En
este último tiempo, amigos y desconocidos me han asaltado con un
viejo y siempre irritante argumento a favor del diseño inteligente.
Coincidencia sin duda significativa, que me ha tenido de mal humor
por varias semanas, y como siento que necesito volver a mi centro
para dedicarme a cosas más importantes, decidí escribirles un
brevísimo artículo sobre el tema.
Lo
que ellos (un gran e indefinido plural) dicen se resume más o menos
así:
Las tan escasas
probabilidades de que el universo haya ocurrido tal como ocurrió, y
que se hayan dado las condiciones para la vida, el hombre, y que
estemos aquí ahora preguntándonos por el origen del universo, hacen
imposible que sea cosa del azar. Luego, debió haber una inteligencia
superior planificando y dirigiendo el proceso desde su origen.
Veamos:
La
probabilidad es una medida ficticia para comparar predicciones. Por
culpa de nuestros imperfectos sistemas de educación, creemos que
cuando algo tiene más probabilidades de ocurrir, esto de
alguna manera significa que es más posible, más fácil
o más real que lo que tiene menos probabilidades. Pero
todo esto deriva de un sencillo error, que paso a corregir de
inmediato.
La
probabilidad de que un evento H ocurra se calcula de la siguiente
forma: casos favorables dividido por casos posibles. Nótese
que aquí posible tiene una connotación metafísica, así que
no es un sinónimo de probable (o habría una evidente
circularidad).
Si
tiro un dado, la probabilidad de que obtenga un 3 es de 1/6; porque
el caso favorable es uno, y los casos posibles son seis.
Si
tiro un dado, la probabilidad de que obtenga un 3 o un 4 es de 2/6;
porque los casos favorables son dos, y los casos posibles, todavía
seis.
Si
tiro un dado de cuatro caras (existen), la probabilidad de que
obtenga un 3 es de 1/4, y por lo tanto, es más probable que
saque un 3 en un dado de cuatro caras, que en un dado de seis (porque
1/4>1/6).
Convenido.
Pero, ¿qué significa exactamente esto?
Al
menos, NO significa una de estas cosas:
- Que es más posible que salga un tres en el dado de cuatro: ambos eventos son igual de posibles.
- Que es más fácil sacar un tres en un dado de cuatro: lo que hay que hacer para sacar un tres, en ambos dados, es exactamente lo mismo: tirar el dado.
- Que es más real el evento donde sale tres en un dado de cuatro, que en un dado de seis: cuando sale tres en uno de los dos dados, el evento está ocurriendo efectivamente y con la misma realidad que si saliera en el otro dado.
Lo
que significa exactamente que un evento sea más probable, es
que, de la repetición de intentos de sacar 3 en uno de los
dos dados, es predictible que obtendré un 3 en el de cuatro
caras antes que en el de seis. Y este ser predictible quiere
decir exactamente esto: que si hiciera tiradas repetidamente de ambos
dados y anotara cuando sale primero el tres en uno y en otro, contra
más tiradas haga, la cantidad de veces que obtenga el tres en el
dado de cuatro caras será mayor que la cantidad de veces que obtenga
el tres en el dado de seis.
Ahora,
se dice a menudo que las probabilidades de que surja la vida en el
universo son muy, muy bajas. ¿Qué quiere decir esto?
Quiere
decir, sencillamente, esto: que si pudiéramos observar la ocurrencia
de universos completos, uno tras otro, en similares condiciones de
posibilidad (es decir, en una metafísica constante),
tendremos muchos universos sin vida antes que ocurra un universo con
vida.
La
probabilidad NO ES UNA PROPIEDAD METAFÍSICA. Que sea improbable
que el universo sea como de-hecho-es, no implica que sea más o menos
fácil, o real, o imposible, que ocurra.
De
los infinitos universos posibles este es uno de ellos en los que un
ente puede preguntarse por el origen de su universo. Ni siquiera
estoy seguro de que la probabilidad sea baja, porque no tengo idea de
cuántos universos posibles hay.
La
apelación a la baja probabilidad no permite transitar a la
presuposición de un diseñador o un causador inteligente. En primer
lugar, hay que tener en cuenta que la apelación a las probabilidades
NO TIENE NADA QUE VER Y NO PODRÍA TENERLO con la pregunta por el
origen del universo. Incluso decir que el universo tiene
probabilidad es hacer trampa, porque está presuponiendo que
en una dimensión trans-real hay un meta-tiempo y un meta-espacio
donde hay seres superpoderosos que son capaces de originar universos
y por lo tanto medir su ocurrencia mediante probabilidades.
Una
vez más: las probabilidades son una forma convencional y ficticia de
medir predicciones. ¡Y no se puede predecir lo que ya ha ocurrido! Y
ciertamente que, si el universo tuvo un origen (tampoco lo creo, pero
bueh...), estamos seguros de que lo tuvo porque ya ocurrió.
Decir que podría no haber ocurrido es un truismo vacuo,
porque para cualquier evento posible siempre existen al menos dos
estados: que ocurra, o que no ocurra. Pero, de nuevo, las
posibilidades no son lo mismo que las probabilidades.
De
igual forma como tampoco tiene que ver con la certeza o la
explicación, por ejemplo. Todos estos conceptos son
diferentes, aplican en sentidos diferentes, la ciencia los usa en
sentidos que, ciertamente, el común de los mortales muchas veces
entendemos mal, y usarlos sin cuidado lleva, las más de las veces,
sólo a atroces confusiones.
Pero
para resumir:
La
posibilidad es un valor metafísico.
La
probabilidad es un valor predictivo.
La
certeza es un valor epistémico (relativo al conocimiento).
La
explicación es un valor teórico.
Muchas
gracias por su atención.
Inti Målai Perdurabo