cultura, es
un tipo de ropa, un tipo de música, de comida, de forma de peinarse,
de hablar, de considerar bello o feo a otra persona, de caer bien o
caer mal; es una Nación, conformada de individuos, con espacios
comunes e historia común.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Desde
la ubicación de esta nueva distinción introduzco el concepto de
“frontera gestáltica” para caracterizar el problema social en
los nuevos términos, y ofrecer un nuevo y mejorado concepto de
Lucha.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">¿Qué
es la “frontera gestáltica”? Imaginemos que en presencia del
dibujo de la copa-caras, la persona que ve los rostros de perfil <i>no
sea capaz</i> de ver la copa, y a su vez quien ve la copa <i>no sea
capaz</i> de ver los rostros. ¿Cómo podrán ellos ponerse de
acuerdo en torno a lo que decir sobre la imagen que tienen delante?
Será difícil incluso intentar ponerle un nombre. Con suerte
llegarán a palabras ambiguas y fantasmagóricas como “La Imagen”,
o “Lo dado”, y sobre ella no podrán ni siquiera decir que “es
negra” o “es blanca”. Bueno, en la sociedad ocurre, a mi
parecer, de manera más o menos similar: cada hombre <i>no es capaz</i>
de ver la ciudad del otro, salvo que le sea un <i>conciudadano
cultural</i>. La “frontera gestáltica” es, a simple vista,
<i>insuperable</i>. Los buenos de unos son los malos de otros, los
delincuentes de estos son los héroes de aquellos. Aquí veo
vandalismo, aquí veo arte. Aquí veo un amigable espacio público,
aquí veo hostilidad clasista. Aquí veo integración, aquí veo
centralismo. Una y la misma cara de la moneda muestra a la vez cara y
cruz, dependiendo de quién la mire.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">El
intento por estudiar de manera general la Sociedad, ha llevado a
tener que ponerle nombre a “lo común”, y se ha llegado por esas
vías a teorizar en torno a conceptos tan ambiguos y fantasmagóricos
como “El Pueblo” o su “Dignidad”. La noción de Clases
Sociales no es sino el fruto muerto de uno de estos infértiles
intentos, y representa por tanto la putrefacción de “La Lucha”
que se basa en ella.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Por
lo tanto, superar la Lucha implica superar el Clasismo. Él no debe
ser visto como el origen del malestar de la Sociedad, todo lo
contrario, él es la consecuencia. El verdadero malestar consiste en
intentar ponernos de acuerdo en torno a algo que no nos es común,
esto es, la <i>cosa-en-sí social</i>, y por lo tanto la solución no
es <i>hacer algo para mejorar la sociedad</i> sino <i>buscar la
manera de comunicarnos más allá de la frontera gestáltica. </i>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Porque
hay algo que a pesar de todo este análisis no podemos dejar de
concederle al anterior: que hay quienes detentan poder, que existe la
posibilidad material de solucionar los problemas, de aliviar el dolor
de las personas, y que debemos hacer algo por que ese poder sea
redirigido. ¡Pero! No en <i>tal</i> o <i>cual</i> dirección;
cualquier propuesta que se haga por esta vía resultará igual de
hegemónica. Lo que debemos hacer es intentar <i>comprender</i> la
ciudad que ve el que tiene el poder, y buscar la manera de
<i>entendernos </i>con él/ellos.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">La
Comunicación <i>entre</i> las ciudades representa por tanto el más
difícil y osado desafío del “nuevo” activismo social; él ya ha
comenzado a moverse, tal vez no con los mismos conceptos que usé yo
aquí, pero indudablemente que partiendo de una intuición general.
La nueva Lucha ya no es por tanto una “Lucha”, más bien un
“Diálogo”, un trabajo que tiene más de diplomacia que de
militarismo. El Encapuchado que derriba un semáforo está queriendo
<i>decir algo</i>; y el Senador que se sube el sueldo sin hacer otro
tanto con el sueldo mínimo está queriendo decir <i>otra cosa</i>.
No sabemos -o no tenemos clara certeza- de qué dice cada uno;
nuestra misión debe ser la de <i>traducir</i>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">En
poder de la comunicación, ya nada importa la “Clase”, la
“condición económica”, el grado de “tener”; la Sociedad
podrá orientar sus esfuerzos a <i>responderle</i> a sus miembros, no
a <i>castigar o servir</i>, como ha hecho o ha procurado hacer hasta
ahora. De partida, nada importan las pretendidas “clases sociales”
en la configuración de la ciudad gestáltica: una y la misma plaza
puede ser compartida <i>en el mismo sentido</i> por dos peatones que
se encuentran en ella, <i>indiferente de cuántos autos tiene cada
uno en su casa</i>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">El
advenimiento de este cambio de paradigma (que no estoy ni
profetizando ni promulgando, sólo ilustrando) hará desaparecer el
<i>argumentum ad hominem</i> de nuestras contertulias políticas y
sociales; y será el primer y mejor síntoma de mejora en el cuerpo
enfermo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Ahora,
hay que ver que el panorama original de mi ensayo anterior (<i><a href="http://lagranjadelmago.blogspot.com/2011/11/una-critica-la-critica-social.html">Una Crítica a la Crítica Social</a></i>) cambia radicalmente con este otro.
Allí el papel del Espectador en conciencia era el de <i>retroalimentar</i>
al activista, cumplía la función crítica de redirigir
objetivamente sus esfuerzos. Este nuevo programa social basado en la
comunicación pone el modelo anterior patas arriba: el protagonista
es esencialmente el Espectador en conciencia, es decir, aquel que hace
el esfuerzo de entablar puentes entre las diferentes ciudades (nótese
que fragantemente me he deshecho de la imagen del que “mira las
cosas desde un plano más elevado”, y esto es, sinceramente,
influencia de Popper), mientras que el activista de <i>facti</i> es
quien le retroalimenta, es decir, quien en la cancha prueba las
traducciones y ve si hay o no resultados como los esperados.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Si
<i>vivir la ciudad</i> es un acto subjetivo, entonces <i>cambiar la
ciudad</i> debe también serlo. Nuestra objetividad no debe ser sino
la manera de ponernos de acuerdo, y no adscribir a algún tipo de
materialismo o dialéctica que nos haga caer en el mismo error de los
maniqueos: creer ver la esencia de las cosas visibles en las mismas
apariencias visibles, y generalizar así lo que no-debe-ser-generalizado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">(Espero
que esta exposición sea lo suficientemente clara y profunda para
provocarles las merecidas reflexiones. Si desearan que hiciera una exposición más detallada u ordenada, o si quieren que profundice más algunos temas, los invito a abrir las discusiones aquí o en el grupo de Facebook).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">NOTA:
No dudo que se debe haber escrito sobre este tema en concreto
anteriormente, pero no he leído nada al respecto. Si alguien supiera
de alguna obra que presente ideas similares a las mías, le
agradecería que me lo hiciera saber.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-25627130542857385642012-06-08T00:24:00.000-04:002014-10-18T13:02:44.027-03:00Breve soliloquio sobre la libertad<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Es fácil
defender la libertad de expresión cuando uno cree tener la razón y
le censuran. Dijo Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices;
pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarte”. La
pregunta de esta noche: ¿Es la responsabilidad ante los principios
en los que creemos una forma de legitimarlos ante los demás?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Esta vez no
vamos a hablar en tercera persona sino en primera; porque no soy un
dogmático de la moral (y por eso mismo se me ha llamado antes
“amoral”) y soy consecuente con lo que pienso, así que todo lo
que escribiré lo haré desde mi persona, y que a cada uno le caiga
como le venga en gana. Espero, sin embargo, motivar en quienes
comparten uno o varios puntos en común conmigo una reflexión en
torno al tema que nos reúne.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Por motivos
personales y vivencias archi-requete-contra-conocidas soy un
defensor, racional y consciente, de la libertad de expresión. Pienso
que, más allá de lo que tal-cosa-como-la-realidad sea, y más allá
de las fingidas muletillas del “bien” y el “mal” con las que
se juzgan nuestras acciones, todos somos dueños de nuestra propia
experiencia, testigos de nuestras memorias y fieles servidores de
nuestras decisiones. Más allá de los motivos que tienen los demás
para defender y justificar aquello que han hecho y aquello que con su
testimonio avalan, todos tienen, si no el derecho, al menos la
posibilidad de darlo a conocer al resto. Pienso que la libertad de
expresión no sólo es una piedra angular en la sociedad sino además
una condición de posibilidad de la misma; escuchar al otro es
entender su subjetividad, participar de él, permitir la comunión
con él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Amo la
libertad y persigo la libertad; me intriga la libertad, me invita a
descubrirla, y los que sigan con frecuencia mis ensayos tendrán más
o menos en mente lo que yo entiendo por esta palabra: la capacidad,
nunca total, pero siempre anhelada, de poder abarcar en el
pensamiento toda la realidad, con todas sus aristas, con todos sus
matices, desde todos sus puntos de vista. Las ideas no muerden; ése
es, para mí, un principio y un motor de la razón.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Creo que el
hombre que aspira con verdadero anhelo esa libertad no puede sino ser
consecuente con ella misma; porque aceptar dogmáticamente una
postura, permitir irracionalmente una prohibición en el alma, es
negar la libertad de probar aquello que se prohíbe. Yo creo en la
libertad y soy consecuente con ella.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Porque creo
en la libertad y soy consecuente con ella, creo que la moral, y de
allí, toda opinión <i>debe</i> construirse: “experimenten de
todo; tomen rápidamente aquello que es bueno”. San Pablo. Creo que
toda prohibición debe ser una <i>renuncia</i>; que toda norma debe
ser una <i>elección</i>. Para que siempre sea libre.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Creo en los
sentimientos, creo en el dolor, creo en todo aquello que es
irracional; creo que ello me conduce por la vida y me trae cada
peligro, cada desafío que deba superar. Pero niego el principio de
inducción, porque él no tiene sentido; lo que yo siento no tienen
por qué sentirlo los demás, lo que a mí me pasa no tiene por qué
pasarle al resto. <i>Lo que yo creo no tienen por qué creerlo los
demás</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Desde
este punto de vista, el otro es una cosa distinta a lo acostumbrado,
pero a la vez, fascinante; ya no se trata de encontrarse con el otro
en aquello que nos parecemos, sino en descubrirlo a través de las
diferencias. ¿Y por qué esto? Porque es la única manera de seguir
siendo consecuente con la libertad en la que creo; descubrir la
realidad tal cual ella sea -o lo más posible-, implica conocer al
otro en tanto él es <i>distinto de mí</i>:
ya que cree cosas diferentes, defiende cosas diferentes, y lucha por
causas diferentes también.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Porque
conocer al otro y entender al otro es para mí un medio de practicar
y ser consecuente con mi libertad, es que defiendo y protejo el
derecho del otro de expresarse con libertad; porque de esa manera soy
capaz de acercarme a él, de fabricar con él un espacio en común, y
