miércoles, 9 de julio de 2014

Alternative take (cuento)

Génesis
22 Después de esto, Dios quiso poner a prueba a Abrahán, y lo llamó:
- ¡Abrahán!
Él respondió:
- Aquí estoy.
Y Dios le dijo:
- Toma a tu único hijo, a tu querido Isaac, ve a la región de Moria, y ofrécelo allí en holocausto, en un monte que yo te indicaré.
Se levantó Abrahán de madrugada, aparejó su asno, tomó consigo dos siervos y a su hijo Isaac, partió leña para el holocausto y se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado. Al tercer día alzó Abrahán los ojos y alcanzó a ver de lejos el lugar. Entonces dijo a sus siervos:
- Quedaos aquí con el asno, mientras el muchacho y yo subimos allá arriba para adorar al Señor; después regresaremos junto a vosotros.
Abrahán tomó la leña del holocausto y se la cargó a su hijo Isaac; él llevaba el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.
Isaac dijo a Abrahán, su padre:
- ¡Padre!
Él respondió:
- Aquí estoy, hijo mío.
Dijo Isaac:
- Tenemos el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
- Abrahán respondió:
- Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.
Y continuaron caminando juntos.
Llegados al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó el altar; preparó la leña y después ató a su hijo Isaac poniéndolo sobre el altar encima de la leña. Después Abrahán agarró el cuchillo, degolló a su hijo, y levantó una plegaria a Dios.
El ángel del Señor llamó a Abrahán del cielo y le dijo:
- Juro por mí mismo, palabra del Señor, que por haber hecho esto y no haberme negado a tu único hijo, te colmaré de bendiciones.
Abrahán volvió luego junto a sus siervos, pero al no hallarlos comprendió que se habían robado el asno.
Abrahán vivió ciento setenta y cinco años. Después expiró; murió en buena vejez, colmado de años, y fue a reunirse con sus antepasados.

FIN

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