“El Viajero
del Tiempo (que es como será conveniente llamarle)
nos exponía un
asunto para nosotros desconocido...”
H.G. WELLS, La
máquina del tiempo
¡Cosa
rara, el tiempo! Es una de esas palabras que provocan dolores de
cabeza, porque en la vida cotidiana la usamos a destajo y con
soltura, pero cuando tenemos que entrar a explicarla nos empezamos a
enredar y vemos cómo la cosa no está nada clara. Uno en general
acepta que es una forma de ordenar las cosas conforme ellas van
pasando, para poder hablar de lo antes, de lo después
y de lo mientras; pareciera ser un elemento del orden natural
del mundo, como la extensión de los cuerpos en el espacio -su otro
misterioso hermano.
Los
físicos tienen un montón de teorías locas sobre el tiempo,
concepciones descabelladas que nos harían volarnos la cabeza si
acaso nos acercáramos a entenderlas, y como en general considero que
estoy un poco más cerca del deschabetaje que el común de la gente
prefiero mantenerme a respetuosa distancia de esas cosas (al menos
por ahora). A pesar de que no tenemos una idea definitiva y clara de
lo que es el tiempo, todos parecemos manejarnos bastante bien con él
y en él; y en tanto no nos alejemos de la tierra los hermanos
gemelos envejecerán todos a la misma velocidad y así,
afortunadamente, nos veremos prevenidos de tener que estudiar
astrofísica para resolver el misterio de nuestros conflictos
existenciales.
El
tiempo, ¿es algo que ocurra en nuestra mente, o en el mundo? Hay
veces en que parece ir más lento, y otras más rápido; cuando nos
entretenemos, las horas son segundos, y cuando nos aburrimos los
últimos cinco minutos para terminar la tediosa actividad pueden
convertirse en miles de días. Todo eso quizás nos lleve a creer que
el tiempo es subjetivo. Pero hay que considerar ahora que, cuando
dormimos, el viaje de la noche a la mañana parece ocurrir en un
parpadeo, y sin embargo, prendemos la radio o miramos por la ventana
y de inmediato nos damos cuenta de que las cosas allá afuera
siguieron su ritmo normal mientras nosotros dormíamos; eso lo hace
bastante objetivo...
Con
todo y la enorme confusión que parece significarnos el tiempo, es
muy curioso notar que, sea de la naturaleza que él sea, ya lo
tenemos bastante bien internalizado en la cabeza, porque somos
capaces de encontrarle sentido a propuestas y afirmaciones que
atentan contra el curso normal del tiempo.
Ya
bastantes problemas tenemos con el tener que entender qué diablos es
el tiempo; más encima, vienen algunos macabros escritores y
directores de cine a mostrarnos representaciones de los viajes
en el tiempo, ¡Como si acaso fuera posible viajar en el tiempo!
Pero
bueno, a ver; ¿son posibles los viajes en el tiempo? Yo digo que sí.
Y mis motivos para hacerlo son bien simples: cuando vemos o leemos
una historia acerca de un viaje en el tiempo, podemos juzgarlo con el
escrutinio de la razón más allá de pedirle las especificaciones
técnicas a la máquina del tiempo y preocuparnos sólo de
considerar los efectos y resultados de ese viaje. Dicho de
otra forma: El sentido común es capaz de aceptar que sean posibles
los viajes en el tiempo, más allá de preguntarse cómo de
hecho ellos puedan realizarse.
Pero
viene ahora una cuestión interesante; decíamos hace un rato que
quizás de las muchas disquisiciones que uno puede hacer sobre la
naturaleza del tiempo, las dos más importantes (excluyendo la de los
físicos) son sin lugar a dudas las respuestas ontológicas (“oh,
mírenme, estudio filosofía y uso la palabra 'ontológica' ”) a la
pregunta por el tiempo: esto es, si él depende de nuestra
percepción, o es algo que anda dando vueltas allá afuera, en
el mundo.