darle otra vuelta a la realidad para entenderla, racionalmente, más
allá de como mis emociones la entienden; es decir, como un objeto de
deseo o de desprecio. Más allá del amor y del odio está la razón.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La
super-libertad es un estado nunca-totalmente-adquirido en el cual uno
se posa por encima de toda contingencia, por encima de toda
causalidad y más allá de todo ideal y de toda ideología. Es la
posición, privilegiada o no, del hombre que no vino a las olimpiadas
por el oro y la gloria, o por vender y comprar, sino para mirar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La
super-libertad no es moral, sino pre-moral; ella determina no la
conducta, sino la disposición con la cual uno determina la conducta;
que yo crea en la libertad y sea consecuente con ella no significa
que “ponga mi otra mejilla”, o esté dispuesto a aceptar el
atropello o renuncie a toda discusión; todo lo contrario, es la
moral que la creencia en la libertad permite construir lo que nos
permite además detectar a nuestros enemigos, e identificar a
nuestros amigos. Y es además ella la que construye finalmente la
forma de aceptar todo deseo, y todo rechazo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Dijo
Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices; pero daría mi
vida por defender tu derecho a expresarte”, y también ridiculizó
a los humanistas de su tiempo -a sus contemporáneos y cofrades del
pensamiento- diciendo: “Que viva la libertad de expresión y que
muera el que piense diferente”. Éstos últimos defienden la
Libertad de Expresión, pero, a mi juicio, no son consecuentes con
ella; en cambio en los primeros se muestra el pensamiento como siendo
integral -integridad no en el sentido moral sino formal: no hay
contradicción, como en el segundo caso.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">En
respuesta a la pregunta del principio, yo digo que sí: Asumir
nuestra responsabilidad -ser consecuentes, en definitiva- con los
principios en los que creemos es nuestra manera de legitimarlos ante
los demás. Pero también es una manera de legitimarlos ante nosotros
mismos. Si somos capaces de dirigir nuestra conducta, hasta donde
podemos hacerlo, para no violar aquello que <i>nosotros mismos</i>
entronizamos al centro de nuestro universo moral, entonces somos
libres, super-libres, en el sentido especial que esa palabra tiene
aquí.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Pero
la polémica no es menor; porque, como comenté al principio, es
fácil defender la libertad de expresión cuando uno cree tener la
razón, y se le censura; pero es mucho más difícil, contra
intuitivo, y conflictivo con el corazón, el defender la libertad del
otro cuando él expresa algo que a uno le molesta, o con lo que no
está de acuerdo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Siguiendo
mi propio argumento en una forma estrictamente lógica, la necesidad
de comprender al otro nos fuerza a contener el sentimiento de rechazo
y permitirle al otro expresarse; concederle la libertad de darnos a
entender cómo ve él el mundo. Pero cuando duele, cuesta.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Y
eso es todo. No diré más; Los invito a dudar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Los
invito a reflexionar.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-13368750474331510332012-05-30T23:30:00.000-04:002014-10-18T13:03:27.819-03:00En algún lugar del tiempo<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">“El Viajero
del Tiempo (que es como será conveniente llamarle)
nos exponía un
asunto para nosotros desconocido...”</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">H.G. WELLS, <i>La
máquina del tiempo</i></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¡Cosa
rara, el tiempo! Es una de esas palabras que provocan dolores de
cabeza, porque en la vida cotidiana la usamos a destajo y con
soltura, pero cuando tenemos que entrar a explicarla nos empezamos a
enredar y vemos cómo la cosa no está nada clara. Uno en general
acepta que es una forma de ordenar las cosas conforme ellas van
pasando, para poder hablar de lo <i>antes</i>, de lo <i>después</i>
y de lo <i>mientras</i>; pareciera ser un elemento del orden natural
del mundo, como la extensión de los cuerpos en el espacio -su otro
misterioso hermano.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Los
físicos tienen un montón de teorías locas sobre el tiempo,
concepciones descabelladas que nos harían volarnos la cabeza si
acaso nos acercáramos a entenderlas, y como en general considero que
estoy un poco más cerca del deschabetaje que el común de la gente
prefiero mantenerme a respetuosa distancia de esas cosas (al menos
por ahora). A pesar de que no tenemos una idea definitiva y clara de
lo que es el tiempo, todos parecemos manejarnos bastante bien con él
y <i>en él</i>; y en tanto no nos alejemos de la tierra los hermanos
gemelos envejecerán todos a la misma velocidad y así,
afortunadamente, nos veremos prevenidos de tener que estudiar
astrofísica para resolver el misterio de nuestros conflictos
existenciales.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
tiempo, ¿es algo que ocurra en nuestra mente, o en el mundo? Hay
veces en que parece ir más lento, y otras más rápido; cuando nos
entretenemos, las horas son segundos, y cuando nos aburrimos los
últimos cinco minutos para terminar la tediosa actividad pueden
convertirse en miles de días. Todo eso quizás nos lleve a creer que
el tiempo es subjetivo. Pero hay que considerar ahora que, cuando
dormimos, el viaje de la noche a la mañana parece ocurrir en un
parpadeo, y sin embargo, prendemos la radio o miramos por la ventana
y de inmediato nos damos cuenta de que las cosas allá afuera
siguieron su ritmo normal mientras nosotros dormíamos; eso lo hace
bastante objetivo...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Con
todo y la enorme confusión que parece significarnos el tiempo, es
muy curioso notar que, sea de la naturaleza que él sea, ya lo
tenemos bastante bien internalizado en la cabeza, porque somos
capaces de <i>encontrarle sentido</i> a propuestas y afirmaciones que
<i>atentan contra el curso normal del tiempo.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ya
bastantes problemas tenemos con el tener que entender qué diablos es
el tiempo; más encima, vienen algunos macabros escritores y
directores de cine a mostrarnos representaciones de los <i>viajes</i>
en el tiempo, ¡Como si acaso fuera posible viajar en el tiempo!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
bueno, a ver; ¿son posibles los viajes en el tiempo? Yo digo que sí.
Y mis motivos para hacerlo son bien simples: cuando vemos o leemos
una historia acerca de un viaje en el tiempo, podemos juzgarlo con el
escrutinio de la razón <i>más allá de pedirle las especificaciones
técnicas a la máquina del tiempo</i> y preocuparnos sólo de
considerar los efectos y resultados de ese <i>viaje</i>. Dicho de
otra forma: El sentido común es capaz de aceptar que sean posibles
los viajes en el tiempo, más allá de preguntarse <i>cómo</i> de
hecho ellos puedan realizarse.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
viene ahora una cuestión interesante; decíamos hace un rato que
quizás de las muchas disquisiciones que uno puede hacer sobre la
naturaleza del tiempo, las dos más importantes (excluyendo la de los
físicos) son sin lugar a dudas las respuestas ontológicas (“oh,
mírenme, estudio filosofía y uso la palabra 'ontológica' ”) a la
pregunta por el tiempo: esto es, si él depende de nuestra
percepción, o es <i>algo</i> que anda dando vueltas allá afuera, en
el mundo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Y
por qué es importante? Se preguntarán. Porque, ni más ni menos, es
nuestra forma de considerar el tiempo lo que hace que nos <i>haga
sentido</i> una u otra versión de los viajes en el tiempo, porque en
general las películas que vemos y los libros que leemos adscriben a
una o a otra dependiendo de -probablemente- la forma en que su autor
conciba el tiempo. Y mi esfuerzo en esta ocasión para todos ustedes
mis queridos atentos es mostrarles cómo estas formas son sólo dos
salidas en calidad idénticas para salvar el problema y NO HAY -como
se suele creer- una correcta y otra incorrecta (o probablemente lo
haya pero nada pone más manzanitas al lado de allá que al de acá
de esta balanza).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ejemplos
de viajes sobre un tiempo <i>objetivo </i>(el tiempo existe en el
mundo, indiferente del sujeto): <i>12 monos</i>, <i>Futurama</i>,
<i>Harry Potter y el prisionero de Azkaban</i>, etc.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ejemplos
de viajes sobre un tiempo <i>subjetivo</i> (el tiempo existe en la
mente del individuo): <i>Volver al futuro, Efecto mariposa </i>(la
película), etc.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ahora
procederé (léase en tono de profesor de anatomía dirigiendo una
cirugía con estudiantes de medicina presentes) a hacer mi hermosa
formalización comparativa que me pasé una semana diseñando:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
un mundo donde no ocurren viajes en el tiempo, el “tiempo del
mundo” [t(m)] es igual al tiempo de cada uno de sus individuos
[t(i)]. Esto lo podemos representar de la siguiente manera:
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(m) |---------------------------------------------------------------------------------------></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(i) |---------------------------------------------------------------------------------------></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ahora
bien, consideremos primero un mundo posible en el que ocurre un viaje
en el tiempo y el tiempo es <i>subjetivo</i> (usaré de ejemplo la
película <i>volver al futuro</i>). El tiempo de Marty McFly -o “El
Viajero del Tiempo”, v, que es como será conveniente llamarle- es
por lo tanto independiente del tiempo del mundo; pero ambos tiempos
están relacionados; ergo, <i>el tiempo del mundo dependerá del
tiempo del viajero.</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Quizás
sea más claro (o quizás no. No me importa) en la gráfica:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(m) |1920---1930---1940---1950---1960---1970---1980----1990---></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(v) |-----------------------------------------0-------10------17-----------></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">De
acuerdo con la Wikipedia y su fuente infinita de conocimiento, el
viajero del tiempo nació en t(m)=1968 (esto significa: el año 1968
del tiempo del mundo). Por lo tanto, cumple diez años en t(m)=1978 y
diecisiete en t(m)=1985. Pero veamos lo que va a ocurrir a
continuación...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
25 de octubre de 1985 el viajero, a bordo de un <i>De Lorean DMC-12
</i>modificado para poder hacer viajes en el tiempo (debe haber
perdido la garantía de fábrica tras esos ajustes...) sale disparado
hasta el 5 de noviembre de 1955. Realiza cambios sustanciales en su
propio pasado y luego, el 12 de noviembre, <i>vuelve </i>al 25 de
octubre de 1985 y descubre que su mundo ha sufrido los cambios del
“efecto mariposa” que produjeron sus propias modificaciones al
pasado.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
Viajero en este caso <i>es capaz de comparar el mundo antes del viaje
y después del viaje</i>, por lo tanto, SU tiempo, es decir, el
tiempo que corre en su mente, no ha perdido linealidad; él puede
hablar del “primer” 1985 y del “segundo” y recordar ambos.
Pero el tiempo del mundo ha sufrido modificaciones sustanciales.
¿Confuso? ¡A la bati-gráfica!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(v) |0------------------10-----------viaje----------------viaje--------------------></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(m) |1968-------------1978---------25/10/1985...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(m') …|25/10/1955-------12/11/1955...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(m'') ...|12/11/1985-----------></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Como
la gráfica intenta explicar (en mi cuaderno se ve infinitamente más
lindo y ordenado), las acciones del viajero del tiempo modifican el
tiempo del mundo; dicho de otra forma, abren nuevos mundos posibles
que son como <i>copy-paste</i> del mundo inmediatamente anterior,
pero recortado hasta la fecha hacia la que viaja nuestro amigo. Así,
donde se inicia t(m') dicho “mundo <i>prima</i>” es en todo igual
al mundo m, desde el big bang hasta el veinticinco de octubre de
1955, fecha hacia la cual el viajero ha “saltado”, por así
decirlo, desde el 25/10/1985 del t(m) original. Luego de hacer
cambios, el viajero vuelve a “saltar” desde el 12/11/1955 hacia
un mundo <i>prima-prima</i>, que es un mundo posible en todo idéntico
al mundo <i>prima </i>desde el big bang hasta el doce de noviembre de
1985.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Es
claro que el mundo m y el mundo m'' no son el mismo mundo; porque en
uno el viajero tiene un padre pusilánime y patético y en el otro
tiene a un exitoso y sexy hombre de negocios, por ejemplo. Y es claro
que los mundos m' y m'' no son idénticos, puesto que si fueran
iguales sus tiempos serían iguales, y si lo fueran, el viajero
tendría que haber esperado los treinta años para llegar al
12/11/1985... ¿se capta la idea?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ahora
hay que notar algo interesante; el viajero ha pasado del t(m) al
t(m'') pasando por el t(m'), que fueron sus semanas en el mundo de
juventud de sus padres (tal como había sido en el mundo del que él
venía, es decir, sin las intervenciones que él haría). Pero cuando
vuelve al mundo m'', su gente lo recuerda; todo parece haber
transcurrido de la misma forma como ocurrió en el mundo m, sólo que
con las modificaciones específicas que él realizó; por lo tanto,
diremos que la coherencia de este mundo es <i>discreta. </i>(A
diferencia de la película <i>efecto mariposa</i> por ejemplo, donde
la coherencia es <i>continua</i>,<i> </i>y justamente se juega con
las enormes consecuencias que tiene en el futuro el cambio en el
pasado (por lo que tengo entendido, porque no he visto la película
entera)).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ahora
pasemos al análisis de los viajes en tiempos <i>objetivos</i>. Estos
son sin lugar a dudas los más rompecabezas (no en el sentido de
puzzle sino en el otro sentido, el literal) y por lo tanto los más
entretenidos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Mi
ejemplo paradigmático será <i>Futurama</i>. En el episodio 3ACV19
(una vez más, Wikipedia) la tripulación de <i>Planet Express</i>
viaja al pasado por error (año 1947) y Fry, luego de varios ires y
venires, termina acostándose con su abuela y así se descubre a sí
mismo como siendo <i>su propio abuelo</i>. (Esta es una
ridiculización de la “paradoja del abuelo”, un argumento <i>contra</i>
los viajes en el tiempo, pero saltémonos eso por ahora...)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pasemos
al estudio de la gráfica:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(m) |1947--------------1974-------2000-----------------3000------------------?---??---></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(v) …|Nace
v----v viaja en el tiempo...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(v') ...|v'
descongelado---v' al pasado...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(v'') |v''
se acuesta con su abuela y vuelve a viajar en el tiempo...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">t(v''') ...|v'''
y así...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">(<i>recuérdese
que v es el viajero del tiempo</i>)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Esta
vez la gráfica es totalmente distinta; si en la primera era el mundo
el que iba cambiando, en la segunda el mundo permanece siempre igual,
y el tiempo del mundo lo que hace es establecer la conexión entre
diferentes viajeros que van ocurriendo en tiempos diferentes; el
primer viajero v no sabe (aún no ha ocurrido para él) que él es su
propio abuelo; pero en el tiempo del mundo <i>ya ha ocurrido</i>. Si
antes el <i>copy-paste</i> era de un mundo posible a otro, aquí es
la línea de vida de un individuo que fue sólo cortada, diseminada
por encima del t(m) y pegada en diferentes puntos, y lo que respeta
la secuencia entre cada pedazo son los viajes en el tiempo que van
juntando t(v) con t(v'), t(v') con t(v'') y así sucesivamente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Las
consecuencias de este análisis son mucho más poderosas de lo que
parecen; En la paradoja del abuelo que mencioné más arriba, se dice
que uno no puede volver al pasado y matar a su propio abuelo, porque
eso me impediría nacer y abriría un bucle infinito de
contradicciones. Pero es que eso no puede pasar en el tiempo
<i>objetivo</i>, pero sí en el <i>subjetivo</i>; si un viajero del
tiempo vuelve al pasado y mata a su abuelo, luego al volver al futuro
aparece en un mundo donde él no nació, pero el mundo posible en el
que se encuentra no afecta en forma alguna el mundo del que él viene
originalmente, que es donde él nació y es causa suficiente para su
propia existencia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
el mundo con tiempo <i>subjetivo</i> el viajero es libre; puede ir y
venir de mundo en mundo (de tiempo en tiempo) haciendo cambios a
voluntad. En cambio en el mundo con tiempo <i>objetivo</i> el viajero
no es libre; sus viajes en el tiempo son una necesidad para la
coherencia interna del mundo, que es el único mundo posible.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
general, la gente que rechaza la posibilidad de los viajes en el
tiempo porque 1) se pueden provocar paradojas y 2) implican aceptar
la predestinación, están pensando en términos de un tiempo
<i>objetivo</i> (Es interesante notar que en <i>Volver al futuro</i>
se flirtea peligrosamente con el tiempo <i>objetivo</i>, ya que
cuando el m' se aleja mucho del m Marty comienza a notar las
consecuencias de “impedir su nacimiento”, como sus mareos o la
desaparición de sus hermanos en una fotografía. Pero salvando estos
detalles la parte sustancial de la historia sobrevive a mi análisis
como tiempo <i>subjetivo</i>). Por otra parte, la gente que ve el
tiempo como un contenido subjetivo de nuestra mente acepta sin más
que uno puede ir y venir para salvarle la vida a una estrella de rock
o impedir que un episodio vergonzoso de la vida tenga lugar, para
luego retornar al presente a disfrutar las maravillas de esos
cambios. Aunque esta salida aparece como la más ingenua, ella se
sustenta en algo que no es tan ingenuo, es decir, la apreciación
subjetiva del tiempo, algo que claramente es anti-intuitivo.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Vuelvo
a remarcar que esta discusión excluye a quienes están
familiarizados con el tiempo tal como lo conciben los físicos y
astrofísicos contemporáneos (concepto de tiempo al que podríamos
llamar tiempo <i>complicado</i>, en contraposición a mis versiones
<i>objetiva</i> y <i>subjetiva</i>. Y se llama <i>complicado</i> por
las dificultades que pone para entenderlo, no por alguna otra
propiedad intrínseca de la teoría misma).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Espero
que lo hayan pasado bien leyendo mi trabajo, espero también que lo
hayan entendido; Si alguien quiere hacerme acotaciones, correcciones,
críticas o alabanzas, los invito a comentar al pie de esta nota aquí
mismo, en la granja. Si recibo -por fortuna- varias interesantes
respuestas, puedo hacer otro ensayo contestándolas.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Para
finalizar quiero referirles una anécdota divertida que me vino a la
mente mientras escribía:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Estaba
en segundo medio cuando el profesor de inglés nos pidió que en
grupos diseñáramos -durante el fin de semana- un invento que luego
tendríamos que explicar y defender ante la clase -obviamente, en
inglés (¿innovadoras prácticas pedagógicas?). Con mi amigo de
pupitre -y del alma- nos dispusimos a ponerle todo el empeño que el
ramo merecía y a tal mérito llegamos el lunes con nuestras manos
vacías. Teniendo que disertar, y como yo en esos años era un poco
más payaso que ahora, nos paramos delante de la clase y en esa
pronunciación poco elegante del chileno cuando habla inglés
expliqué al auditorio que con Carlos habíamos inventado “The
ultimate time machine”; que nos habíamos pasado todo el fin de
semana construyendo nuestro invento, pero que cuando lo terminamos
quisimos probarlo y lo enviamos veinte años al futuro... Por lo que
no habíamos traído el proyecto a la clase porque todavía quedaba
su resto para poder recuperarlo. ¡Jojo!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Que
tengan una linda semana.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-86222054100385250752012-05-09T00:00:00.002-04:002014-10-18T13:03:59.936-03:00InZania (ó el Nuevo Mundo Feliz)<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En
<i>The Truman Show</i> (esa espectacular película interpretada por
Jim Carrey y dirigida por Peter Weir) vemos una curiosa entrevista al
genio creador y director de la utópica y diabólica Seahaven en la
que vive Truman:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">ENTREVISTADOR:
“¿Por qué cree que Truman nunca acierta a descubrir la verdadera
naturaleza de su mundo?”</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">CHRISTOF:
“Aceptamos la realidad del mundo que nos es presentada”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¿Por
qué Christof, si sabía que Truman “aceptaría la realidad del
mundo” que él le presentara, lo pone en una grotesca variante del
mundo real?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
pregunta surge de nuestro propio mundo: los <i>reality shows </i>más
exitosos suelen ser aquellos en los que los participantes son
llevados a condiciones extremas o fantásticas; significan una forma
de evasión para el espectador. Pero no es cierto que la propia
película no entregue una respuesta: “Ya nos hemos cansado de ver a
actores que nos transmiten emociones falsas, estamos cansados de
fuegos artificiales y efectos especiales. Si bien el mundo en que
habita Truman es falso, él no tiene nada de falso. Ni guiones, ni
apuntes. No siempre es Shakespeare, pero es auténtico. De esta
manera <i>se sustenta todo un canal</i>”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¡Curiosa
paradoja! Sólo en la más grande mentira es posible mostrar al
hombre más puramente auténtico, más puramente real. Christof
afirma que “No sólo nos proporciona un vislumbre de la verdad,
sino un vislumbre de nosotros mismos”. El mundo que vive Truman es
un <i>brave new world</i>; cuando ya está a punto de salir, el
creador de Seahaven intenta todavía convencerlo: “Truman, no
existe más verdad ahí afuera que en el mundo que creé para tí.