¿Y
por qué es importante? Se preguntarán. Porque, ni más ni menos, es
nuestra forma de considerar el tiempo lo que hace que nos haga
sentido una u otra versión de los viajes en el tiempo, porque en
general las películas que vemos y los libros que leemos adscriben a
una o a otra dependiendo de -probablemente- la forma en que su autor
conciba el tiempo. Y mi esfuerzo en esta ocasión para todos ustedes
mis queridos atentos es mostrarles cómo estas formas son sólo dos
salidas en calidad idénticas para salvar el problema y NO HAY -como
se suele creer- una correcta y otra incorrecta (o probablemente lo
haya pero nada pone más manzanitas al lado de allá que al de acá
de esta balanza).
Ejemplos
de viajes sobre un tiempo objetivo (el tiempo existe en el
mundo, indiferente del sujeto): 12 monos, Futurama,
Harry Potter y el prisionero de Azkaban, etc.
Ejemplos
de viajes sobre un tiempo subjetivo (el tiempo existe en la
mente del individuo): Volver al futuro, Efecto mariposa (la
película), etc.
Ahora
procederé (léase en tono de profesor de anatomía dirigiendo una
cirugía con estudiantes de medicina presentes) a hacer mi hermosa
formalización comparativa que me pasé una semana diseñando:
En
un mundo donde no ocurren viajes en el tiempo, el “tiempo del
mundo” [t(m)] es igual al tiempo de cada uno de sus individuos
[t(i)]. Esto lo podemos representar de la siguiente manera:
t(m) |--------------------------------------------------------------------------------------->
t(i) |--------------------------------------------------------------------------------------->
Ahora
bien, consideremos primero un mundo posible en el que ocurre un viaje
en el tiempo y el tiempo es subjetivo (usaré de ejemplo la
película volver al futuro). El tiempo de Marty McFly -o “El
Viajero del Tiempo”, v, que es como será conveniente llamarle- es
por lo tanto independiente del tiempo del mundo; pero ambos tiempos
están relacionados; ergo, el tiempo del mundo dependerá del
tiempo del viajero.
Quizás
sea más claro (o quizás no. No me importa) en la gráfica:
t(m) |1920---1930---1940---1950---1960---1970---1980----1990--->
t(v) |-----------------------------------------0-------10------17----------->
De
acuerdo con la Wikipedia y su fuente infinita de conocimiento, el
viajero del tiempo nació en t(m)=1968 (esto significa: el año 1968
del tiempo del mundo). Por lo tanto, cumple diez años en t(m)=1978 y
diecisiete en t(m)=1985. Pero veamos lo que va a ocurrir a
continuación...
El
25 de octubre de 1985 el viajero, a bordo de un De Lorean DMC-12
modificado para poder hacer viajes en el tiempo (debe haber
perdido la garantía de fábrica tras esos ajustes...) sale disparado
hasta el 5 de noviembre de 1955. Realiza cambios sustanciales en su
propio pasado y luego, el 12 de noviembre, vuelve al 25 de
octubre de 1985 y descubre que su mundo ha sufrido los cambios del
“efecto mariposa” que produjeron sus propias modificaciones al
pasado.
El
Viajero en este caso es capaz de comparar el mundo antes del viaje
y después del viaje, por lo tanto, SU tiempo, es decir, el
tiempo que corre en su mente, no ha perdido linealidad; él puede
hablar del “primer” 1985 y del “segundo” y recordar ambos.
Pero el tiempo del mundo ha sufrido modificaciones sustanciales.
¿Confuso? ¡A la bati-gráfica!
t(v) |0------------------10-----------viaje----------------viaje-------------------->
t(m) |1968-------------1978---------25/10/1985...
t(m') …|25/10/1955-------12/11/1955...
t(m'') ...|12/11/1985----------->
Como
la gráfica intenta explicar (en mi cuaderno se ve infinitamente más
lindo y ordenado), las acciones del viajero del tiempo modifican el
tiempo del mundo; dicho de otra forma, abren nuevos mundos posibles
que son como copy-paste del mundo inmediatamente anterior,
pero recortado hasta la fecha hacia la que viaja nuestro amigo. Así,
donde se inicia t(m') dicho “mundo prima” es en todo igual
al mundo m, desde el big bang hasta el veinticinco de octubre de
1955, fecha hacia la cual el viajero ha “saltado”, por así
decirlo, desde el 25/10/1985 del t(m) original. Luego de hacer
cambios, el viajero vuelve a “saltar” desde el 12/11/1955 hacia
un mundo prima-prima, que es un mundo posible en todo idéntico
al mundo prima desde el big bang hasta el doce de noviembre de
1985.