Las mismas mentiras y engaños. Pero en mi mundo no tendrás nada que
temer”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero
volvamos un poco atrás, a una frase que destaqué en el párrafo de
más arriba. “De esta manera <i>se sustenta todo un canal</i>”. Y
un poco más adelante: “...como el programa se emite durante
veinticuatro horas al día sin cortes publicitarios, todos sus
asombrosos beneficios proceden de la publicidad indirecta”. Y
Christof responde inmediatamente después: “Sí, todo cuanto se ve
en el programa está a la venta, desde la ropa de los actores y los
productos alimenticios, a las propias casas donde viven...”</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">¡Bingo!
¿De qué otra forma podría haberse sustentado este programa, si el
mundo presentado no hubiera podido ser un descomunal mostrador? Y
ésta es, para mí, la respuesta definitiva a mi primera pregunta.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
película busca en cierta forma mostrarnos a un Christof que es algo
más que un titiritero o un Gran Hermano; nos conduce a creer que es
una suerte de artista con poco sentido de la ética y una idea
descomunal con mucho presupuesto disponible. Pero quitemos de en
medio a este Christof y centrémonos exclusivamente en el <i>Truman
Show</i> (“True-man Show”; “Reality Show”). ¿Cabe
preguntarse si es posible concebirlo, sin tener a la cabeza un
romántico buscador del actor sincero?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
programa genera riquezas iguales al “producto interno bruto de un
pequeño país” (algo que para cuando el guión se escribió debió
sonar espectacular, pero hoy no es ninguna maravilla considerando lo
pobres que son los pequeños países y lo ricos que son unos cuantos
zoquetes en el primer mundo); pasa publicidad todo el día, en una
vitrina cambiante que es capaz de exhibir sin conflicto todas y cada
una de las marcas de todos los rubros imaginables, desde comida
chatarra hasta soda cáustica; y lo mejor de todo: Ilustra de una
forma vívida y grotesca lo feliz que puede ser la vida en el seno de
la sociedad capitalista.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Seahaven
es un comercial de “Papel Confort” de veinticuatro horas por
trescientos sesentaicinco días del año; una pesadilla. Y sin
embargo, ¡tiene récord de audiencia! ¡La gente deja prendida la
televisión mientras Truman <i>duerme</i>! ¡Pero claro que no
necesita a Christof! ¡Cualquier canal de televisión (partiendo por
<i>Canal 13</i>) querría tener al aire semejante mina de oro!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">En mi
opinión <i>The Truman Show</i> es la crítica más hermosa y más
despiadada a la cultura (si se le puede llamar tal) televisiva de
nuestro tiempo. Es la pesadilla del mundo feliz, y no porque sólo
“finja” mostrarnos las falsas maravillas de la sociedad de
consumo, sino porque allá adentro hay un pobre weón que <i>se lo
cree</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ahora
ejercitemos un poco la imaginación y traslademos Seahaven a nuestras
ciudades, por ejemplo a Santiago de Chile, a menor escala, sin
cámaras de televisión, no como un escenario gigante sino como un
parque temático. Un parque temático donde <i>todo está a la venta</i>;
donde cada puerta, cada ventana, incluso el suelo que pisas es una
marca comercial. Donde, al igual que en el mundo de Truman, la
sociedad de consumo es perfecta: la gente trabaja feliz, no hay
sindicatos ni derechos laborales, todos reciben sueldos que pueden
invertir en consumir lo que sus vecinos y amigos venden en la puerta
del lado. Una ciudad sin barrios residenciales: todo está destinado
al trabajo, a la producción y al flujo de dinero. Y como guinda de
semejante torta: es para <i>niños</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Damas
y caballeros, este Seahaven no es sólo una elucubración macabra de
mi mente, es real, se llama <i>KidZania </i>y abre en Santiago de
Chile durante este año 2012. No en el centro, no en La Florida, sino
que en el corazón comercial de Las Condes: El parque araucano. Un
mundo a pequeña escala donde sus hijos (o los hijos de los padres
que podrán pagar la entrada) aprenderán <i>el valor del dinero y
del trabajo</i>. Desde chiquititos. Para que tengan las cosas claras
desde abajo. “Para que sepan cómo es el mundo real”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El
proyecto no es para nada nuevo; nació en México en 1999.
Curiosamente, coincide con la fecha en que el parque temático más
hermoso que ha tenido Chile, “Mundo mágico”, cerró sus puertas
para siempre. Y hoy, doce años después, ya se preparan las nuevas
minoritarias generaciones para recibir lo último en entretención
fictiva: una figuración en miniatura de cómo debe ser el mundo en
el que vivir es <i>perfecto</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Son
los mismos niños que ven <i>Disney Channel</i> y que piensan que
para ser estrella de rock no necesitas talento, ni esfuerzo; sólo
tener una buena pinta y esperar a que un productor inescrupuloso te
descubra. Los mismos niños que entrarán a estudiar a universidades
privadas porque “no se van a paro”; los mismos niños que quizás
participen de las pastorales de los colegios y vayan a hacerles casas
a los pobres porque “no tuvieron la misma suerte al nacer”. Los
mismos niños que se casarán por la Iglesia y manejarán autos
lujosos (como los que pueden manejar en KidZania) desde su casa hacia
el trabajo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Y
ante este espectáculo uno calla, ríe por lo bajo, y luego -no queda
otra cosa- reflexiona.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Durante
el régimen nacionalsocialista en Alemania existía algo llamado las
<i>Hitlerjugend</i> (<i>juventudes hitlerianas</i>); una especie de
programa para niños parecido al de los <i>scouts</i> donde los
jóvenes alemanes aprendían los valores del liderazgo y la
camaradería, el goce de la vida al aire libre, la disciplina y la
obediencia, y los principios morales del pensamiento nacionalista.
Algo parecido vemos en 1984 de Orwell, donde los niños eran
adiestrados en el amor al Gran Hermano y así el Estado se
proporcionaba una manera de vigilar a sus ciudadanos desde su propia
casa.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La
<i>Hitlerjugend</i> era maravillosa; los niños pasaban tiempo de
calidad en la montaña y hacían grandes amistades. En KidZania pasa
algo similar, sólo que está en la falda de una montaña y debajo de
un galpón.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Se
podría argumentar: “Las Hitlerjugend enviaron a niños a una
muerte segura al frente; y les enseñaron cosas execrables para la
moral cristiana y civilizada del mundo libre, tales como el racismo y
la violencia”. Yo respondo: “No lo matará a él, pero disparar y
acaparar riqueza son sólo dos maneras diferentes -una más directa
que la otra- de matar al prójimo. Y si hablamos de racismo, y si
hablamos de violencia, no darle la mano al empleado o no darle
trabajo al chico de pelo largo son, de ellos, las formas más
despiadadas que conozco”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Donde
ellos ven -o quieren ver- líderes emprendedores, yo veo futuros
ricos despiadados e inescrupulosos. Viejos de mierda de esos que no
necesitamos más en este país, los unos ocupando cargos políticos,
los otros ganando plata en lo alto de una oficina con vista a la
cordillera.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Y sin
embargo, quiero creer que no es intencional; quiero creer que en
estos doce años nadie se ha dado cuenta de lo que KidZania
significa; quiero creer que no es cierto que esto está hecho y
pensado en vistas a lo único que veo cuando observo lo que KidZania
significa, y que aquí denuncio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Quiero
creer que esto es una consecuencia histórica, es sólo un síntoma
más de la enfermedad social que asola a Chile y que se llama
Liberalismo; quiero creer que el mercado hizo su elección ciega, que
todo esto es sólo la consecuencia lógica del mismo proceso que
lleva a los hombres de negocios a decir que “este podría ser uno
de los mejores países del mundo”. Quiero creer que en sus pequeños
y limitados cerebros existe la ingenua y ridícula convicción de que
KidZania es un <i>inocente parque de diversiones</i>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Es
curioso notar que los Kidzos (el dinero que se maneja al interior de
KidZania, similar a la plata de papel que viene con los <i>monopoly</i>)
traen impresos los “derechos del niño”. Pues bien, aquí les dejo uno que se les quedó en el tintero: Dejen que los niños sueñen. ¡NO! Con ser doctor
o policía. ¡Maldición, de esos ya tenemos tantos! No; permitan que
nuestros niños sueñen con mundos hermosos, con mundos llenos de
magia, con mundos llenos de seres fabulosos y piratas del espacio
exterior. En las grandes epopeyas están los grandes arquetipos. Que
nuestros hijos lean a Tolkien, lean a Dahl, que vean películas
llenas de colores y carentes de significado para que descubran ese
mundo “muy complejo” que está en su imaginación.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Una
persona que no conoce la poesía, que no vive la creatividad, es un
muerto. Se mueve, come, se ríe, pero vuelve a la tumba igual como
salió de la vagina de su madre. En el arte está la verdadera vida,
en la libertad de conciencia está la verdadera libertad; más allá
del capitalismo, más allá de la democracia, hay un mundo encima y
alrededor del mundo al cual es posible llegar escapando de éste.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Nadie
puede decirse a sí mismo “he crecido” sin leer a Hesse o ver La
Guerra de las Galaxias. De igual forma, uno de mis más influyentes
mentores me dijo una vez que no se puede salir a la calle sin haber
visto <i>Digimon</i> o <i>Terminator</i>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si
quiere entretener a su hijo o hija el fin de semana, no lo lleve a
KidZania; siéntense juntos a ver una película (le recomiendo <i>mi
vecino Totoro</i>, o <i>El Castillo ambulante, </i>ambas de Ayao
Miyasaki<i>).</i> Si no puede llevarlo a KidZania por distancia o
dinero, o si no tiene plata para comprar o descargar una película,
consígale un libro (le recomiendo los <i>Harry Potter</i>, fáciles
de conseguir fotocopiados en buena calidad). O por último salga con
él a chutear la pelota. Y si no quiere o no puede pasar tiempo con
él, llévelo a <i>Scout</i>; tiene todos los beneficios de la
<i>Hitlerjugend</i>, pero sin el adoctrinamiento ideológico.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">No
dejemos que muera la magia, que muera la fantasía en la infancia. No
llevemos a nuestros niños a probar “un poco de lo que les espera
cuando grandes”. No tratemos de hacerles creer que podría ser
entretenido. Dejemos que abran la puerta, que crucen el cielo. No los
entreguemos al Christof de manos invisibles, líder emprendedor,
caníbal y asexuado, que busca hacerles creer que el sentido de la
vida es tener plata para poder pagarse una buena tumba.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">“–
<i>Sí, Bigelow, uno de aquéllos. Allí ardieron Poe y Lovecraft y
Hawthorne y
Ambrose Bierce, y todos los cuentos de miedo, de
fantasía y de horror, y con ellos
los cuentos del futuro.
Implacablemente. Se dictó una ley. Oh, no era casi nada al
principio. Mil novecientos cincuenta y mil novecientos sesenta.
Primero censuraron
las revistas de historietas, las novelas
policiales, y por supuesto, las películas,
siempre en nombre de
algo distinto: las pasiones políticas, los prejuicios religiosos,
los intereses profesionales. </i><i><b>Siempre había una minoría
que tenía miedo de algo, y
una gran mayoría que tenía miedo de la
oscuridad, miedo del futuro, miedo del
presente, miedo de ellos
mismos y de las sombras de ellos mismos</b></i><i>.
</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">– <i>Ya.
</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">– <i>Tenían miedo de
la palabra “política”, que entre los elementos más
reaccionarios
acabó por ser sinónimo de comunismo, de modo que
pronunciar esa palabra
podía costarle a uno la vida. Y apretando un
tornillo aquí y una tuerca allá,
presionando, sacudiendo,
tironeando, el arte y la literatura fueron muy pronto
como una gran
pasta de caramelo, retorcida y aplastada, sin consistencia y sin
sabor. Poco después las cámaras cinematográficas se detuvieron,
los teatros
quedaron a oscuras, y de las imprentas que antes
inundaban el mundo con un
Niágara de material de lectura, brotó
una materia inofensiva e insípida, como de
un cuentagotas. ¡Oh,
hasta el “entretenimiento” era extremista, se lo aseguro!
</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">– <i>¿De veras?
</i></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">–
<i>Así es. </i><i><b>El hombre, decían, ha de afrontar la realidad.</b></i><i>
</i><i><b>¡Ha de afrontar el Aquí y el
Ahora! Todo lo demás tiene
que desaparecer. ¡Las hermosas mentiras literarias,
las ilusiones
de la fantasía, han de ser derribadas en pleno vuelo! Y las
alinearon
contra la pared de una biblioteca un domingo por la
mañana, hace treinta años.
Alinearon a Santa Claus, y al jinete
sin Cabeza, y a Blanca Nieves y Pulgarcito, y a
Mi Madre la Oca....
Oh, ¡qué lamentos!, y quemaron los castillos de papel y los
sapos
encantados y a los viejos reyes, y a todos los que “fueron felices
por siempre”, pues estaba demostrado que nadie fue feliz por
siempre, y el “había una
vez” se convirtió en “no hay más”.
Y las cenizas del fantasma Rickshaw se
confundieron con los
escombros del país de Oz, e hicieron unos paquetes con los
huesos
de Ozma y Glinda la Buena, y destrozaron a Polícromo en un
espectroscopío y sirvieron a Jack Cabeza de Calabaza con un poco de
merengue
en el baile de los biólogos. La Bella Durmiente despertó
con el beso de un hombre
de ciencia y expiró con el fatal pinchazo
de su jeringa. Hicieron que Alicia bebiera
algo de una botella que
la devolvió a un tamaño donde no podía seguir gritando
“más
curioso y más curioso” y rompieron el Espejo de un martillazo y
acabaron
con el Rey Rojo y la Ostra</b></i><i>.
</i>”</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Ray Bradbury, CRÓNICAS MARCIANAS. Abril de 2005: Usher II.</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">(las negritas son mías)</span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti
Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">PS: Espero que disculpen lo elevado del tono en algunos pasajes, pero
he de reconocer que estas cosas francamente me sacan de quicio.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-3528506216359243582012-04-11T23:59:00.003-03:002014-10-18T13:04:30.597-03:00Panegírico de las Fuerzas del Mal<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El parlamentario odia a su pueblo. La “clase política”, si tal cosa existe, odia a todos y cada uno de los ciudadanos que dice representar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El fracaso de la democracia se origina en el pensamiento ingenuo de esperar que un sentimiento altruista y desinteresado mueva al hombre hacia el “servicio público” (¡Servicio!), haciéndolo asumir responsabilidades, empujándolo a hacerse cargo de pesadas tareas y a cargar sobre sus hombros la constante amenaza de la decepción de quienes en él confiaron, si es que se equivoca. Esto lleva a creer que el hombre que da un paso al frente y se compromete con los demás es como el presidente de curso en cuarto básico; un espíritu lleno de compañerismo (o en su defecto el mejor amigo de todos) que desea afrontar la difícil tarea de guiar a sus amiguitos hacia una vida mejor, procurando mantener el orden y la transparencia tanto en la organización como en las decisiones.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Pero la evidencia apunta precisamente en el sentido contrario. Todos y cada uno de los hombres que hoy dirigen los destinos de nuestra (s) nación (es) son hombres que profesan, si no públicamente, en lo profundo de sus corazones un odio absoluto y brutal por el resto de la especie humana. Su Odio (con su consiguiente y necesaria amoralidad) es tal que son capaces de mentir de forma descarada, de engañar en cada palabra que dicen, de aparentar los gestos más groseramente contrarios a los que llevan dentro; odian y repugnan profusamente a cada uno de esos votantes a los que prometen sin ningún miramiento, sin ningún espasmo en la voz, sin el más leve sonrojar. Hablan fuerte y claro, sonríen, son capaces de emular miradas acogedoras y distender sus semblantes en gestos delicados y compasivos; como si tuvieran en su casa el retrato de Dorian Gray, transfigurándose hasta la monstruosidad con cada aparición pública que hacen.