Es
claro que el mundo m y el mundo m'' no son el mismo mundo; porque en
uno el viajero tiene un padre pusilánime y patético y en el otro
tiene a un exitoso y sexy hombre de negocios, por ejemplo. Y es claro
que los mundos m' y m'' no son idénticos, puesto que si fueran
iguales sus tiempos serían iguales, y si lo fueran, el viajero
tendría que haber esperado los treinta años para llegar al
12/11/1985... ¿se capta la idea?
Ahora
hay que notar algo interesante; el viajero ha pasado del t(m) al
t(m'') pasando por el t(m'), que fueron sus semanas en el mundo de
juventud de sus padres (tal como había sido en el mundo del que él
venía, es decir, sin las intervenciones que él haría). Pero cuando
vuelve al mundo m'', su gente lo recuerda; todo parece haber
transcurrido de la misma forma como ocurrió en el mundo m, sólo que
con las modificaciones específicas que él realizó; por lo tanto,
diremos que la coherencia de este mundo es discreta. (A
diferencia de la película efecto mariposa por ejemplo, donde
la coherencia es continua, y justamente se juega con
las enormes consecuencias que tiene en el futuro el cambio en el
pasado (por lo que tengo entendido, porque no he visto la película
entera)).
Ahora
pasemos al análisis de los viajes en tiempos objetivos. Estos
son sin lugar a dudas los más rompecabezas (no en el sentido de
puzzle sino en el otro sentido, el literal) y por lo tanto los más
entretenidos.
Mi
ejemplo paradigmático será Futurama. En el episodio 3ACV19
(una vez más, Wikipedia) la tripulación de Planet Express
viaja al pasado por error (año 1947) y Fry, luego de varios ires y
venires, termina acostándose con su abuela y así se descubre a sí
mismo como siendo su propio abuelo. (Esta es una
ridiculización de la “paradoja del abuelo”, un argumento contra
los viajes en el tiempo, pero saltémonos eso por ahora...)
Pasemos
al estudio de la gráfica:
t(m) |1947--------------1974-------2000-----------------3000------------------?---??--->
t(v) …|Nace
v----v viaja en el tiempo...
t(v') ...|v'
descongelado---v' al pasado...
t(v'') |v''
se acuesta con su abuela y vuelve a viajar en el tiempo...
t(v''') ...|v'''
y así...
(recuérdese
que v es el viajero del tiempo)
Esta
vez la gráfica es totalmente distinta; si en la primera era el mundo
el que iba cambiando, en la segunda el mundo permanece siempre igual,
y el tiempo del mundo lo que hace es establecer la conexión entre
diferentes viajeros que van ocurriendo en tiempos diferentes; el
primer viajero v no sabe (aún no ha ocurrido para él) que él es su
propio abuelo; pero en el tiempo del mundo ya ha ocurrido. Si
antes el copy-paste era de un mundo posible a otro, aquí es
la línea de vida de un individuo que fue sólo cortada, diseminada
por encima del t(m) y pegada en diferentes puntos, y lo que respeta
la secuencia entre cada pedazo son los viajes en el tiempo que van
juntando t(v) con t(v'), t(v') con t(v'') y así sucesivamente.