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El hombre que es capaz de engañar a su esposa, defraudar a su madre y estigmatizar a sus hijos con su apellido; el hombre que es capaz de cargar sobre sus hombros la miseria y el dolor de varios millones de seres humanos; el hombre que es capaz de romper promesas y defraudar juramentos con cada peso que pone en su bolsillo, y aún así; y aún así es capaz de sonreír y darle esperanza a los mismos que en secreto destruye, ése; ése es el político perfecto. Él, y sólo él, gana las elecciones. Nadie más podría sonar tan convincente, nadie como él podría fingir con tanta naturalidad. La única manera de llegar a ese extremo, es no tener nada -NADA- en el interior que pueda, en algún momento, estallar y traicionar a su egoísmo. El Odio y el desprecio más auténticos por la dignidad del otro son los únicos resortes capaces de poner en marcha un comportamiento de este tipo. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">El Odio a la humanidad es la forma más genuina del mal. El Odio, en tanto sentimiento, posee características análogas al amor; en su forma más pura es desinteresado y universal. Aquel hombre <i>malvado</i> en toda la propiedad del término es aquel que anhela con toda su alma, con todo su corazón y con todas sus fuerzas el sufrimiento, el dolor, la derrota y finalmente la muerte de todos y cada uno de sus congéneres, y ojalá también el alzamiento y la glorificación de su propio ser, para agravar el daño mediante el contraste.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Para entender el mal (pues no soy político, y esa forma total del odio me es completamente ajena) es precisa la analogía con su antítesis, el bien, y su sentimiento cumbre, el Amor. (Teniendo siempre muy en claro que por “bien” y “mal” entiendo una nomenclatura estrictamente metodológica, y no defiendo aquí un dualismo moral -del que ya me he manifestado enemigo en otras partes). Llamo aquí Amor puro a lo mismo que entendía por él Schopenhauer; la compasión, es decir, esa forma desinteresada y universal del Amor, en la cual el dolor del otro se siente en el espíritu de uno como si le fuera propio. Por contraste, el Odio puro supone todo lo contrario; el sufrimiento y el dolor ajenos aparecen no sólo indiferentes, sino que aportan una intensa y vívida gratificación del propio espíritu (como lo que debe sentir un senador cuando ve en las estadísticas la enorme cantidad de gente que podría comer si él ganara apenas un poco menos de lo que gana).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si entendemos (como estoy haciendo en este momento) al Odio y al Amor puros como los extremos de un continuo, estaremos de acuerdo en afirmar que cualquiera de ellos es en cantidad y calidad superior a cualquier otro valor en dicho continuo. Así por ejemplo, el amor por la familia es una forma más débil de Amor que el Amor puro, y a su vez es una forma mucho más débil de odio que el Odio puro (porque tiende más hacia el “otro lado” de nuestra línea gradual).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si tuviéramos que sentar ahora otro principio, sería éste: el Odio es más poderoso que el Amor. Aunque horrorosa a simple vista, esta aseveración tiene una explicación estúpidamente simple: el Amor puro busca en última instancia la conservación del otro; mientras que el Odio puro busca su aniquilación. Es inevitable entonces que los hombres que Aman de manera pura buscarán la felicidad y la supervivencia incluso de quienes les Odian, en cambio éstos procurarán la destrucción de los primeros. Y por fuerza se sigue que nada puede sobrevivir si protege a lo que lo destruye.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Lo aplastante y desalentador de este teorema ha dado históricamente origen al prejuicio, del todo infundado, de que “el Amor al final [¿final?] prevalecerá”, porque <i>no parece justo</i> que sean los buenos los que perezcan y los malos los que sobrevivan. Pero esto porque se espera del mundo (o de Dios, no sé) que <i>sea</i> justo. Pero esto sale de cualquier parte, menos de la experiencia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si revisamos aquellas historias con las que crecimos y de las que en gran parte heredamos nuestra moral, nos daremos cuenta que este último elemento que he citado se repite casi sin excepción en cada una de ellas; hay veces en que las artimañas del “bien” para “vencer al final” llegan a ser vergonzosamente estúpidas (como el pésimo final de Digimon Adventure, donde el poder de la perseverancia y el esfuerzo hacen que el digimundo <i>reconstruya</i> los cuerpos de los niños elegidos y sus tamagotchis y <i>porque sí</i> les de un poder -que antes de ser destruídos <i>no</i> tenían- para derrotar a Apocarymon). Daba siempre la impresión que no importaba cuan fuerte fuera el enemigo; qué tan inteligente y resistente fuera, siempre -maldita sea, ¡siempre!- el bueno sacaba una carta de la manga (como la carta de Yami Yugi que hasta antes de esa aparición nunca había tenido en su baraja) o venía a asistirlo una fuerza sobrenatural y ultra-poderosa que terminaba por destruir al temido enemigo (si es que éste no perecía solo, como en el Jorobado de Notre Dame). El bueno se entrega, sin reservas, a ser vapuleado, ridiculizado, avergonzado, torturado y crucificado, porque sabe que al tercer día <i>gracias a una fuerza por encima de él</i> revivirá y luego vendrá a patear culos en el fin de los tiempos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Si bien la figura ingenua e infantil del bueno que “pone la otra mejilla” es superada con la madurez, siempre nos queda dando vueltas en la cabeza esa idea de que el mal termina por destruirse a sí mismo; o en última instancia, que el malo es capaz de arrepentirse y volverse bueno en el último minuto, reivindicando así el principio de justicia universal que no-sé-de-dónde sacaron que existía. Nuestra experiencia directa con el mundo nos demuestra una y otra vez que un hombre malvado (Pinochet, por ejemplo) es capaz de morir impune, rodeado de sus seres queridos y con la confianza y la admiración de unos cuantos, sin que sea necesario ni el castigo ni el arrepentimiento.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Esta esperanza en la justa retribución del mal también ha engendrado la concepción negativa de la venganza, “que nunca es buena, mata el alma y la envenena”, como decía el Chavo del Ocho. En cierta forma, no corresponde al espíritu que aspira al Amor puro (y por consiguiente al Bien) el tomar lugar en un acto de reivindicación o de retribución, pues eso conlleva el infligir daño a otro, y el sufrimiento que él traería recaería luego en la propia alma del vengador (por la definición de Amor puro que dimos más arriba). Así, el bueno es un hombre que aspira, sin más, a que “venga el reino”, mientras se sienta a procurar alegría y felicidad para quienes le rodean y a sufrir con imperturbabilidad espiritual prácticamente patética las vejaciones de quienes gratuitamente lo hacen víctima de su Odio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Volviendo al problema que nos ocupa -el de los políticos- las consideraciones que hemos hecho hasta ahora nos van a servir mucho para entender varias cosas. Primero, cabe hacer hincapié en el hecho de que pese a su diáfana realidad corrupta y destructiva, la democracia sigue existiendo. ¿Por qué? Sencillamente, porque el ciudadano promedio -porque el ser humano, en promedio, lo es- es un ser que tiende al equilibrio entre el mal y el bien; que Odia, pero que también Ama. En estas condiciones, es evidente que nunca será capaz de elevar -o rebajar, como quiera que lo veamos- su moral hasta la del político que se aprovecha de él, para ser igual de fuerte que él y hacerle frente. Antes que eso, permanecerá de forma estática, oscilando entre elegir siempre <i>el menor de los males</i> y procurando en lo particular el bien de quienes le rodean.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La razón por la que no tienen éxito -y nunca lo tendrán- las hordas de trabajadores, deudores y estudiantes que año a año vemos marchar hacia los brazos brutales de la fuerza pública, es que los mueven siempre ideales fundados en las pasiones, es decir, en una mezcla equilibrada de Amor y Odio; su sentimiento siempre es un combinado entre la empatía por el que sufre, y el rencor por el daño que le han hecho a sí mismo. Pero el Odio que contiene el rencor nunca es tan poderoso como el Odio puro que debe profesar, por necesidad lógica, el gobernante al que intenta destruir. Sólo de esta forma se explica que pese a todos sus esfuerzos, el Pueblo Unido sea vencido una, y otra, y otra, y otra vez.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La esperanza del idealista se fundamenta en los mismos criterios inservibles que la moral del hombre bueno; cree en la Revolución, ese “algo” que tarde o temprano llegará -sea del cielo, sea de la toma simultánea y colectiva de conciencia de todos sus compatriotas, (posibilidad que es tanto más lejana que la primera)- y que restituirá los derechos de todos y cada uno de quienes lucharon y esperaron su victoria. Así, descuida el seguir los escrutinios certeros de la razón fría que el Malvado procura tener siempre cerca, y se deja llevar por los dictámenes de su corazón, aquel músculo irrigador de sangre que no es capaz de ver más allá de sus caprichosos anhelos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Y ahora la pregunta que cualquiera podría hacerse: Entonces, ¿qué nos queda hacer?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La primera respuesta y tal vez la más lógica en este caso sería: El fuego se combate con fuego. Pero, ante eso, cabe protestar con Gandhi que “ojo por ojo, y el mundo acabará ciego”. Pues si todos los hombres se odiaran los unos a los otros, cada uno procuraría de la forma más certera y despiadada la muerte del otro, hasta que el último hombre sobre la faz del planeta sería también el sepulturero de su propia tumba. Es claro, entonces, que la respuesta no va por ahí.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Un hombre que sólo Odia no conoce el Amor. No es capaz de reconocer fuera de él al otro, pues su empatía es nula, ya que su Odio es puro. En tanto no conoce el Amor, se escapa de su comprensión toda una rica gama de gradaciones morales, por lo tanto, de sentimientos, de ideas, y en ese sentido está en desventaja de quien Ama y Odia, y más aún, de los que somos capaces de Odiar mucho, a la vez que Amar mucho también. Su Odio lo hace fuerte frente al Odio; pero no lo hace fuerte frente a la inteligencia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">No cabe, pues, Odiar como el político nos odia, es decir, ese Odio que no reconoce enemigos de amigos, ni empleadas, ni madres, ni hijos, ni vecinos. Pero podemos Odiarlo a él. Odiarlo de la forma más profunda que el Amor que sentimos por los nuestros, de la empatía que nos produce el resto de la humanidad sufriente, incluso los perros (a los que muchas veces amamos más que a los humanos) nos permita. Nuestro Odio, nuestra organización, nuestra inteligencia, serán entonces capaces de destruir al político, de destruir a la democracia y a sus sucias abominaciones.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La destrucción de la Democracia, del Capitalismo y del Humanitarismo son pasos absolutamente necesarios para superar la sesgada y nociva prevalencia del Bien sobre el Mal, que es la causa final de nuestros padecimientos. Sólo la aceptación del estado de Guerra Constante, el sitio permanente, y la necesidad de entender la moral como un continuo difuso donde toda acción conlleva beneficios para el otro y para uno mismo, nos permitirán evolucionar como sociedad hacia un estado y una forma de gobierno que NO parta de la premisa que los gobernantes tienen el deseo de hacernos bien, sino que IMPIDA que desde su posición pueda hacer demasiado daño. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Sólo la fundición del Bien y el Mal en una sola moral autodefensiva y colaborativa puede salvarnos. Y no llegará del cielo, ni del futuro, ni del digimundo ni de ninguna parte rara; tiene que salir de la humanidad misma, del trabajo y de la inteligencia de aquellos hombres que, más que otros, nacieron para pensar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2112981937658321816.post-11747238053931574732012-01-19T03:34:00.003-03:002014-10-18T13:05:49.206-03:00¡NO A LA SOPA!<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">La pregunta no deja de ser interesante: Una idea, ¿es propiedad de quien la piensa primero? ¿Es lo mismo un edificio que una obra de arte, que una canción, un poema, o un zapato, o un plato de porotos? ¿Qué hay en lo creado que sea del creador? ¿Existe la obra por sí misma, o en función de quien la ha creado?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Es cierto, llamamos “Teorema de Pitágoras” a la relación de los cuadrados de los lados del triángulo rectángulo... Pero los triángulos, ¿tenían esa relación antes que Pitágoras la planteara? ¿Qué es de Pitágoras? ¿La relación, o el haberla planteado primero?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Dicho de otra manera, ¿en qué se diferencia un invento de un descubrimiento? Y después, aquello que se inventa, ¿en qué forma es <i>de</i><span style="font-style: normal;"> quien lo inventó?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">A todos nos parece razonable que cuando alguien escriba una canción, descubra un teorema matemático, o incluso invente un chiste gracioso, el “inventor” quiera que otros le reconozcan la autoría; después de todo, llegar a ese objeto, que puede ser abstracto o concreto, fue un mérito suyo. Pero el objeto en cuestión, ¿hasta qué punto es de esa persona?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Tal vez todos estaríamos de acuerdo en que es completamente absurdo, en el caso de un teorema matemático, que sólo su autor tenga derecho a usarlo. Pero ya no es tan descabellado que un inventor que descubre el movimiento continuo acelerado quiera guardar cierta exclusividad en el uso de su máquina... ahora, la pregunta es: ¿cuál es la diferencia entre el movimiento acelerado y un teorema matemático cualquiera? Después de todo, la clave del invento matemático no está en el objeto, sino en la idea que subyace a su elaboración. Todas las guitarras del mundo son distintas como objeto pero son todas “guitarras”. ¿Qué hubiera pasado si de pronto quien primero dio forma a una guitarra hubiera querido guardar para sí la exclusividad de su invento?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Si dos personas descubren paralelamente un mismo objeto (como ocurrió con el teléfono, por ejemplo), ¿quién lo inventó? ¿es de ambos? ¿o de ninguno de ellos? ¿O hay dos ideas diferentes (aunque iguales, ¡pero qué descabellado suena eso!) que son cada una de cada uno?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Digamos que hay tal cosa como la propiedad intelectual. Es decir, una firma que llevan todas las ideas, con el nombre de quien las elucubró en su mente primero. Supongamos que yo, en el colegio, un día me pongo a pensar en el ser de las cosas, y llego a la conclusión de que aunque los objetos perecen, hay algo en ellos que subyace y que además permanece aunque la corrupción destruya a dicho objeto. Y para resolver mi dilema, doy forma a una teoría metafísica sobre la existencia independiente de las Formas. Y luego, mucho tiempo después, me voy a enterar que casualmente, un compadre llamado Platón ya pensó lo mismo hace mucho, mucho tiempo. Bueno pues, la Teoría de las Ideas, ¿es de Platón, o mía? ¿Se la robé yo a Platón? ¿Cómo podría habérsela robado yo a Platón, si no sabía que esa teoría se llamaba “Teoría de las Ideas de Platón” cuando a mí se me ocurrió? Dicho de otra forma, ¿realmente inventé yo -o Platón- la Teoría de las Ideas, o ella preexiste a quien la piensa primero, de tal forma que es un descubrimiento y por lo tanto, es de Platón porque él la “descubrió” primero? ¿Existen los pensamientos antes de quien los piensa?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Pensemos ahora en un poema. Yo voy por la calle, me embobo con una muchacha bonita que va pasando por ahí, y le digo a un amigo: ¡Mira qué cosa más linda, tan llena de gracia, esa muchacha que viene y que pasa! ...y mi amigo me dice: “¿Como la Garota de Ipanema?” Y yo ahí recién me vengo a dar cuenta que he “copiado” a Vinicius de Moraes... Porque ese verso se le “ocurrió” a él primero, aunque no sé portugués y no sabía que eso decía su canción. O si un día sueño con una niña que me gusta en cuerpo de mariposa, y al día siguiente le escribo un poema a mi “mariposa de sueño”... ¿le estoy robando la idea a Pablo Neruda? En ambos casos, el verso en un caso y la metáfora en el otro no van ni para la misma persona en los dos casos ni son pensados por el mismo individuo. ¿Son iguales, o diferentes? ¿Es el poeta parte del poema, es la inspiración parte de la Obra, o ella es lo que es sólo en cuanto a su forma? Importante también, ¿es lo mismo decir “mira que cosa más linda” que “Olha que coisa mais linda”?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Digamos que la impronta del autor a la que hemos llamado Propiedad Intelectual no es sólo un garante de originalidad sino que es un elemento definitorio de un objeto. Que no importa cuántas fotocopias haga de “El Señor de los Anillos”, o cuántas veces lo copie a mano, ni en cuantos idiomas diferentes, “El Señor de los Anillos” será siempre de J.R.R. Tolkien y mi caligrafía será siempre mi caligrafía, y la calidad de impresión será siempre mérito del fabricante de impresoras. Que no importa las veces que alguien le dedique “Garota de Ipanema” a su polola, la canción siempre será de Vinicius de Moraes y de Tom Jobim, la interpretación será siempre del cabro enamorado y la guitarra será obra artesanal del lutier que la haya hecho. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Luego, habrá robo Intelectual, vale decir, habrá un atropello a esta “propiedad intelectual” así como la hemos definido, sólo cuando una persona transcriba la letra de Vinicius de Moraes y afirme que </span><i>él la ha inventado</i><span style="font-style: normal;">. Cuando edite un disco compacto, o la interprete en un club, y la introduzca como “Garota de Ipanema”, composición mía. A este acto se le llama “plagio”.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">No habrá robo intelectual en el caso de las ideas natas, por ejemplo, la Teoría de las Ideas, o el Teorema de Pitágoras, a menos que el ladrón presente las obras con las cuales el autor original planteó su descubrimiento, como suyas. En el caso de las ideas siempre será posible argumentar que hubo “una llegada diferente a un mismo lugar”, como el caso de la prueba de la existencia de Dios de Déscartes, que es una versión diferente del argumento de San Anselmo. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Ahora, un caso muy diferente es el Permiso de Copia. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Supongamos que un autor escribe un libro muy bueno. Él quiere que la gente lea su libro, y más aún, espera que la gente compre su libro para leerlo, y él espera, por lo tanto, ganar dinero de esas ventas. Va con un editor, y le muestra su libro. El editor lee el libro, ve que es bueno, y acepta imprimirlo, distribuirlo, venderlo, y dar una parte de esa ganancia al autor. La otra parte quedará para él, porque tiene que recuperar su inversión por la edición física de la obra.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Una vez que el libro se ha vendido y muchas personas ya lo recomiendan como una gran lectura, pensemos en que otro editor, al verlo, se da cuenta que él también podría ganar dinero vendiendo ese mismo libro. Va, y le dice al autor que le dará las ganancias por vender su nueva edición. Pero el autor le dice que eso no será posible. ¿Por qué? Porque él es dueño de la Propiedad Intelectual, pero su primer editor le ha </span><i>comprado</i><span style="font-style: normal;"> el Permiso de Copia. Si este nuevo editor quisiera también ganar y hacerle ganar a él -el autor- vendiendo el libro, tendría que comprarle a la primera editorial el </span><i>permiso de copia</i><span style="font-style: normal;"> de la obra, que es algo completamente aparte de la propia Propiedad Intelectual, que siempre permanece en el autor y siempre lo hará. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Ahora, supongamos que yo compro el libro, y un amigo quiere leerlo. Yo no lo he terminado de leer, pero le ofrezco que le saquemos una fotocopia, y así él también podrá leerlo. Al fotocopiar el libro, la copia se considera una versión “pirata” NO de la obra, sino del </span><i>libro </i><span style="font-style: normal;">del editorial, puesto que el denominativo de “pirata” se refiere a la calidad física del objeto, no a la integridad de la obra en abstracto. Asimismo, cuando compramos un libro pirata en la calle, quien gana ese dinero es el que sacó la fotocopia, y probablemente no le envíe su tajada al autor. En ese sentido, la piratería hiere el bolsillo de los autores, pero no menoscaba su calidad de </span><i>autor</i><span style="font-style: normal;">. No infringe la Propiedad Intelectual.