Las
consecuencias de este análisis son mucho más poderosas de lo que
parecen; En la paradoja del abuelo que mencioné más arriba, se dice
que uno no puede volver al pasado y matar a su propio abuelo, porque
eso me impediría nacer y abriría un bucle infinito de
contradicciones. Pero es que eso no puede pasar en el tiempo
objetivo, pero sí en el subjetivo; si un viajero del
tiempo vuelve al pasado y mata a su abuelo, luego al volver al futuro
aparece en un mundo donde él no nació, pero el mundo posible en el
que se encuentra no afecta en forma alguna el mundo del que él viene
originalmente, que es donde él nació y es causa suficiente para su
propia existencia.
En
el mundo con tiempo subjetivo el viajero es libre; puede ir y
venir de mundo en mundo (de tiempo en tiempo) haciendo cambios a
voluntad. En cambio en el mundo con tiempo objetivo el viajero
no es libre; sus viajes en el tiempo son una necesidad para la
coherencia interna del mundo, que es el único mundo posible.
En
general, la gente que rechaza la posibilidad de los viajes en el
tiempo porque 1) se pueden provocar paradojas y 2) implican aceptar
la predestinación, están pensando en términos de un tiempo
objetivo (Es interesante notar que en Volver al futuro
se flirtea peligrosamente con el tiempo objetivo, ya que
cuando el m' se aleja mucho del m Marty comienza a notar las
consecuencias de “impedir su nacimiento”, como sus mareos o la
desaparición de sus hermanos en una fotografía. Pero salvando estos
detalles la parte sustancial de la historia sobrevive a mi análisis
como tiempo subjetivo). Por otra parte, la gente que ve el
tiempo como un contenido subjetivo de nuestra mente acepta sin más
que uno puede ir y venir para salvarle la vida a una estrella de rock
o impedir que un episodio vergonzoso de la vida tenga lugar, para
luego retornar al presente a disfrutar las maravillas de esos
cambios. Aunque esta salida aparece como la más ingenua, ella se
sustenta en algo que no es tan ingenuo, es decir, la apreciación
subjetiva del tiempo, algo que claramente es anti-intuitivo.
Vuelvo
a remarcar que esta discusión excluye a quienes están
familiarizados con el tiempo tal como lo conciben los físicos y
astrofísicos contemporáneos (concepto de tiempo al que podríamos
llamar tiempo complicado, en contraposición a mis versiones
objetiva y subjetiva. Y se llama complicado por
las dificultades que pone para entenderlo, no por alguna otra
propiedad intrínseca de la teoría misma).
Espero
que lo hayan pasado bien leyendo mi trabajo, espero también que lo
hayan entendido; Si alguien quiere hacerme acotaciones, correcciones,
críticas o alabanzas, los invito a comentar al pie de esta nota aquí
mismo, en la granja. Si recibo -por fortuna- varias interesantes
respuestas, puedo hacer otro ensayo contestándolas.
Para
finalizar quiero referirles una anécdota divertida que me vino a la
mente mientras escribía:
Estaba
en segundo medio cuando el profesor de inglés nos pidió que en
grupos diseñáramos -durante el fin de semana- un invento que luego
tendríamos que explicar y defender ante la clase -obviamente, en
inglés (¿innovadoras prácticas pedagógicas?). Con mi amigo de
pupitre -y del alma- nos dispusimos a ponerle todo el empeño que el
ramo merecía y a tal mérito llegamos el lunes con nuestras manos
vacías. Teniendo que disertar, y como yo en esos años era un poco
más payaso que ahora, nos paramos delante de la clase y en esa
pronunciación poco elegante del chileno cuando habla inglés
expliqué al auditorio que con Carlos habíamos inventado “The
ultimate time machine”; que nos habíamos pasado todo el fin de
semana construyendo nuestro invento, pero que cuando lo terminamos
quisimos probarlo y lo enviamos veinte años al futuro... Por lo que
no habíamos traído el proyecto a la clase porque todavía quedaba
su resto para poder recuperarlo. ¡Jojo!
Que
tengan una linda semana.
Inti
Målai Perdurabo
No abarcaste los viajes del tiempo que se producen en Terminator, donde al cambiar el pasado, creas un nuevo presente, pero sin destruir el presente ya existente.
ResponderEliminarNo he visto Terminator X.x admito mi pecado, tendremos que hacer una maratón
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