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Cuando compro un disco de Iron Maiden, por ejemplo, y copio las pistas a mi computador, probablemente lo haga en formato mp3, u OGG. Como son archivos más livianos, he eliminado información -inaudible- del original, y es por lo tanto una versión pirata de la grabación de alta fidelidad que se hizo en el estudio del sello discográfico. Pero sigue siendo una canción escrita, compuesta e interpretada por </span><i>Iron Maiden</i><span style="font-style: normal;">, por lo tanto, no he menoscabado la Propiedad Intelectual. ¡Es más! Si hago una copia </span><i>sin pérdidas</i><span style="font-style: normal;"> del disco mismo, lo que entra a mi computador es una réplica </span><i>exactamente igual </i><span style="font-style: normal;">a la original que se hizo en el estudio donde grabó la banda, luego </span><i>ni siquiera habría allí piratería</i><span style="font-style: normal;">. Si luego envío cualquiera de los dos archivos a un amigo, él recibe una réplica idéntica del mío en su computador, pero sigue siendo de Iron Maiden. No hay daño en la Propiedad Intelectual. Si grabo una copia y la vendo, la banda no recibirá su tajada, y ahí estoy infringiendo el Permiso de Copia, pero sigo vendiendo un disco de Iron Maiden.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Imaginemos ahora que una legislación intente equiparar los conceptos de Propiedad Intelectual a los de Permiso de Copia. Vale decir, que en toda réplica, en toda cita, en toda reinterpretación de una obra intelectual que ha caído ya en manos de un editor que se ha “reservado los permisos”, exista por lo tanto de forma inmediata exclusividad de uso. Todos recordaremos quizás ese divertido capítulo de Los Simpsons en el cual el abuelo Simpson divierte a la madre de Marge con una imitación de una película de Chaplin (unas papas en tenedores bailando), y de la nada salen unos matones y un abogado que “defiende los intereses de los herederos de la familia Chaplin” que proceden a destruir la “imitación no permitida”. Este pasaje del capítulo es gracioso, porque es absurdo. Nos reímos, porque es ridículo. Y si ocurriera en nuestra vida real, ciertamente, lloraríamos. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Congelada en el Congreso de los Estados Unidos está una ley que busca hacer esto realidad. Por sus siglas en inglés tiene el estúpido nombre de SOPA, pero ante su mención no debemos reírnos, sino ensombrecer nuestros semblantes y cerrar nuestros puños. Muchos ya hemos escuchado hablar de ella, pero pocos quizás dimensionan las consecuencias catastróficas que la aprobación de esta ley tendría en nuestras vidas, más aún si otros países del mundo acceden a colaborar con ella.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Dejemos las cosas claras; SOPA no protege -como se ha pretendido- la Propiedad Intelectual de las obras, protege a los dueños de su </span><i>Copyright</i><span style="font-style: normal;">, es decir, su Permiso de Copia. Y con esto no debemos entender que protege a los autores, pues, aunque ustedes no lo crean, la mayoría de los autores no recibe </span><i>ni el diez por ciento</i><span style="font-style: normal;"> de lo que producen en total sus obras (en el caso de la literatura y de la música). </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Tomando esto como punto de partida, ahora debemos entender claramente lo que SOPA nos dejará hacer, versus lo que </span><i>no</i><span style="font-style: normal;"> nos dejará hacer.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Un hombre escribe un libro, y lo publica a través de un editor. Yo compro un ejemplar. En tanto he comprado un ejemplar, he adquirido un permiso, una licencia, si se quiere, para disfrutar el libro. Como SOPA sólo atañe a internet, no al mundo real -¡todavía!- yo puedo prestarle el libro a mi tía y no me pasaría nada. Pero resulta que encontré una cita buenísima, y la quiero compartir en Facebook. Bien, como he </span><i>copiado</i><span style="font-style: normal;"> una línea de un libro que compré pero que tiene </span><i>Copyright</i><span style="font-style: normal;">, SOPA autoriza a su gobierno para </span><i>sancionarme</i><span style="font-style: normal;">. Claramente, por una cita no iré a la cárcel, pero un capítulo entero podría costarme una multa, la transcripción de todo el libro me puede meter un gran lío, y, de una u otra manera, igual mi cita desaparecerá y se me pedirá que </span><i>no lo vuelva a hacer</i><span style="font-style: normal;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Lo mismo pasará con canciones, pinturas, fotografías, poemas, obras de arquitectura, slogans publicitarios, etcétera. No podrás bajar música (ni siquiera aquella de esos grupos raros que jamás han vendido en Feria del Disco), no podrás copiar texto de páginas web, ni descargar programas crackeados (si todavía usas Windows), también el youtube se limitará a estúpidas caídas de niños gordos en riachuelos, si es que nadie ha sacado patente comercial de eso también. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Y ahora la pregunta es, ¿Quién podrá seguir bajando música de internet? Claramente, los que lo hacen por Itunes, pero no los que recurrimos a Krafta o a Taringa. ¿Por qué? Porque el usuario de Itunes </span><i>paga</i><span style="font-style: normal;"> por sus descargas. </span><i>Compra</i><span style="font-style: normal;"> la pista.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">¿Y quienes pueden pagar en Internet? Los que tienen PayPal, los que tienen tarjetas de crédito. Lindo, ¿verdad?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">Internet fue construido, mejorado y desarrollado por hombres y mujeres que creían en un sueño; el libre intercambio de información. En un mundo donde la corrupción ha tocado a los gobiernos más insignes, donde la injusticia ha infectado todo tribunal, toda junta de amigos, todo grupo humano, en un planeta donde el robo ha tomado formas descomunales y de daños titánicos, Internet se ha convertido en sinónimo de libertad, en sinónimo de justicia, en sinónimo de Democracia, no la Democracia en el sentido abajista y enajenante de los gobiernos capitalistas, sino en la Democracia del espíritu, donde la verdad es el motor de la mayoría, donde el comportamiento masa es capaz de salvar vidas y lo hace día a día. Nosotros, chilenos, vivimos en un país donde comprar un libro nuevo es más caro que comprar leche para una familia de seis en un mes; donde comprar un disco es un privilegio y encontrar alguno de un artista </span><i>underground</i><span style="font-style: normal;"> es más difícil que achuntarle a la taza del baño meando desde afuera y con la puerta cerrada. Internet ha significado expandir la cultura, democratizar (en el buen sentido) el </span><i>acceso</i><span style="font-style: normal;"> a la información, el </span><i>acceso irrestricto a la cultura</i><span style="font-style: normal;">, Internet es sinónimo de </span><i>aprender</i><span style="font-style: normal;"> en un país donde la educación pública es como los huevos y la privada cuesta un par de ojos de la cara. Wikipedia hoy por hoy contiene casi tanta información como la Encarta y a un nivel muy similar de verocidad, y </span><i>es gratis</i><span style="font-style: normal;">. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Apoyar la Ley SOPA es sinónimo de apoyar el elitismo en la cultura y la educación, es la destrucción de la libertad, de la democracia en su sentido más puro, es la muerte de un derecho que fue central en un mundo tan rico y fructífero como el Griego y que estuvo ausente de nosotros hasta hace recién un par de décadas: Que las Ideas trascienden a quien las piensa. Que todos podemos tener acceso a ellas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">El mundo no puede permanecer ajeno a lo que está a punto de pasar. La aprobación de la Ley SOPA sería un cataclismo más terrible que el Holocausto, más devastador que mil terremotos. Será autorizar a nuestros gobiernos a revisar nuestra correspondencia, a asaltar nuestra privacidad, a vigilar nuestras conversaciones e intervenir en nuestra intimidad cibernética. Por citar a Mafalda, “La SOPA es a la [humanidad] lo que el Comunismo es la Democracia”. “Si quiere saber, tendrá que pagar por ello. Si quiere poder pagar, tendrá que trabajar. Y si quiere trabajar, tendrá que lamernos los testículos a nosotros”. ¿Y quienes son </span><i>nosotros</i><span style="font-style: normal;">? ...Pues nadie lo sabe, pero son pocos. Muy pocos. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-style: normal;">No se queden de brazos cruzados. Copien, peguen. Bajen música. Lean, infórmense. Consideren lo que significan esas notificaciones de “Your licence has expired” que su antivirus seguramente les clava encima cada vez que prenden su flamante Windows 7 (starter). Consideren si es normal que no sólo el computador, sino aquello que él es capaz de decodificar, tenga un precio. Reflexionen un momento si es justo, si tiene sentido, si cabe en una sociedad como la nuestra. Sopesen el daño que hará una Ley como la SOPA. Busquen sus beneficios -claramente, no los tiene. Y muévanse. No nos pueden meter presos, porque todavía Internet es seguro. Seamos uno, seamos invencibles, inmortales. Votemos. Pongamos “me gusta”, repliquemos, y estemos dispuestos a quebrar a cualquier compañía que pretenda quitarnos internet. </span> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Internet es el Último baluarte de la libertad, dicen Anonymous. Internet es el Último Baluarte de la Democracia. Internet es nuestro; Defendámoslo. Igual que Mafalda, dile NO A LA SOPA.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">¡NO A LA SOPA!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-size: large;">Inti Målai Perdurabo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><i>COPYLEFT: </i><span style="font-style: normal;">Se autoriza la libre distribución de este ensayo por Internet.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large; font-style: normal;">Puedes empezar a informarte por aquí:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=cXiJVvCuC6E&feature=related"><span style="font-size: large;">Manifiesto de Anonymous (En Español)</span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://biblioweb.sindominio.net/telematica/manif_barlow.html"><span style="font-size: large;">Declaración de Independencia del Ciberespacio</span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=5fvwoHKj6cs"><span style="font-size: large;">Explicación del ACTA (Ley SOPA)</span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=Z2NQgsZjZ_g&feature=related"><span style="font-size: large;">Ley SOPA Fin de Internet</span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=fSKjX2d2H9k&feature=related"><span style="font-size: large;">Movimiento contra la Ley SOPA (Anonymous)</span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=D7qMfPQyKx4&feature=related"><span style="font-size: large;">ANONYMOUS contra la Ley SOPA (Enero 2012)</span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Tienes permiso para compartir este Ensayo. Corre la Voz.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0